Carolina Ruiz Díaz

Con una gran asistencia, la comuna de Dalcahue y Chiloé despidieron este viernes a Abel Bahamonde Muñoz, más conocido como el 'Cuequero de San Juan', acaecido este miércoles 19 de febrero a la edad de 86 años producto de complicaciones de salud que llevaron a su hospitalización en Castro.

Con una trayectoria musical que comenzó alrededor de la década de los 50, el músico deleitó por años en las distintas mingas, medanes y festividades costumbristas del Archipiélago, razón por la que fue homenajeado con un último adiós con una verdadera fiesta en su honor.

Así lo indicó, Armando Bahamonde, acordeonista, profesor y amigo cercano del cultor. En San Juan fue "una jornada triste, pero realmente impresionante por la cantidad de gente que hubo, con organizaciones, instituciones y autoridades, el pueblo estuvo embanderado a media asta y eso no se había visto jamás", resaltó.

"Diría que se hicieron presentes de todos los lugares de Chiloé, hubieron hermosos discursos de distintas instituciones, hubieron bandas de pasacalles, músicos que llegaron a cantar al cementerio, en la iglesia también, lógicamente canciones que son alusivas al momento", relató el también investigador.

"Muy valorado"

Recordó el exjefe de Cultura de la Municipalidad de Dalcahue que su amigo "era una persona muy querida, que fue reconocida y valorada, siempre estuvo trabajando con los vecinos, incluso un gran amigo de los jóvenes, era un referente y una motivación para ellos, él donde había que ayudar iba, fue una persona que vivió para servir".

En el extracto de un documental realizado en su honor para preservar su legado, compartido por el municipio dalcahuino, el cuequero relataba que en sus inicios "empecé con una guitarra de una tabla que hice y le puse unas cuerdas de alambre, después me entusiasmé y me compré una guitarra".

"Antes andábamos a las mingas, medanes, peñas, en todo eso andábamos nosotros tocando por ahí. He andado en Ancud, Castro, Dalcahue, Tenaún, Achao, Curaco, todo eso lo recorrimos", contó Bahamonde.

Rememoraba el guitarrista que en su disco lanzado en 2005 titulado "Abelito el Cuequero de San Juan", "saqué 300 CD y los vendí todos, ahí salen como 13 o 14 cuecas. Tengo cualquier cantidad de canciones, cueca chilota sí, no hay como la cueca chilota y con el acordeón de botones".

Es así como al ritmo de la cueca y el vals el músico fue sepultado en el cementerio de San Juan, luego de la misa en la respectiva iglesia Patrimonio de la Humanidad, acompañado de sus familiares, amigos y vecinos.

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