Pescadores y ambientalistas isleños trabajan por el resguardo de los "bosques marinos"
Pasadas por alto por muchos, las macroalgas no solo tienen alto valor económico, sino son vitales para resguardar la vida oceánica. Pasadas por alto por muchos, las macroalgas no solo tienen alto valor económico, sino son vitales para resguardar la vida oceánica.
Los bosques de macroalgas han sido reconocidos como uno de los ecosistemas más productivos y dinámicos del océano. Cerca de un tercio de los costeros del planeta se encuentran en Chile, llegando a ser destacados por el Banco Mundial debido a su importancia para enfrentar el cambio climático, otorgando además alimentación, hábitat y protección a diversos organismos marinos.
Justamente los mares nacionales cuentan con los bosques continuos de algas más grandes del mundo, muchos de ellos en peligro debido a su extracción indiscriminada y altamente ilegal. El gran problema es que esta acción se da en los bosques submarinos, a diferencia de otros países en que se utiliza este recurso desde cultivos. Este ritmo no está permitiendo su regeneración. Cada año en Chile se incautan 250 toneladas de macroalgas obtenidas ilegalmente, pero las cifras de extracción sin manejo son mucho mayores, lo que está provocando una deforestación submarina severa en el norte y centro del país, por lo que se pretende evitar suceda en las regiones del sur de Chile.
Chiloé no escapa a esta realidad, y ante ello, pescadores de la bahía de Ancud se encuentran impulsando un proceso de implementación de las áreas de manejo y explotación de recursos bentónicos. La iniciativa surge luego de una serie de inconvenientes a causa de la limitación del acceso a espacios para la pesca bentónica entre organizaciones de pescadores artesanales, quienes prácticamente han tenido que competir entre ellos para desarrollar sus respectivas faenas.
Con ello se busca el ordenamiento y la administración de estas pesquerías. En 2013 se promulgó la Ley N° 20.657 que definió la conformación de los comités de manejo de recursos bentónicos, reanudándose así la idea de conformación del Comité de Manejo de la Bahía de Ancud, elaborándose mancomunadamente un "plan de manejo" que se consolida formalmente con un documento oficial en abril del 2017, aprobado por la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca), que abarca el sector este de la península de Lacuy, el golfete de Quetalmahue y la mencionada bahía. No obstante, ya se venía impulsando una serie de iniciativas de manejo sustentable y comunitario.
El objetivo de este proyecto es obtener los mayores beneficios posibles socioeconómicos, educativos y de calidad de vida para los participantes de las pesquerías bentónicas de la bahía de Ancud, promoviendo la recuperación, mantención y explotación de los bancos y praderas naturales en forma sustentable. Para ello se estableció un trabajo priorizado por etapas, recomendando medidas de administración que nacen desde el comité de manejo, siendo más tarde transmitidas a la Subpesca.
Dirigente pesquero
Al respecto, Fernando Almonacid, presidente del Sindicato Muelle de Ancud y de la Federación Bahía Ancud, comenta que "la administración tiene que seguir siendo de los pescadores artesanales porque sabemos las necesidades específicas de las caletas, los servicios que se pueden prestar, las funciones que se deben desarrollar en su interior y qué cambios son los que se requieren. Esperamos de la autoridades comunales, regionales y nacionales colaboren con nosotros pero que no se nos imponga nada".
El dirigente añade que "nosotros estamos en un repoblamiento de la bahía de Ancud, aquí son 21 recursos marinos que hay para sembrar. Empezamos acá con el choro maltón y tenemos sembrado luga negra. Asimismo, hay otros productos como la ostra, que hay que seguir sembrando. Después tenemos sembrado luga roja, luego que fuimos a instalar unos bloques para que la luga se pegue, se peguen en eso y está yendo muy bien con el repoblamiento de la bahía. Importante decir que se le puso una veda a la luga, que fue muy buen resultado, que hasta la fecha nos ha dado".
Junto con ello, el isleño enfatiza que se debe llevar a cabo una transformación respecto a almejas, "para que sigamos repoblando nosotros aquí en la bahía y eso es lo que tenemos, lo que estamos desarrollando en este espacio concesionado aquí en la bahía Ancud. Eso ya está como hace 7 años, sin sacar la producción. Eso tenemos que trasladarlo a otros sectores y que ahí vamos a ir repoblando con lo mismo".
Almonacid señala que buena parte de lo que se está haciendo se impulsa con el propio esfuerzo colectivo, "con nuestro querer", indica, agregando: "No con plata del Estado todavía, salvo en la traslación de almejas donde nos dieron un poco de plata".
Respecto a las macroalgas pardas o bosques azules presentes en este espacio, resalta que desde antes que se estableciera formalmente el plan de manejo, no se permitía su extracción. Explica que "dentro del repoblamiento de la bahía, el huiro no se saca. Un tiempo, por ahí como el 2010, estuvieron sacando huiro, pero nosotros no lo permitimos, porque allí es donde se producen casi todos los recursos marinos, como es el erizo, la lapa, en fin, de todo se producen en los huiros". Tampoco se aprueba la extracción del sargazo, recurso con el que se alimenta a abalones.
El plan de manejo inicial, cuyo proceso de elaboración tomó dos años, trabajó sobre 25 recursos bentónicos establecidos por el comité: 9 de ellos son algas, 11 moluscos y 4 corresponden a otras especies (erizo, pepino de mar, piure y picoroco). De estos se priorizaron ocho para la primera fase: luga roja, luga negra, choro zapato, ostra chilena, almeja, pelillo, huepo y chicoria de mar.
campaña
En torno al resguardo de estos ecosistemas, Juan Carlos Viveros, coordinador de la campaña ciudadana Salvemos los #BosquesAzulesCL de la Patagonia, expone que "al ir estudiando la situación de lo que sucede con la extracción y también conservación de estas especies de macroalgas en las 3 regiones patagónicas (Los Lagos, Aysén y Patagonia), ha sido una grata sorpresa encontrar en nuestro archipiélago chilote lo que hacen los pescadores en la bahía de Ancud".
Suma que "creemos que es una experiencia digna de ser mostrada y replicada en otros lugares de Chiloé, del sur de Chile y del país. Estos bosques marinos deben ser protegidos prontamente, puesto que no solo frenan la emergencia climática capturando CO2, sino que además brindan gran parte del oxígeno que respiramos y son el sostén de las economías locales dado que albergan más de 150 especies como locos, erizos, jaibas, centollas y más, o sea, generan una economía sostenible, tan necesaria hoy en día".
En este mismo contexto, el geógrafo Álvaro Montaña, también integrante del movimiento ciudadano Defendamos Chiloé, precisa que "estamos trabajando hace poquito, un mes y medio o dos meses en la campaña. La idea es principalmente concientizar, sensibilizar y educar de los múltiples beneficios que estos bosques dan a la sociedad: los más evidentes en la zona sur, más de 150 especies que viven asociadas a los huiros, principalmente loco, lapa, pulpo, centollas, erizos, todas especies de importancia comercial que sustentan pesquerías bentónicas acá en el sur y la Patagonia".
En términos prácticos, el profesional adjunta que "la campaña tiene tres plataformas. La primera es una página web que todavía no está funcionando pero pronto lo hará, se llama Bosquesazules.cl, y de ahí tenemos dos cuentas, una en X Corp (ex Twitter), @bosquesazulescl, y otra en Instragam, @bosquesazules.cl".
trama trópica
Opiniones locales coinciden y destacan la importancia de las macroalgas en Chiloé por albergar una gran variedad de especies marinas, hábitats requeridos y refugio para peces, moluscos, crustáceos y otros organismos. Son consideradas "guarderías o sala cuna" naturales, por ser zonas de protección y alimentación.
Víctor Guaquín es quemchino. De profesión biólogo marino y maestro de gestión ambiental, manifestaba hace un tiempo a la prensa regional que "el Archipiélago de Chiloé está constituido por una diversidad de ecosistemas donde habitan también una gran diversidad de grupos de especies o grupos de animales entre los que están los peces, los moluscos y las algas. Estas últimas son el inicio de la trama trófica y tenemos las microalgas y las macroalgas".
Fundamentaba que las macroalgas "son un grupo bastante poco visualizado dentro de la comunidad en general y en el país; se puede decir debido a que como consumimos peces y moluscos, es lo que más podemos ver en nuestro día a día; y este grupo que es tan primordial está un poco rezagado en cuanto a la educación o cómo nos muestran estas especies, tanto en la educación básica o media, no pudiendo como niños entender cómo funciona el ecosistema nuestro alrededor".
Pescadores y ambientalistas isleños trabajan por el resguardo de los "bosques marinos"
"En la zona sur, más de 150 especies viven asociadas a los huiros, principalmente loco, lapa, pulpo, centollas, erizos".
Álvaro Montaña, geógrafo de Defendamos Chiloé.