Embarazo: experto insistió en que consumo de alcohol debe ser nulo
El médico sostuvo que no hay tipos de alcohol menos dañinos que otros para el feto. Otra profesional se refirió al consumo de otras bebidas en la gestación.
N. E. - Medios Regionales
Beber alcohol durante el embarazo puede tener graves efectos en el bebé, tales como anomalías cardíacas, problemas de comportamiento, crecimiento deficiente y malformaciones faciales, entre otras. Sin embargo, aún existe bastante desinformación al respecto.
Así lo confirmó Eduardo Faúndez, médico jefe de Ginecología y Obstetricia de Clínica Bupa Santiago, quien además recalcó que la abstinencia de las bebidas alcohólicas durante la gestación debe ser total.
Según el especialista, no existe una cantidad de alcohol inocua y "tampoco hay tipos de alcoholes mejores o menos dañinos que otros". "Para estos efectos, el tomar una cerveza podría ser tan dañino como tomar whisky", aclaró el experto.
Daños al feto
Faúndez sostuvo que el consumo de alcohol puede generar en el feto "malformaciones cardíacas, renales y craneofaciales. Una de las manifestaciones más habituales es el labio superior plano. Además, están los trastornos de espectro alcohólico fetal (TEAF), que se refiere a un grupo de condiciones que pueden verse en alguien que estuvo expuesto al alcohol y que implica problemas de por vida, como inteligencia reducida, déficit atencional, desórdenes del sueño y trastornos de conducta".
"Cuando una mujer embarazada bebe alcohol, este viaja por la sangre y llega a los tejidos y los órganos del bebé. Se metaboliza mucho más lento en el cuerpo de un niño que en el de un adulto, por lo que el nivel de alcohol en la sangre del bebé permanece elevado por más tiempo que en la madre", agregó el galeno.
La matrona Macarena Moreno, de Decidoinformada.cl, expone que no existe un no rotundo para el café. "Hay mujeres que piensan que durante el embarazo no se puede ingerir café, lo que es falso, aunque tampoco podemos decir que una mujer embarazada pueda consumir toda la cafeína que quiera sin preocuparse por las cantidades", sostuvo la profesional.
Según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), sí pueden ingerirse hasta 200 miligramos diarios de cafeína durante la gestación y la lactancia, sin que esto represente peligros. "Para hacernos una idea, podemos considerar que en una taza de café expreso puede haber 40 mg de cafeína, mientras que en una cápsula de café solo puede haber 100 miligramo", aclaró Moreno.
La OMS (Organización Mundial de la Salud) tiene una indicación casi idéntica. Una ingesta excesiva, explica, "puede asociarse a restricciones del crecimiento, reducción del peso al nacer, parto prematuro o muerte intrauterina". En consecuencia, pide disminuir su consumo a las mujeres embarazadas "con una gran ingesta diaria": más de 300 mg por día.
En cualquier caso, la cafeína tiene la capacidad de traspasar a gran velocidad los tejidos del cuerpo humano, incluidos los de la placenta, y durante el embarazo el organismo tarda más tiempo en eliminarla.
"La cafeína se metaboliza y puede permanecer en la sangre hasta cinco horas, por eso se incrementan las posibilidades de que una cantidad peligrosa llegue al bebé. Entonces, es importante consumirla de manera consciente y moderada", sostuvo la matrona.
Algo similar pasa con el té, cuya ingesta según la profesional no debería superar los 200 mg al día, con autorización del médico. "Ahora, por los tés de hierbas, hay que tomar en cuenta que los preparados para las infusiones proceden de plantas medicinales, que contienen extractos que se utilizan en la elaboración de fármacos. No sabemos en qué cantidades pueden llegar al feto, de modo que lo mejor es aplicar el principio de prudencia", manifestó Moreno.
"Porque -siguió- un problema añadido de las infusiones es la sensación de inocuidad que producen en la población general. Mucha gente cree que, procediendo de plantas naturales, no conllevan peligro alguno. Por lo tanto, lo mejor es evitar la manzanilla, la menta, el poleo y lo mejor es optar por una hidratación a base a frutas y agua".
"Para estos efectos, el tomar una cerveza podría ser tan dañino como tomar whisky".
Eduardo Faúndez, ginecólogo.