Ignacio Arriagada M. - Medios Regionales

Compartir la cotidianidad con una mascota siempre fue una de las cosas más deseadas por Jairo Machuca. A finales del año pasado su sueño se cumplió, con la llegada de "Loki", un perro de raza beagle. Como este joven oriundo de Viña del Mar no contaba con un vehículo para trasladar a su mascota, optó por una mochila de transporte, un artículo que en el último tiempo ha ganado cierta popularidad en el país.

"No tengo auto y siempre me muevo en micro o colectivo, por lo que la mochila era la mejor opción para trasladar al Loki de forma cómoda y segura. Lo que sí, tuve que averiguar mucho sobre cuál era la mejor para mi perro, porque hay que fijarse bien en el tamaño, en la ventilación, y otras cosas más", relata el joven viñamarino.

Como Jairo, son muchas los amantes de los animales que desean llevarlos consigo a todas partes, que puede pasar por subir un cerro o una simple ida al supermercado a hacer compras. Y, efectivamente, las mochilas son uno de los medios disponibles en el mercado para lograrlo.

A fin de elegir un producto que cumpla con las necesidades y seguridad de las mascotas, un experto compartió acá algunos factores que deben ser considerados previamente a la compra.

Ventajas

Las mochilas para animales domésticos son prácticas y funcionales, y no solo permiten llevarlos de manera cómoda, sino que también garantizan su seguridad durante los paseos y viajes. Al igual que a perros y gatos, también ofrece numerosas ventajas para los amos.

"Lo primero es que el cuidador puede transitar sin limitaciones, ya que con una mochila se puede llevar a la mascota a lugares donde las correas u otros medios no lo permiten. Segundo, potencia el vínculo entre el animal y el cuidador porque están siempre juntos haciendo cualquier actividad. Lo tercero tiene que ver con la sensación de seguridad. Me refiero a que al saber que mi perro o gato está conmigo, seguro, estoy tranquilo", comenta el médico veterinario Claudio Galleguillos.

Consejos

Saber cómo escoger un bolso transportador para una mascota es clave para asegurarle dos cosas: comodidad y seguridad. A continuación, algunos tips.

"El tamaño del animal va a determinar la dimensión de la mochila. Si se compra una pequeña y el animal es grande va a haber problemas, porque este último no podrá moverse ni acostarse, y eso le provocará estrés (...) Yo recomiendo medir a la mascota previamente y luego seleccionar una mochila 10 centímetros más grande que el animal", aconseja Galleguillos.

Uno de los aspectos más relevantes a considerar es el material del producto y los elementos de seguridad que contiene, puesto que, ante cualquier golpe o accidente, no dañará a la mascota. "Hay que fijarse muy bien que el bolso sea de materiales resistentes y cuente con correas o arneses para sujetar al animal (...) También hay que estar atentos a que la mochila tenga rejillas o mallas que aseguren una buena ventilación, ya que esto le permitirá al perro o gato estar frescos y respirar bien", sostiene el profesional.

Una vez que se haya seleccionado la mochila, el médico veterinario aconseja tomar medidas para procurar que la mascota vaya en óptimas condiciones.

"Cada cierto tiempo mirar al animal para ver si está seguro y cómodo. También es bueno realizar pausas frecuentes y sacarlo de la mochila para que se estire y tome agua", señala.

Los perros y gatos son las mascotas más elegidas por las personas para ser integradas a una familia. Los motivos son variados, pero el más destacado es la lealtad que brindan ambos animales a sus amos.

Un grupo de científicos de la Universidad Estatal de Oregon, Estados Unidos, fue más allá y llevó a cabo una investigación para responder la siguiente pregunta: ¿cuál de las dos especies es la más leal a los humanos?

Para contestarla fundadamente, los expertos hicieron una prueba conductual utilizando canes y mininos cachorros y adultos.

Esta consistió en colocar a los humanos y a sus mascotas en una habitación, con el primero sentado en un círculo marcado en el piso. Si los animales entraban en el área, las personas podrían interactuar con ellos. Luego, los individuos dejaban solo a sus canes y felinos de compañía, para posteriormente regresar al mismo lugar.

La prueba fue grabada y demostró que los gatos entre 3 y 8 meses suelen desarrollar un apego seguro con el ser humano. Lo mismo sucedió en un segundo intento con los gatos adultos, quienes de 38, un 65,8% tenía apego seguro y un 34,2% inseguro.

En el caso de los perros, aquellos de entre 3 y 8 meses registraron un apego seguro del 68% y un 33,2% inseguro, mientras que los mayores anotaron un 72,8% y un 37,2%, respectivamente.

A pesar de que los canes ganaron la competencia, los resultados reflejan que los felinos también tienen una capacidad de formar lazos con los humanos.