Diego Gotelli C. - Medios Regionales

Diversas protestas y disturbios se registraron ayer en el país en la tercera conmemoración del inicio del estallido social, en una jornada que pese a comenzar más tranquila que años anteriores anoche tenía desmanes y saqueo a locales.

Las manifestaciones partieron temprano con cortes de tránsito, que en la capital afectaron a rutas de San Ramón, La Florida y Santiago, concentraciones que por la tarde se trasladaron al centro de la Región Metropolitana.

En el Metro un grupo de jóvenes desplegó un lienzo que rezaba que "a 3 años no hemos ganado nada" y el servicio cerró estaciones bajo la Alameda preventivamente por manifestaciones en el exterior. En la superficie, en la avenida se establecieron desvíos de tránsito ante barricadas incendiarias en las calles y las concentraciones de personas convocadas para la tarde.

La concurrencia de manifestantes en Plaza Italia fue baja en gran parte del día por el copamiento policial de la zona, pero creció por la tarde, registrándose además actos vandálicos en los alrededores.

Además de numerosos enfrentamientos entre violentistas y carabineros, un grupo de encapuchados intentó forzar la entrada de un minimarket cercano a Baquedano, lo que fue frenado por transeúntes que los increparon. Luego sí consiguieron saquear un supermercado vecino y una farmacia de Vicuña Mackenna.

A pocos metros, vándalos apedrearon una micro en el barrio Bellavista, generando temor en sus pasajeros que se tiraron al suelo al ver como los vidrios estallaban a su alrededor. "Ese es exactamente el Chile que no queremos", criticó el ministro de Transportes y Telecomunicaciones, Juan Carlos Muñoz.

Los hechos violentos se repitieron en otras regiones. En el centro de Valparaíso la policía intervino ante incidentes tras una marcha estudiantil; en Concepción fue saqueado un minimarket; y en Coquimbo cientos de vándalos atacaron la sede del Gobierno Regional para luego quemar un vehículo particular al interior de una bencinera.

Dd. hh. se tomó debate

Durante la mañana el Presidente Gabriel Boric abordó desde La Moneda su primera conmemoración del 18-O como mandatario, en un mensaje en que recordó las demandas expresadas en las protestas durante el estallido, abogando por una unidad para avanzar en los cambios.

"El estallido no fue una revolución anticapitalista y tampoco, como han querido instalar en los últimos días, fue una pura ola de delincuencia. Fue una expresión de dolores y fracturas de nuestra sociedad que la política, de la cual somos parte, no ha sabido interpretar ni dar respuestas", dijo el gobernante, quien llamó a "tender puentes" y "salir de las trincheras" para solucionar las "necesidades" de la población.

Rememorando los días de agitación social, afirmó que se "dijeron e hicieron muchas cosas excesivas" que llevó la tensión a "un extremo que no debería haber llegado", constatando el "vandalismo" que destruyó barrios y comercios, y los "abusos policiales" que pidió sean sancionados.

"Como Estado debemos asumir que el control policial de esos meses sobrepasó los límites de lo aceptable. Hubo muertos, hubo abusos sexuales, hubo mutilaciones oculares y eso no puede quedar impune, y no se puede volver a repetir", dijo Boric, remarcando que esos actos "no son representativos" de la labor diaria del resto de uniformados.

Dirigentes de Chile Vamos criticaron el "tibio" respaldo a la institución policial y representantes de la UDI acusaron que el Presidente no entiende "la gravedad" de los últimos años, afirmando que tras las protestas "Chile retrocedió siete años en pobreza".

Además, parlamentarios de oposición oficiaron a la Fiscalía y al Poder Judicial a informar las investigaciones por delitos sexuales policiales en el estallido, pues afirman que no hay condenas al respecto.

"Son acusaciones graves a nuestras fuerzas de Carabineros. No debiera el Presidente hacer uso de esas palabras si es que son investigaciones que todavía no están resueltas", cuestionó la presidenta de Evópoli, Luz Poblete.

El diputado republicano Luis Sánchez fue más allá y aseveró que las violaciones masivas a los derechos humanos durante esos meses "es un invento" que "ningún tribunal ha logrado confirmar".

Un informe del Instituto Nacional de Derechos Humanos señala que de las más de 3 mil querellas presentadas entre octubre del 2019 y marzo del 2020 habían 533 personas que denunciaban violencia sexual, sin precisar el estado de sus causas judiciales.

La directora del Centro de Derechos Humanos de la UDP, Lidia Casas, aseguró que hubo una "tónica" de agresiones sexuales o desnudamientos que no han tenido sanciones, excepto un caso de Arica que llegó a un fallo favorable. Según señaló, muchas denuncias no han avanzado por "múltiples factores" que han dificultado la investigación, y como dato contó que de 8 mil causas que han conocido contra agentes del Estado, solo 75 han sido formalizadas.

El debate por los efectos de las manifestaciones también llegó al Congreso, donde parlamentarios comunistas pidieron hacer un minuto de silencio por las "víctimas del estallido", lo que fue impedido por la bancada del partido Republicano. Ellos alegaron que no se buscaba representar a "todos los chilenos que sufrieron las consecuencias del octubrismo violentista", dijo el diputado Johannes Kaiser.