Siniestro en iglesia impacta en Chiloé y prende la alerta por la situación local
Red de Cultura de Chiloé apunta que muchas construcciones religiosas de la provincia "se encuentran en mal estado, deteriorándose con el tiempo". Desde la FIP aseveran que se han realizado trabajos de normalización eléctrica en las edificaciones que son Patrimonio de la Humanidad.
Totalmente consumida por las llamas quedó ayer la histórica y centenaria Iglesia Nuestra Señora de la Candelaria en Carelmapu, declarada Monumento Histórico por el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) en 1993.
Sus obras comenzaron en 1913 y luego de varios sucesos naturales comenzó a deteriorarse, por lo que en 2008 debió cerrar las puertas al público debido a los riesgos de derrumbe, quedando así a la espera de una ayuda que jamás llegó.
"Esta iglesia tenía un patrimonio invaluable y, desde un punto de vista histórico, tenía una vinculación patrimonial con Chiloé", comentó Felipe Montiel, director del Museo Municipal de Castro y profesor de historia, quien además señaló que fue una pena haber visto las condiciones en las que se encontraba anteriormente la infraestructura.
Por su parte, Luis Soussi, escritor ancuditano, coincidió en la relación de Carelmapu con la historia del Archipiélago, que más allá de lo geográfico, se centra en lo cultural, incluso que parte de la hoy provincia de Llanquihue dependió administrativamente de Chiloé.
"Toda esta zona históricamente también ha sido depósito de las tradiciones chilotas, en este caso las religiosas. Con la destrucción de este templo se pierde parte de esa tradición, porque el templo no es solamente lo físico; está lo intangible que históricamente ha formado parte de nuestra cultura", expresó el docente.
Con esta situación la inquietud respecto a las iglesias que se encuentran en Chiloé y del riesgo que corren, no se hizo esperar. Ramón Yáñez, presidente de la Red de Cultura de Chiloé expuso que las iglesias patrimoniales de Chiloé pueden correr la misma suerte "porque no se cuenta con financiamiento estable por parte del Estado, por lo tanto, muchas de ellas se encuentran en mal estado, deteriorándose con el tiempo".
Actualmente la provincia cuenta con 16 iglesias declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco: Achao, Aldachildo, Caguach, Castro, Chelín, Chonchi, Colo, Dalcahue, Detif, Ichuac, Nercón, Quinchao, Rilán, San Juan, Tenaún y Vilupulli.
Fundación
Muchas de ellas se encuentran en zonas remotas, donde en casos de emergencia se dificulta la ayuda inmediata de bomberos. En relación a ello, Natalia Cruz, secretaria ejecutiva de la Fundación de las Iglesias Patrimoniales (FIP), indicó que en 2020, a partir del incendio ocurrido en la Iglesia San Francisco de Ancud, que también era Monumento Nacional, se comenzó un proceso de levantamiento crítico. Se pesquisaron "diferentes elementos que pudiesen causar riesgo de incendio y uno de ellos fue la condición del sistema eléctrico", recordó la arquitecta.
Ante ello, desde la FIP se han hecho trabajos de normalización eléctrica de los templos del Sitio Mundial, quedando aún cuatro en condiciones críticas (Ichuac, Vilupulli, Quinchao y San Juan), mientras otras iglesias trabajadas en situaciones complejas son las de Achao, Aldachildo, Chonchi, Castro, Colo, Detif y Caguach.
Asimismo, entre 2021 y 2022 desde la fundación se trabajó un plan comunitario de prevención de riesgos de incendios, en lo que se elaboró un plan de riesgo de protocolo de emergencia, capacitaciones frente al uso de extintores y la mantención de estos artefactos en las 16 iglesias reconocidas por la Unesco.
En cuanto a las condiciones de infraestructura que presentan estas antiguas construcciones religiosas, Cruz expresó que "es una gran preocupación, porque en el caso de las iglesias construidas 100% de madera su deterioro una vez que comienza no hay como frenarlo, en espera de una reparación; las condiciones de esa madera empeorarán y los costos de restauración aumentarán, disminuyendo también las posibilidades de conservar las iglesias con sus valores antiguos".
A pesar de las medidas de prevención, hay una situación compleja de controlar y son los daños intencionados, por lo que se ha trabajado en la instalación de cámaras de seguridad, como en Achao, donde se genera además una gran cantidad de movimiento turístico cerca de la iglesia de madera más antigua de Chile.