¿Cuáles son las claves para formalizar un emprendimiento?
En septiembre el Índice de Incertidumbre Económica subió a su nivel más alto desde mayo. Ante este contexto, el desarrollo de una empresa propia puede ser buena alternativa. Un especialista entrega sus consejos y advertencias.
Ignacio Silva - Medios Regionales
A pesar de que los efectos de la pandemia de covid van quedando en el pasado y la economía muestra tibias señales de recuperación, entre los chilenos todavía es posible identificar inestabilidad ante el panorama laboral.
Más allá de la sensación, hay cifras que lo manifiestan. Por ejemplo, en el trimestre móvil junio-agosto la tasa de desocupación nacional llegó a 9%, estableciéndose como la mayor en más de dos años. Por otro lado, en septiembre el Índice de Incertidumbre Económica de Clapes UC tuvo un alza considerable, lo que da cuenta de los efectos de la desconfianza ante el escenario político y económico interno.
Ante este contexto, una alternativa que emerge es la de emprender. Así lo sostiene Andrés González, contador y CEO de Bufa, una empresa que se define como un club para emprendedores.
"Emprender siempre va a ser una buena opción si es que se cuenta con un buen capital. Los beneficios de emprender son múltiples, al igual que las responsabilidades, pero dentro de los que podría nombrar está la autonomía, la satisfacción personal y la posibilidad de trabajar con propósito", comenta el especialista.
Eso sí, González advierte que dado el contexto actual, lo ideal es comenzar a emprender como un complemento económico.
"Es decir, sin dejar el formato de trabajo formal en primera instancia", asegura. "Hoy las posibilidades de no tener éxito son más altas por lo variable que está el mercado y la competencia".
Sin perjuicio de esto, González señala que lo ideal al momento de comenzar un emprendimiento es hacerlo de forma "legal", formalizando su existencia como una empresa.
"En primera instancia porque es un requisito legal, pero también porque existen muchos riesgos asociados a estafas cuando no hay regularización. Aparte, creo que el principal punto es la confianza del cliente al momento de trabajar con una empresa formalizada", asegura el especialista. "Además, las pasarelas de pago y medios están obligadas a informar al SII (Servicio de Impuestos Internos) sus movimientos y si alguna pyme no formalizada utiliza estas, corre riesgos tributarios que puedan generar grandes multas", acota.
Empresa individual
Andrés González es enfático en señalar que mientras antes se formalice el emprendimiento es mejor, incluso por razones prácticas.
"Cuando te demoras en formalizar ese ahorro de impuestos puede estar subvencionando al negocio, dándote una visión errónea de utilidad", plantea.
Pero, ¿todo emprendimiento se puede formalizar? El contador asegura que sí, siempre y cuando cumpla con la normativa legal.
"Debe tener un nombre, actividad a la que se dedica clara y haber realizado estudios previos de mercado o MVP", profundiza. "En primera instancia se debe tener un domicilio tributario, después de eso la recomendación es comenzar el proceso de creación de empresa con un asesor calificado, de esa forma se evitan errores que demoran el proceso", menciona.
-¿Cuál es el primer paso para formalizar un emprendimiento?
-El primer paso es buscar información y asesoría para evitar demoras innecesarias y errores que entorpecen el proceso; luego de eso recopilar la información y documentos, es importante realizar esto de mano de un contador o entidad que acompañe.
-Existen varios tipos de empresas, como microempresa familiar y empresa individual de responsabilidad limitada, entre otras. ¿Cuáles son estas y cuándo se recomiendan?
-Una opción es regirse con la Ley de Microempresa Familiar, porque este tipo de empresa flexibiliza los requisitos para emprender. Es recomendada cuando el emprendimiento requiere de patentes especiales y esté hecho en donde vive el emprendedor. En cuanto a la EIRL, todo asesor recomienda no partir con el RUT particular, luego depende de la cantidad de socios, la relación entre ellos y cantidad de giros para comenzar a desglosar. La EIRL se basa en un socio, un giro. En cambio, con la sociedad limitada dos o más socio y más de un giro pero la limitante es que, al tener derechos de la empresa, cualquier cambio en la sociedad o accionistas debe ser aprobado por el 100% de los socios.
"Por último -describe la fuente-, las SPA que son las más utilizadas hoy en día, puede tener varios socios, varios giros y los cambios de la empresa deben ser aprobados por la mayoría, pero los socios y accionistas son dueños de su propiedad, por ende, al no haber un pacto especial se pueden ir de la sociedad cuando lo estimen".
"Hoy las posibilidades de no tener éxito son más altas por lo variable que está el mercado y la competencia".
Andrés González,, CEO de Bufa.