Ante el maltrato, diálogo
El alza de las denuncias por acoso, malos tratos y agresiones hacia los docentes registrada por la Superintendencia de Educación, nos llaman a una reflexión ante la violencia dentro y fuera de las escuelas. Estas conductas son producto de la falta de una educación integral que retorne el desarrollo humano y los valores como el respeto, la empatía y el bienestar a las comunidades.
En nuestros 20 años trabajando en educación integral podemos decir que existe la necesidad de priorizar roles, funciones y aprendizajes para enfrentar las necesidades actuales. Solo así creemos que se podría avanzar hacia un nuevo paradigma que, en contraste con el actual, permita generar nuevos patrones de diálogo y emprender un cambio urgente hacia el desarrollo sostenible.
Vivimos en una sociedad cada vez más individualista y competitiva, donde se valora más el éxito personal que el bienestar colectivo. Las agresiones se han naturalizado a través lo que sucede en los hogares, los barrios y las redes sociales, donde también los niños y adolescentes se han modelado en entornos que replican lo que ven en sus colegios y hogares.
Es importante destacar que los malos tratos no solo afectan a las víctimas directas, sino que también generan un ambiente de miedo y tensión que afecta a toda la comunidad. Esta conducta tiene consecuencias negativas en el aprendizaje, el desarrollo emocional y la convivencia.
Para combatir este clima en las escuelas es fundamental promover una cultura de bienestar, respeto, y empatía. Esto implica entregar a los estudiantes valores de igualdad, solidaridad y justicia, así como fomentar la resolución pacífica de conflictos y el diálogo como forma de vida. Al mismo tiempo, es necesario establecer protocolos de actuación para el resguardo de ambientes adecuados.
Asimismo, es relevante contar con políticas y programas de formación y prevención de la violencia en las comunidades, así como establecer mecanismos de denuncia y sanción efectivos. La participación, incluyendo las directivas de los colegios, padres y docentes, es clave para erradicar estos problemas.