Pedro Bárcena González

Con los alegatos de los intervinientes y la declaración del acusado, comenzó ayer el juicio por el asesinato de una adulta mayor en la isla Caguach, comuna de Quinchao. Su esposo la mató partiéndole la cabeza a palos. Un femicidio por el cual el agricultor arriesga presidio perpetuo calificado.

Ante la sala presidida por el magistrado Patricio Carrasco del Tribunal Oral en lo Penal de Castro se inició el debate por el crimen registrado el 3 de septiembre del 2022, cuando la víctima de 63 años fue atacada por su cónyuge y padre de sus 4 hijos, de iniciales J. A. L. V. (62), quien empleando una vara de cripresillo de 2,2 metros de largo la atacó en reiteradas ocasiones.

La agresión fue a unos 15 metros de la casa que compartían y la mujer sufrió a los menos 19 lesiones, como lo estableció la autopsia del Servicio Médico Legal (SML) de Ancud, tres de ellas en la cabeza que le costaron la vida, en especial una de 15 centímetros con pérdida de masa encefálica.

El testimonio del también alguero marcó la primera jornada de audiencia. Admitiendo su autoría en el delito, pero atribuyendo una agresión previa de su esposa y la influencia del alcohol en su actuar, entregó detalles de esa fatídica noche.

Versión

Por cerca de una hora compareció el isleño en estrado entregado su versión del caso. Incluso, reconoció y tuvo en sus manos el mismo objeto con el que le quitó la vida a su pareja por 4 décadas.

Junto con advertir que estuvo bebiendo vino y chicha por más de 5 horas, el sujeto indicó que "al regresar a la casa estaba el portón amarrado por dentro, así que sale mi señora con un cuchillo para cortar la soga... me amenaza, dice que me iba a matar, tuve miedo. Me tiró un machetazo y me cortó la mano (izquierda, altura del meñique)".

Dentro de la dinámica descrita por quien era campanero de la Iglesia Jesús Nazareno de Caguach, sumó que tuvo que arrancar porque "ella me venía persiguiendo con el arma", ante lo cual sostuvo que "tomé un palo y con ese le pegué nomás", reconociendo que su conviviente estaba de espaldas al recibir los primeros golpes y que también la agredió cuando estaba en el suelo. "Con mi borrachera maté a mi señora", confesó.

Parte de este testimonio fue objetado por el fiscal Javier Calisto, quien sustancia la parte acusadora en este juicio oral, aduciendo contradicciones relativas a la declaración ofrecida por el encartado ante el Ministerio Público el 5 de noviembre del 2022. Cuestionó el supuesto móvil de una agresión previa de la mujer, como la forma de comisión de la embestida.

Remarcó el persecutor que, en los antecedentes vertidos inicialmente por el acusado, admitió que la herida que sufrió en la mano fue producto del corte de la soga por parte de la víctima, agregando que también dijo en aquella diligencia que la golpeó cuando estaba de pie y varias veces en el piso.

El abogado insistió en esta postura, en especial para fundamentar el concurso de las 5 agravantes que invocó para llegar a la pena máxima de nuestra legislación.

"No hay mayor controversia con la existencia del delito y la participación del imputado. Sin embargo, hay varios factores agravantes que incidieron en el caso. Esto ocurrió de noche y en un sector despoblado, afectando a una mujer, quien no sólo era la cónyuge, sino que también era de la tercera edad", explicó el jurista.

Asimismo, la fuente consignó que "se configura la alevosía, puesto que se obró sobreseguro. (El encartado) usando un objeto contundente se asegura del resultado (mortal), mostrando un total menosprecio hacia la víctima".

Querellante

Thomas Patri, abogado del Servicio de la Mujer y Equidad de Género (SernamEG) de Los Lagos, en calidad de querellante en representación de una de las hijas de la occisa, adhirió a las pretensiones fiscales, sumando en sus alegatos que "con la contundente prueba reunida se logrará acreditar el femicidio y la forma de comisión, puesto que se debe considerar la forma en que le quitaron la vida a la víctima".

Enfatizó el profesional que "estamos ante un crimen de género, el cual demuestra el total desprecio a la dignidad de la mujer", recalcando que igual debe ser recogido por los sentenciadores "la enorme extensión del mal causado, tanto para los hijos de la víctima, toda su familia y la comunidad de Caguach". Por ello, instó a que "la pena debe ser proporcional a la gravedad de estos hechos", justificando el perpetuo calificado.

La audiencia continúa hoy con la exposición del resto de los medios probatorios. Ya se han liberado testigos, pero se estima que el juicio se extienda por el resto de la semana.

"Estamos ante un crimen de género, el cual demuestra el total desprecio a la dignidad de la mujer".

Thomas Patri, abogado querellante del SernamEG, en representación de una hija de la víctima fatal.

El defensor Nelson Troncoso no eludió el impacto que generó este caso, señalando que "los hechos cambiaron la vida de 4 hijos". Pero puntualizó que todo debe ser analizado desde un prisma objetivo y en base a la evidencia presentada que, a su juicio, permite establecer la existencia de aminorantes de responsabilidad. "La participación de mi representado es activa en el esclarecimiento de los hechos. Declaró, permitió que fotografiaran su cuerpo y ser sometido a examen de ADN; intervino en la reconstitución de escena y se realizó pericias sicológicas, por lo cual su colaboración en la causa es sustancial", mencionó el jurista. Agregó como otra medida que "pudiendo eludir la acción de la justicia, el imputado no se dio a la fuga, relató a un familiar los hechos, pidió que se llamara a Carabineros, guió a la policía hacia el sitio del suceso y confesó su autoría". Junto con pedir que se consideren las "circunstancias personales" del isleño, con relación a su alcoholismo y capacidad intelectual, el defensor busca que no se dicte la máxima pena acogiendo las dos atenuantes y que se descarten las agravantes de los acusadores.