Viajar al espacio, incluso durante pocos días, afecta a la salud humana
Resultados representan el mayor compendio de datos sobre medicina aeroespacial y biología espacial hecho hasta ahora.
Agencia EFE - Medios Regionales
Los viajes al espacio, incluso de corta duración, son un desafío para la salud, con cambios a muchos niveles, aunque gran parte se normalizan al regreso, según una veintena de nuevos estudios publicados en la revista Nature y cuyos resultados representan el mayor compendio de datos sobre medicina aeroespacial y biología espacial.
En concreto, estos viajes inducen cambios moleculares, celulares y fisiológicos y plantea innumerables retos biomédicos al cuerpo humano, que serán cada vez más relevantes a medida que más personas se aventuran.
Los investigadores han usado datos de estancias de hasta un año en la Estación Espacial Internacional (EEI), pero la novedad es el análisis de los recopilados en Inspiration 4, la primera misión privada con una tripulación únicamente de astronautas civiles.
El 2021, dos mujeres y dos hombres pasaron tres días a 590 kilómetros de la Tierra (unos 200 por encima de la EEI), donde realizaron diversos experimentos y tomaron muestras de sangre, saliva, heces o biopsias de piel.
Esa misión de corta duración en órbita terrestre baja provocó cambios a múltiples niveles, algunos de los cuales reflejaban los de vuelos de mayor duración, aunque "no supuso un riesgo significativo para la salud de la tripulación", según una de las investigaciones.
El sistema inmune
Otros de los informes se centraron en los efectos de la falta de gravedad en el sistema inmunitario, combinando datos de simulaciones, de astronautas y ratones en la EEI. Los resultados apuntan a la reactivación de virus latentes o infecciones, incluso en vuelos de corta duración.
Las distintas células del sistema inmunitario en la sangre periférica se ven moldeadas por la microgravedad, en especial linfocitos y monocitos, que son los principales protagonistas de la inmunidad.
Este trabajo, firmado entre otros por el Instituto Buck de Investigación sobre el Envejecimiento (Estados Unidos), investigó posibles compuestos para revertir los efectos de la microgravedad y apuntó a la quercitina como prometedora para mitigar esos daños.
Los cambios observados en el sistema inmunitario durante los viajes espaciales se asemejan a los del envejecimiento en la Tierra, por lo que estos conocimientos pueden servir para diseñar intervenciones ante la disfunción inmune que acompaña a la vejez.
Los riñones
Entre los estudios, uno encabezado por el University College de Londres advierte de que la estructura y función de los riñones se ve alterada por la radiación, tanto solar como galáctica (la del espacio profundo), hasta un punto que podría poner en riesgo una misión a Marte.
La investigación simuló con ratones la exposición a radiación galáctica similar a la que se sufriría en un viaje a Marte y el resultado fue daños permanentes y pérdida de función de los riñones.
Los marcos actuales de la medicina aeroespacial están por detrás de los avances de la de precisión en la Tierra, lo que subraya la necesidad de desarrollar rápidamente bases de datos, herramientas y protocolos de medicina espacial de cara a las próximas misiones lunares, marcianas y de exploración.
Los datos de estas investigaciones forman parte de un Atlas Médico y Ómico Espacial (SOMA).