Vecinos relatan el calvario de cumplir un año sin agua potable en la red sanitaria de Huicha
12 meses van que más de 170 familias del norte de la Isla han debido alterar enormemente su cotidianidad por no disponer del vital líquido a través de los arranques del APR, pues una contaminación mineral lo afecta. Alegan que las autoridades no han entregado solución definitiva.
Indigno, inhumano, insostenible. Esos algunos de los calificativos de parte de vecinos del sector rural de Huicha en Ancud, tras completar un año sin poder contar con agua potable para el consumo humano desde el APR (ahora renombrados en Chile como SSR, sistema sanitario rural) de esta localidad, distante a 20 minutos en auto de la ciudad.
De manera unánime, estos pobladores agrupados en más de 170 familias -inicialmente se habló de 178- acusan que la problemática tuvo su génesis hace 12 meses, cuando la empresa Movitec dio inicio a los trabajos correspondientes al proyecto de asfaltado del tramo Huicha-Caulín, un anhelo de décadas para los residentes y otros chilotes, más visitantes. Las respectivas excavaciones, movimientos de tierra, continuo tránsito de maquinarias, entre otros, según ellos, han ocasionado más de un trastorno para todos.
A raíz de estos acontecimientos, personal especializado de la Seremi de Salud en Los Lagos procedió tiempo después a la toma de muestras fisicoquímicas en la captación de dicho pozo profundo. Los estudios arrojaron alta presencia de hierro y manganeso, con valores que no concuerdan con los índices normales, lo que desencadenó en una prohibición emanada desde el organismo para el consumo humano de agua potable, medida que ya completa un año, con todo lo que ello implica.
Como en la peor de las películas de terror, esta situación dio paso a una verdadera odisea para estos pobladores. En este lugar conviven familias con miembros de todas las edades, algunos de la tercera edad, otros con enfermedades delicadas, algunos sencillamente postrados.
Es el testimonio por ejemplo de José Ulloa, quien debe dializarse periódicamente en la capital provincial, lo cual ya le genera un altísimo desembolso. "Ha sido muy malo porque, primero que nada, soy enfermo y me dializo día por medio, y eso implica un gasto tremendo para mí porque tengo que trasladarme lunes, miércoles y viernes hacia Castro; entonces, tengo que incurrir en otros gastos más, aparte de lo que gasto día a día", confiesa.
Suma que "tengo que comprar agua porque el agua que se está entregando es de mala calidad, y como usted sabe un enfermo no puede estar tomando ese tipo de agua. Gasto un bidón de 25 litros todas las semanas".
restricción molesta
También está el caso de Francisca Caniu, quien por años ha sido parte de esta localidad rural, viéndose enfrentada a un oscuro capítulo en la historia del emblemático sector. "Para mí el tema del agua ha sido complicado porque uno tiene que estarse restringiendo en el tema del consumo de agua, de tomar agua, porque uno tiene que comprarla".
Adjunta la lugareña que "aparte de eso los malos ratos, la ropa que queda muchas veces con el agua que uno lava queda horrible, entonces es harto complicado; harto dolor de cabeza hemos pasado por el tema del agua".
Otro de los testimonios es el de Alan Martinovic, quien asegura que la necesidad ha obligado en muchas ocasiones a tener que hacer caso omiso a la prohibición de consumo del vital elemento, dado que no todos los residentes tienen posibilidad de poder comprarlo.
"Ha transcurrido el tiempo, ya llevamos más de un año que no hemos podido sortear ese tema, estamos recibiendo un agua que no es potable, que todos la están consumiendo a pesar de que está la prohibición por la Autoridad Sanitaria, no nos queda de otra. Hay parámetros a veces que no sirven ni siquiera para regar las plantas, a ese nivel estamos, menos para los animales porque también hay un problema", reclama.
Sobre las ayudas, la fuente sostiene que "la municipalidad, Senapred (Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres) han facilitado camiones aljibes, pero también encontramos la dificultad de que los recipientes están sin tapa con un deterioro dentro del año, y no cumple con las exigencias porque rápidamente se va al cloro y el agua no queda potable tampoco también. Caemos en la misma situación y ese es el inconveniente que tenemos en este minuto a la fecha".
¿Soluciones? Por ahora ninguna concreta exclaman los pobladores de esta zona que por décadas padeció otra molestia: el funcionamiento del vertedero municipal de Ancud. Ellos ven con pesimismo lo que pueda ocurrir en las siguientes semanas, considerando además que aún no se cumple un mes del verano. La falta de agua ha obligado a generar acciones que permitan abastecer con el vital líquido a los distintos grupos familiares.
sistema sanitario
Braulio Triviño, presidente del Comité de Agua Potable Rural (APR) de Huicha, enfatiza que los hechos descritos han sido expuestos ante diferentes entes y autoridades, sin contar por ahora con respuestas satisfactorias. "En la comunidad hay harta gente que tiene problemas de movilidad, de salud, tenemos vecinos que se dializan, hay algunos vecinos que tienen cáncer, entonces la preocupación de nosotros como APR es focalizada hacia esas personas. Lo que me sigue llamando la atención, y lo digo con toda autoridad, es que de parte de nuestras autoridades no les interesemos nosotros", lanza.
Consigna el dirigente que "hace más de un mes que tenemos dos contenedores en el sector de Huicha La Cumbre donde se echaron a perder, dos contenedores de agua usados que ya colapsaron, y esa gente lleva más de un mes sin opción a tener agua potable porque no hay dinero para comprar. El municipio no cuenta con esos contenedores, hablé con el jefe de gabinete del delegado presidencial (provincial) y me dice exactamente lo mismo, que no hay dinero, que no hay soluciones; entonces, me sigue llamando la atención la indolencia de parte de nuestra autoridad".
Este escenario ha generado inclusive movilizaciones por parte de los vecinos en más de una ocasión.
Acción judicial
Asimismo, en los últimos días la comunidad presentó un recurso de protección ante la Corte de Apelaciones de Puerto Montt, en contra de la mencionada empresa Movitec. Según lo señalado por Carolina Sarquis, abogada patrocinante de este grupo de isleños, la finalidad de esta acción judicial, que también se vincula a una orden de no innovar, es que la firma a cargo del asfaltado paralice faenas, puesto que los afectados apuntan a que son esos trabajos los que han incidido en el problema.
Sobre el proceso que continúa, la jurista explica que "el recurso se declaró admisible el día 10 de enero; nosotros lo que hicimos fue que en el mismo recurso solicitamos a la Corte de Apelaciones de Puerto Montt una orden de innovar; la orden de no innovar quiere decir que se nos conceda a nosotros que la corte ordene a la empresa paralizar todos sus trabajos mientras no hay un fallo definitivo, porque obviamente la sentencia puede demorar incluso uno o dos meses".
Adjunta que "lo que estamos esperando ahora es qué aporte va a entregar la empresa Movitec y qué va a decidir la Corte de Apelaciones en cuanto a que la empresa paralice sus trabajos, sus obras. Hasta que no haya una sentencia definitiva, se designó a la primera sala de la Corte de Apelaciones de Puerto Montt que es la sala que ve los casos más complejos, y ya después se tiene que estar revisando todos los días viernes".
Igualmente, la profesional hace hincapié en que "es la primera acción legal que se toma por parte de nosotros, que es lo más rápido; eventualmente con los aportes de las personas de Huicha y que me han comunicado, esto va a ser materia de otras reuniones; eventualmente habría otras acciones legales a seguir, pero por el minuto solo estamos con el recurso de protección que es lo que estamos esperando ahora y que resuelva (la corte puertomontina)".
"Hay parámetros a veces que no sirven ni siquiera para regar las plantas, a ese nivel estamos, menos para los animales porque también hay un problema".
Alan Martinovic,, lugareño de Huicha.
"Eventualmente habría otras acciones legales a seguir, pero por el minuto solo estamos con el recurso de protección que es lo que estamos esperando".
Carolina Sarquis, abogada, de vecinos de Huicha.
"Hace más de un mes que tenemos dos contenedores en el sector de Huicha La Cumbre donde se echaron a perder, dos contenedores de agua usados que ya colapsaron".
Braulio Triviño, presidente del Comité de Agua Potable de Huicha.
"Tengo que comprar agua porque el agua que se está entregando es de mala calidad, y un enfermo no puede estar tomando ese tipo de agua".
José Ulloa, vecino dializado de Huicha.