El e-commerce ha cambiado de forma profunda al mercado inmobiliario. En los edificios habitacionales nuevos, por ejemplo, es común encontrar recintos especialmente diseñados para recibir encomiendas y, por el lado del segmento de bodegaje, los nuevos proyectos también se han adaptado a las necesidades que generó el comercio electrónico, con espacios versátiles y ubicaciones más céntricas.
Según reportes de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), el e-commerce ya venía experimentando un sólido desempeño y durante la última década pasó de transar USD 730 millones (en 2010) a USD 6.079 millones, en 2019. La pandemia demostró que esto era solo el comienzo: En 2020 se registraron ventas del orden de USD 9.423 millones y se proyecta un cierre de USD 10.976 millones para 2023.
El mercado del bodegaje respondió a este fenómeno e incrementó su oferta en 22%, entre 2019 y 2022, sumando casi un millón de metros cuadrados para alcanzar en total 5 millones de metros cuadrados a fines de 2022. Sin embargo, este crecimiento es aún insuficiente para satisfacer la demanda impulsada por el auge del comercio electrónico, lo que ha desencadenado tasas de vacancia históricamente bajas.
A pesar de que la vacancia creció de 0,4% a 1,2% entre fines de 2022 y este primer semestre de 2023, aún se mantiene por debajo del umbral considerado "saludable" para dicho mercado, que generalmente se sitúa en torno al 5%. Lo anterior ha contribuido en gran medida a un notorio aumento en los precios de arriendo, de hasta 30% en el último año.
En PROurbe somos claros en nuestro diagnóstico: la industria del bodegaje no anticipó la explosión del comercio electrónico y, por lo mismo, no ajustó su ritmo de crecimiento para absorber bien esta demanda. Por lo pronto, al menos en el segmento de gran envergadura se registra un crecimiento relevante de los centros de distribución y logística de plataformas de Marketplace, que han logrado satisfacer la necesidad miles de retailers pymes que no cuentan con sus propias bodegas. No obstante, al intentar expandirse e integrar la logística con puntos de distribución propios, se registra una oferta insuficiente, con precios creciendo a altas tasas.