Entregan restos de bombero asesinado y hoy los trasladan con honores a Quellón
Más de 167 meses debieron esperar familiares de Jorge Mancilla Miranda (37) por las osamentas. Sus parientes reconocen falencias en la investigación, pero con aplomo siguen buscando justicia.
Con una tranquilidad que solo el tiempo puede plasmar, la familia del bombero Jorge Mancilla Miranda (37) reconoció ayer de manera protocolar sus restos que ya están en la Isla y fueron entregados, pero que hoy retiran desde el Servicio Médico Legal (SML) de Castro. Casi 14 años esperaron para este momento, que ahora les permite vivir su luto y comenzar a despedir al quellonino que fue asesinado.
El también transportista desapareció el 20 de mayo del 2006 en el sector de Díaz Lira, en Queilen. Solo a fines de octubre del 2008 comenzaron a ser halladas sus osamentas, a más de 6 kilómetros de distancia (Quemay). Desde entonces, las evidencias óseas iniciaron un largo periplo, siendo su última estación la sede del SML en Santiago.
Justamente, un equipo antropológico forense de dicha unidad llegó este jueves a la capital chilota a entregar los restos a los parientes de la víctima, dando cuenta de las pericias desarrolladas, las cuales fueron instruidas por el fiscal Enrique Canales, quien igual estuvo en este encuentro.
Como especificó el persecutor, este trámite marca "un hito relevante desde la desaparición de Jorge Mancilla hace 16 años. Ha sido una investigación larguísima y muy compleja, existiendo una deuda importante con la familia, que era entregar los restos mortales, lo que hoy (ayer) se pudo concretar".
Información
En el marco de la cita efectuada en las dependencias del SML castreño, el abogado remarcó que se buscó que los parientes del occiso, "puedan recibir información de las pericias realizadas por antropólogos forenses. Era necesario explicar qué se hizo y además abordar sus dudas".
Igualmente, el representante del Ministerio Público resaltó que la indagatoria se mantiene vigente. "Sigue abierta la investigación, la cual abarca a lo menos dos áreas diversas; una es la pericial, científica, esperando que los avances tecnológicos nos entreguen elementos relevantes para la otra arista, que es la investigativa", acotó. Un equipo especial del Laboratorio de Criminalística de Carabineros (Labocar) de Puerto Montt comanda las pesquisas.
Asimismo, Canales explicó que se mantuvo pendiente por tanto tiempo la entrega de las osamentas, "hasta asegurarse que no íbamos a requerir esos restos para una nueva pericia, puesto que eso significaba exhumar, lo que hubiese generado un nuevo dolor para la familia, lo que no era pertinente".
Este escenario fue entendido por los cercanos a quien era voluntario de la Primera Compañía de Bomberos de Quellón. Su hermano, Yuri Mancilla, sostuvo que se cumplió con algo tan anhelado, como poder tener en Chiloé a Jorge, para despedirlo, sepultarlo y tener dónde visitarlo.
"Todo esto nos da tranquilidad, pese a que todavía no tenemos responsables de su muerte, debemos pensar que ahora lo tenemos con nosotros", mencionó el isleño, reconociendo que han debido batallar ante la lentitud de la indagatoria.
"Si bien, el caso se ha entrampado, hay que reconocer que vivimos en Chiloé, donde faltan recursos para abordar estos hechos. Muchas veces no se puede ir más allá, puesto que todo está centralizado", esgrimió la fuente, sumando que al momento de suceder esta tragedia "nos pilla al debe, sin profesionales competentes, sin medios para realizar ciertas pericias. Las autoridades de turno no se han preocupado de estos casos".
Es más, el vecino del sur de la Isla no dudó en señalar que esta falta de respuestas se debe a estas carencias existentes en la provincia. "Faltan policías, una metodología investigativa para estos casos. Se pedían a Santiago los equipos calificados, que estaban una o dos semanas acá. No se pueden obtener resultados en ese tiempo", puntualizó.
Incluso, Mancilla cree que la misma situación -"la falta de continuidad y capacidad investigativa", como lo calificó- puede servir de ejemplo para no caer en los mismos errores. Sin embargo, esta serie de falencias se sigue replicando actualmente en otros casos de presuntas desgracias ocurridos en Chiloé.
Confianza
Por su parte, Jorge Mancilla Bastías, quien tenía 17 años al momento de desaparecer su padre, relevó la reunión efectuada ayer con especialistas del SML y el fiscal de la causa. Y pese de reconocer la falta de avances y conclusiones, precisó que "confiamos en el trabajo de la policía".
"La investigación sigue y como familia estamos conscientes de lo que se hace y estamos apoyando", indicó el isleño, quien al igual que su tío admitió que las carencias existentes en la Isla jugaron en contra del caso.
"Hay que entender que estábamos en el año 2006 en Chiloé. Si ahora los recursos son pocos o faltan, en ese tiempo aún más. Además, esto ocurrió en un sector rural de Queilen, una comuna mucho más chica. Claramente se cometieron errores tanto de la familia como las policías, puesto que nadie sabe de estos procesos o nace esperando que se le pierda un ser querido", advirtió el quellonino.
Más allá de este lapidaria realidad, la fuente valora que no se haya cerrado la indagatoria y especificó que "si hay o no culpables (por el crimen), a esta altura como hijo no es lo más importante. Quiero que se hagan todas las diligencias que quedan de buena forma".
Fortaleza
Todo este aplomo de una familia que ha luchado por hallar verdad y justicia, en medio de múltiples barreras, se ha forjado con cada golpe. Una receta que no se aprende, sino que se sufre.
"La tranquilidad está en entender esto y vivir con esta mochila... Me tocó madurar de un día para otro, de ser un hijo que estaba en cuarto medio para pasar a hacerme cargo emocionalmente de mi madre y mi hermano... Esto te hace ver las cosas de otra perspectiva. Han pasado 16 años, pero ahora tenemos la calma y confianza que al menos (a mi papá) lo tenemos y podremos entregarle una flor", concluyó Mancilla Bastías.
"Pedimos que se hagan las pericias que han estado estancadas, sin importar el costo, que se agoten las últimas instancias. Así tendremos la tranquilidad que se hizo todo, pese a los resultados".
Yuri Mancilla,, hermano del bombero asesinado en Queilen.
"Lo importante es cómo las familias se pueden reconstruir y seguir caminando, a eso nos abocamos todos estos años, esperando que la justicia haga su trabajo con sus tiempos".
Jorge Mancilla Bastías,, hijo de la víctima.
Detalles de la despedida
La familia de Jorge Mancilla Miranda invitó a la comunidad a despedir al quellonino, quien tendrá una serie de honores por parte de Bomberos. Al mediodía de hoy, los parientes retiran los restos desde el SML de Castro (en el Hospital Augusto Riffart), donde voluntarios de la capital chilota y de Quellón esperarán en formación. El cortejo pasará por el cuartel general castreño y luego, en el sector Nalhuitad, efectivos bomberiles de Chonchi realizarán una cortina de agua y se sumarán a la caravana. Pasando por Molulco, se repetirá la cortina con efectivos de Quellón y Queilen, quienes también se unirán al cortejo. En Coinco se sumará el resto de las unidades de la Primera Compañía porteña. En avenida Juan Ladrilleros la formación bomberil completa rendirá honores a la caravana, que luego enfilará hacia calle Independencia, a la casa de la madre de la víctima. Tras el encuentro íntimo familiar, el cortejo continúa hasta el cuartel general quellonino donde se le realizará una guardia de honor, será declarado como bombero honorario y se descubrirá una placa en la sala de máquinas de la Primera que llevará su nombre. Está programado que a las 21 horas el féretro sea derivado a la sede del Club Deportivo Torino, donde será el velatorio hasta la tarde del domingo, cuando se realizarán los funerales y los restos serán sepultados en el Cementerio Municipal de Quellón.
29 meses pasaron desde el extravío del isleño y la aparición de sus restos óseos.