Familia de pescador perdido se aferra a peritajes clave tras fin de rebusca activa
Rastreo de adulto mayor al sur de Quellón será ahora de forma aleatoria. Parientes se enfocan en la indagatoria penal.
De forma aleatoria continúa la rebusca de un pescador en las cercanías de la isla San Pedro de Quellón, luego que el rastreo activo concluyera sin resultados positivos. Un duro golpe para la familia que ya no tendrá medios institucionales con dedicación exclusiva para la exploración, pero que seguirá buscando a su ser querido, esperando también pistas que entregue la investigación penal del caso.
Con el despliegue del Grupo Especializado en Rescate Subacuático (Gersa) del Cuerpo de Bomberos de Dalcahue durante el fin de semana, más las últimas exploraciones de la Armada en el marco de los protocoles del servicio de búsqueda y salvamento, se puso término a las diligencias destinadas a dar con el paradero de Luis Alberto Arroyo Silva (62).
Desde la madrugada del sábado 19 de octubre no se tienen antecedentes de la ubicación del adulto mayor, quien había zarpado un día antes desde el muelle artesanal quellonino junto al patrón de la lancha a motor Maranata. Mientras la nave estaba fondeada entre las bahías Las Antenas y Los Arrayanes, en el canal Guamblad, se le perdió el rastro.
Tal como explicó el capitán de puerto de Quellón, Ricardo Henríquez, desde esa misma jornada se iniciaron los sondeos para encontrar alguna evidencia del hombre de mar.
"Se buscó con una lancha de servicio general y otra tipo arcángel, desde la UPC (última posición conocida) por el canal, incluyendo dos aeroexploraciones (que se extendieron por un radio superior a las 10 millas), más el trabajo en el borde costero. Además, conseguí con una empresa un ROV (vehículo de operación remota, por sus siglas en inglés) para exploración submarina", detalló el oficial.
Buzos
Las faenas incluyeron el trabajo permanente de 4 buzos de la Gobernación Marítima de Castro, a los que se agregaron en la última parte de la rebusca, otros 4 pertenecientes al equipo Gersa.
"No fue posible encontrar pistas, pese a todas las maniobras desarrolladas. Por ello, concluye la rebusca activa, pero se mantiene la alerta en la zona para todas las embarcaciones que naveguen por el sector para que estén atentas de un posible hallazgo", remarcó el capitán de corbeta.
Igualmente, el jefe naval fue claro en señalar que "hay una investigación en curso", por lo que ante cualquier requerimiento del Ministerio Público, dependiendo de los antecedentes que se manejen, "se puede retomar una búsqueda específica", precisó.
Pese a esta decisión de la autoridad, Javier Arroyo, hermano de la víctima, se mantiene tranquilo. Reconoce que "así son los protocolos… termina la búsqueda de la autoridad marítima, pero nosotros como familia seguiremos. No bajaremos los brazos, haremos todo lo que tengamos a nuestro alcance para tener algún rastro de Luis".
Esperanza
Junto con no descartar más de alguna exploración particular por la zona de interés, el poblador puso sus fichas en la indagatoria que lleva a cabo la Fiscalía de Quellón, con pericias por parte de la Agrupación de Homicidios de Chiloé y hasta el propio Laboratorio de Criminalística (Lacrim) de Puerto Montt.
"Hay que esperar la investigación, que lleguen los informes sobre los peritajes realizados a las lanchas (la Maranata y otra llamada 'Pitufa' que estaba fondeada en las cercanías al momento de la desaparición del isleño), más todo el trabajo de los detectives. Ojalá que esas diligencias permitan saber qué pasó con mi hermano, puesto que existen muchas interrogantes", manifestó el pariente.
Igualmente, la fuente no descarta hipótesis sobre lo ocurrido en las cercanías de la isla San Pedro. "Algo pasó y queremos saber qué fue", insistió Arroyo, abriendo espacio a que el extravío de su ser querido pudo deberse a una situación más allá de un accidente.