Especialistas alertan sobre preocupante relación entre la inflación y la obesidad
El alto IPC y los reajustes económicos en las familias podrían causar problemas de alimentación que tienen al sobrepeso como una de sus consecuencias finales más comunes. Expertos explican las razones y entregan las claves para evitarlo.
Ignacio Silva
En términos económicos, las noticias más recientes se podrían catalogar como positivas para la mayor parte de los chilenos.
Hace poco más de una semana el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) dio a conocer que el IPC correspondiente a septiembre de 2022 anotó un aumento de 0,9%, el primero bajo el 1% desde junio. Pero pese a la baja, la inflación en el país ha acumulado un salto de 10,8% en lo que va del año.
Este aumento en el costo de la vida podría traer consecuencias insospechadas para la población. Un ejemplo, según los especialistas, son los casos de obesidad, que según lo observado en otras partes del mundo suele subir su incidencia cuando crece la inflación.
"En situaciones anteriores donde se ha constatado una reducción del poder adquisitivo de las familias o bien ha habido un encarecimiento de los productos básicos, se ha relacionado con un aumento de la prevalencia de sobrepeso y/o obesidad, sobre todo en la población infantil", constata Xènia Sinfreu, investigadora y docente de la Universitat Carlemany.
Según su postura, esta correlación se debe a una reducción en las posibilidades, donde las familias "tienden a escoger alimentos o productos más económicamente asequibles pero estos productos suelen ser de una calidad inferior, suponiendo un aumento del consumo de azúcar, grasas poco saludables y sal".
Una mirada similar tiene María Jesús Zepeda, nutricionista y jefa de nutrición de Examedi, quien apunta que "cualquiera sea el factor que afecte el valor de los alimentos, afectará el abastecimiento familiar y con ello la variabilidad y el aporte nutricional de las preparaciones, lo que repercutirá directamente en la malnutrición por exceso".
Sinfreu agrega que esta problemática es especialmente riesgosa por las enfermedades que se relacionan a los problemas de peso. "La evidencia científica no deja lugar a dudas, la relación entre la obesidad y la prevalencia de múltiples patologías, es indiscutible. Se ha relacionado la obesidad con dislipemias, hipertensión, patologías cardiovasculares, entre otras", apunta.
"La obesidad hace años dejó de ser un tema estético, pero ojo, debemos dejar de pensar que con bajar de peso es suficiente", enfatiza por su lado Zepeda. "La obesidad abdominal, que es la acumulación de grasa en el área de la cintura, está asociado a un mayor riesgo de padecer enfermedades cardiacas en un futuro. Además la obesidad como consecuencia de malos hábitos es un factor de riesgo para muchísimas enfermedades metabólicas, tales como la diabetes mellitus, dislipidemia, hipertrigliceridemia, enfermedad renal, gota y problemas de fertilidad".
Cocinar
Ante este panorama, ambas especialistas coinciden en que hay medidas simples que pueden ser un aporte a la hora de evitar la obesidad.
"La primera de todas parece evidente, pero sería cocinar. El gasto en comidas fuera de casa es un gasto fácilmente evitable", aconseja Xènia Sinfreu.
La investigadora también destaca los beneficios de planificar. "Tener planificadas las comidas semanales para comprar lo necesario. Es importante ya que muchas veces vamos a hacer la compra con hambre o sin una idea fija y es mucho más probable comprar productos que no son necesarios. Comprar productos de temporada también nos puede beneficiar económica y nutricionalmente", explica.
María Jesús Zepeda suma estrategias como hacer las compras junto a amigos o familiares en mercados mayoristas y evitar las compras "por si acaso" de "alimentos nutricionalmente menos adecuados como los snack salados, la galletas y bebidas gaseosas".
"También es importante que el menú semanal que incluya al menos dos veces a la semana legumbres sin adición de embutidos, dos veces a la semana una preparación con huevo, dos veces a la semana una preparación con pescado o mariscos o algas y una vez a la semana una preparación que incluya algún tipo de carne", recomienda.
-¿Es posible comer sano con menos dinero? ¿O la inflación produce inevitablemente problemas de alimentación?
-Xènia Sinfreu: Si es posible, aunque no fácil, realizando una compra desde la consciencia, es posible encontrar opciones más económicas, pero igualmente nutritivas. Una opción es delimitar la compra de alimentos más superfluos para poder invertir en productos más saludables. Otra posibilidad es buscar la versión congelada de algunos productos saludables ya que según el producto, puede ser más económico aunque su versión fresca sea más óptima.
"El menú semanal debe incluir al menos dos veces a la semana legumbres sin adición de embutidos".
María Jesús Zepeda, nutricionista
"La relación entre la obesidad y la prevalencia de múltiples patologías, es indiscutible".
Xènia Sinfreu, investigadora y docente de la U. Carlemany