"El quehacer paleontológico permite un mejor desarrollo"
El reconocido difusor del patrimonio paleontológico de la Región de Atacama expondrá este miércoles en la nueva edición del Congreso Futuro.
Ignacio Arriagada M. - Medios Regionales
La paleontología, la disciplina que indaga e interpreta los fósiles de organismos que habitaron la Tierra en el pasado, podría tener un rol aún mayor en el desarrollo cultural, educativo y económico de Chile. Y la atención del país está puesta en la experiencia que vive la Región de Atacama, que ha sido catalogada por la comunidad científica como un laboratorio natural de relevancia mundial, gracias a los hallazgos únicos de restos de dinosaurios, plantas, aves y vertebrados marinos, los cuales abarcan los últimos 400 millones de años.
Con casi tres décadas dedicado al estudio, protección, difusión y reconocimiento del patrimonio paleontológico de esa zona, el arqueólogo, antropólogo y director ejecutivo de la Corporación Regional de Paleontología de Atacama, Pablo Quilodrán, es una fuente para referirse a la potencialidad que tiene este campo científico para convertirse además en un eje económico estratégico para la región y Chile en su conjunto. De ello el especialista expondrá esta semana en el Congreso Futuro.
-Pablo, ¿qué tan importante es la riqueza paleontológica que tiene la Región de Atacama?
-Probablemente, no hay historia más significativa para toda la humanidad y para todos nosotros que la historia de cómo nos transformamos en lo que somos. Y no hablo solo de la humanidad, hablo de todos los seres vivos: de cómo una planta llegó a ser esa planta, de cómo un insecto llegó a ser ese insecto. En ese sentido, esta historia de la vida, que es historia propiamente tal, porque tiene pruebas, hace que los yacimientos paleontológicos sean de real importancia. De hecho, en Chile, los fósiles son declarados Monumento Nacional por ley. Por tanto, los yacimientos o las localidades que destacan por esa riqueza paleontológica, en algunos casos, pueden proyectar a esos territorios a un nivel mundial. Y en ese contexto es que destaca Atacama. Atacama tiene en sus nueve comunas más de 3.000 yacimientos paleontológicos. Esa es la relevancia.
-Usted ha dicho que la Región de Atacama es un laboratorio natural. ¿A qué se refiere?
-No podemos olvidar que es gracias al desierto que encontramos fósiles más fácilmente, porque no hay una cobertura vegetal que te los tape. Y es gracias al desierto y a la poca cantidad de agua que esos fósiles se conservan y no se erosionan. Por tanto, el desierto de Atacama en sí mismo es un laboratorio para ir a buscar estas cápsulas de tiempo, para poder viajar al pasado y para reconstruir a estos animales y la evolución.
-En esa línea, ¿cuáles han sido los hallazgos de fósiles más relevantes de la región y de qué año datan?
-Es difícil darle importancia, porque todo tiene que ver con las disciplinas. Por ejemplo, cuando hablamos de paleobotánica, hay registros de Ginkgo biloba de 200 a 250 millones de años. También hemos encontrado a megalodón, cuyos fósiles datan de hace unos ocho millones de años. Hay otros fósiles de dinosaurios de hace 400 y 300 millones de años. Asimismo, tenemos las primeras huellas de un anfibio en todo el hemisferio sur, un animal que salió del agua y fueron los primeros en colonizar tierra firme.
Eje económico
-Usted sostiene que la paleontología no es solo una herramienta educativa y científica, sino que tiene el potencial de convertirse en un eje económico estratégico para la Región de Atacama y Chile en su conjunto. ¿En qué se basa para tal afirmación y cómo podría lograrse?
-Creemos que el quehacer paleontológico y su riqueza permite un mejor desarrollo para el país. Y esto se responde en distintos ámbitos. La paleontología habla del pasado, del patrimonio y, además, es extremadamente atractivo para las personas. Todos conocemos personas que son fanáticos de los dinosaurios, por lo tanto, este interés global hace que la paleontología de Atacama se transforme en una fuente de información y de conocimiento que puede ayudar a responder preguntas mundiales. Y si a ese atractivo le damos infraestructura, le damos buenos museos, buenos servicios, buenos parques, la paleontología podría ser el motor para el desarrollo turístico de Atacama y de Chile.
-¿Qué dice el mundo sobre la riqueza paleontológico de Chile?, ¿hay interés de la comunidad internacional en venir al país a estudiar este nicho?
-Nuestro país es una de las últimas fronteras de la investigación paleontológica. Y si bien falta mucho por explorar y trabajar sistemáticamente los yacimientos descubiertos, la atención de la comunidad internacional está. Por ejemplo, en el caso del sitio paleontológico de Bahía Inglesa, estamos trabajando con investigadores del Instituto Smithsonian (la institución científica más importante de Estados Unidos).
-¿Cuáles son los principales desafíos de la paleontología en el país?
-Uno de los principales desafíos que tiene la paleontología en Chile es transformarse en un elemento de desarrollo y necesario para Chile. Ya la Ley de Monumentos Nacionales, que data del año 1971, reconoció a los fósiles como Monumento Nacional, sin embargo, ahora debemos hacernos cargo de ellos. Por eso el desafío sigue siendo mayor investigación científica. Necesitamos conocer nuestro pasado, conocer nuestros territorios, conocer cuáles son los tesoros que tiene cada región.
"Nuestro país es una de las últimas fronteras de la investigación paleontológica. Y si bien falta mucho por explorar y trabajar sistemáticamente los yacimientos descubiertos, la atención de la comunidad internacional está".