Sebastián Lelio: "Las creencias son extremadamente peligrosas"
El director chileno estrenó recientemente "El prodigio" en Netflix.
EFE - Medios Regionales
Sebastián Lelio, ganador de un Óscar por "Una mujer fantástica" (2017), viaja en su nueva película, "El prodigio" ("The Wonder"), a la Irlanda rural del siglo XIX para dejar en evidencia el peligro de estar atrapado en un sistema de creencias, tanto hace dos siglos como en la actualidad.
"Las creencias son extremadamente peligrosas, pestañeas y pierdes 50 años de conquistas de derechos sociales", señaló el director nacional en una entrevista con la Agencia EFE en Madrid, España.
Protagonizada por la británica Florence Pugh y recién estrenada en Netflix, la película está basada en una novela de Emma Donoghue, la misma autora de "The Room".
La trama se desarrolla en la región irlandesa de las Midlands en 1862, donde una enfermera inglesa (Pugh) es reclutada para observar a una niña de 11 años, que se mantiene viva a pesar de llevar meses sin comer, y dilucidar si hay truco o es un verdadero milagro, como creen.
Dice Lelio que lo que le conectó con la historia fue la relación que se crea entre ellas, esa "sororidad transgeneracional" frente a un sistema patriarcal y, por otro lado, la confrontación entre la fe y la ciencia, sin que ninguno de las dos caminos les sirva para salir adelante en la situación a la que se ven abocadas.
"Trato de hacer películas donde todos cometen aciertos y errores, no hay villanos", señala el director. "Lo que me interesa es por qué necesitamos un sistema de creencias para operar en un mundo que puede que no tenga sentido", acota el nacido en Mendoza, Argentina.
Lelio despuntó internacionalmente con su cuarto largometraje en solitario, "Gloria" (2013), cuya protagonista, Paulina García, ganó el Oso de Plata a la mejor actriz en la Berlinale y de la que él mismo dirigió una versión estadounidense en 2018, con Julianne Moore al frente. Le siguió "Una mujer fantástica", que gira en torno a una mujer transexual, y con la que ganó el premio al mejor guion en Berlín y el Oscar a la mejor película de habla no inglesa, categoría hoy llamada mejor película internacional.
"El prodigio" tiene elementos en común con esta última, como el hecho de que se trata de cuerpos femeninos en disputa por diferentes fuerzas sociales y de mujeres que toman un camino distinto al mandato social, que representan un grupo de varones.
Pero Lelio es más radical esta vez y rompe la cuarta pared para incidir en lo que cree que es el mensaje principal de la película: en tiempos de "fake news" y de "multiplicidad de relatos colectivos" en las redes sociales, más que nunca "hay que ser responsable con aquello que uno cree".
"Cuando decides creer en algo le das poder, es importante tener el coraje de pensar por uno mismo y elegir conscientemente en qué creer porque es un acto de responsabilidad política", subraya el artista de 48 años de edad.
El proceso chileno
Toda esa reflexión tan en boga sobre la guerra narrativa y quién controla el relato, según Lelio, es válida para analizar la situación social y política en Chile en los últimos años, tras el estallido social de 2019 y el aparentemente contradictorio rechazo en referéndum de la nueva Constitución.
"En mi opinión el proceso de escritura del texto se radicalizó, se hizo una lectura maximalista y el mismo pueblo, con gran sensatez, dijo 'no', no queremos un cambio de la noche a la mañana sino gradual, creo que hoy Chile es un país más de centroizquierda que de extrema izquierda, que es como se sintió ese texto", cataloga el también productor y montajista.
"Lo hermoso es que estamos en un proceso de escritura de un relato colectivo, sabiendo que ha de ser una historia capaz de cohesionarnos durante las próximas décadas, es un proceso difícil, desafiante y lleno de contradicciones pero es un ejercicio admirable", sostiene el creador que se radicó en Berlín en 2013.
"(En Chile) Estamos en un proceso de escritura de un relato colectivo, sabiendo que ha de ser historia capaz de cohesionarnos".
Sebastián Lelio,, cineasta chileno.
"Trato de hacer películas donde todos cometen aciertos y errores, no hay villanos (...). ¿Por qué necesitamos un sistema de creencias para operar en un mundo que puede que no tenga sentido?".
Sebastián Lelio,, director de cine.