Escuela de Ancud y colegio de Quemchi triunfan en concurso nacional de arte
Alumnos chilotes se impusieron a miles de otros estudiantes en convocatoria de la Fundación Colorearte.
Dos establecimientos educacionales de Chiloé fueron destacados en convocatoria nacional de la Fundación Colorearte, organización dedicada a potenciar el arte y la creatividad en la educación de niños y jóvenes en el país.
Como cada año, la entidad invitó a colegios a vivenciar y potenciar el aprendizaje integral en el concurso "Una fiesta del color. Flores que tiñen mi entorno", el que consistió en realizar una captación fotográfica de una intervención artística con telas teñidas en destacados entornos paisajísticos de nuestro país.
"¡Participaron más de 15 mil estudiantes! ¡Las fotos son hermosas!", comentó Magdalena Gallo, periodista de Colorearte, quién además señaló que el Colegio Santa Ana de Quemchi y Escuela Rural de Manao, comuna de Ancud, fueron algunos de los planteles ganadores.
15 mil 541 estudiantes y 750 docentes se vincularon al llamado nacional, abarcando desde educación preescolar hasta la media. Se distinguió a 12 obras, además de otras seis que recibieron menciones honrosas, las que representan a las regiones de Arica y Parinacota, Antofagasta, Valparaíso, Metropolitana, O'Higgins, Maule, Los Lagos, Los Ríos y Aysén.
Al respecto, Eloísa Pardo, jefa de UTP (Unidad Técnico-Pedagógica) del Colegio Santa Ana, comenta que "fue una experiencia muy poderosa en cuanto al desarrollo de la creatividad. Participaron los estudiantes de prebásica para el desarrollo de su motricidad fina y habilidades artísticas fomentando también el trabajo en equipo".
Acerca de la metodología de trabajo señaló que se dividió en tres instancias: "Se hizo un proceso de investigación, de aplicación y luego el de ejecución. Los estudiantes tiñeron telas e hicieron mezclas de colores, donde se produjo la magia porque en el proceso de teñido primero se hicieron amarres a la tela y luego al soltar se descubren las diferentes figuras de colores".
De esta manera, alumnos de prekínder y kínder presentaron estos materiales haciendo la forma de un velero con ellos mismo, como parte de una estructura en paisaje turístico: las cascadas de Tocoihue, comuna de Dalcahue.
"Decidimos realizar ahí nuestra intervención por el entorno privilegiado de árboles nativos, la magia del salto del agua y nos entregaba un escenario místico para nuestro velero y la temática de la 'fiesta de color', la cual los niños y niñas estaban trabajando, sobre todo la magia que a la edad de 4 y 5 años les llama mucho la atención", añadió Pardo.
Manao
El certamen incluyó categorías diferenciadas desde la A a la letra D; en cada uno participaron alumnos de distintos niveles de educación desde prebásica hasta enseñanza media. En el caso de la Escuela Rural de Manao fueron destacados en la B, con estudiantes de 1° a 4° básico.
"Fue muy bonito, muy emocionante para todos, toda la comunidad educativa estuvo involucrado en este proyecto", manifestó Valeria Paredes, directora del establecimiento público, añadiendo que "se trabajó de forma articulada con docentes de otras asignaturas como tecnología, artes visuales, lenguaje, ciencias naturales. Los estudiantes hicieron teñidos de tela con distintas técnicas donde también participó una embajadora de Colorearte de Ancud, la profesora Pamela Ampuero, quien también capacitó a la colega de artes de la escuela, Valeria Igor, y también la orientó en el trabajo que había que realizar durante el año".
Acerca del lugar elegido para la fotografía, la educadora mencionó que se seleccionó la capilla de Manao "porque las iglesias son parte del patrimonio cultural de la Isla de Chiloé, aquí fue donde los niños vistieron faldas con las telas teñidas".
La ceremonia del certamen cuyo jurado estuvo compuesto por ocho profesionales de área de fotografía, arte y medioambiente, entre ellos el pintor chileno Benito Rojo y Felipe Cáceres, director de museografía del MIM, celebró recientemente la premiación en Santiago, en el mismo Museo Interactivo Mirador, lugar donde todos los ganadores recibieron diplomas, presentes y un gran cuadro de su fotografía, además de formar parte de un catálogo de la fundación.