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Netflix acaba de estrenar "Dahmer" una nueva serie creada por su talento más mimado: Ryan Murphy. Es una exploración a la mente de Jeffrey Dahmer quien asesinó a más de 17 personas entre 1978 y 1991.
Andrés Nazarala R. - Medios Regionales
La serie cuenta con 10 episodios basados en la historia real del Caníbal de Milwaukee. Yya está disponible en Netflix.
Si hay algo que Ryan Murphy sabe hacer bien es coquetear con el pop y lo escabroso en beneficio de espectáculos de alto vuelo visual. Su lista de éxitos es larga: "Nip/Tuck", "Glee", "Pose", "Hollywood", "Ratched" y "American Horror Story", por nombrar solo algunas de sus series más famosas.
A diferencia de showrunners que pierden identidad en cada proyecto, Murphy sabe cómo plantar su marca en las casillas que el streaming ha establecido como géneros. Es decir, hay elementos en común entre un musical hecho por él y una oferta de horror. Todo es cocinado con el kitsch y el sexo como ingredientes maestros.
Ahora se suma a la lista un ejercicio en true crime: "Dahmer-Monstruo: la historia de Jeffrey Dahmer", nueva serie de Netflix inspirada en la historia del asesino en serie del título (también conocido como el Caníbal de Milwaukee) que mató a 17 adultos y niños entre los años 1978 y 1991. El caso parece especialmente diseñado para Murphy: hay identidad queer, crímenes escabrosos, perversiones y una sociedad pacata como telón de fondo. En ese contexto, el psicópata pudo burlar a la comunidad y a la policía.
A la serie le interesa la crónica policial -el primer capítulo comienza con su vecina advirtiendo el mal olor que sale de su departamento- pero también la construcción moral del monstruo, apuntando como origen a las turbulencias de su familia durante la infancia. También se pone en relieve el tema de la identidad sexual, con un Dahmer que desde los primeros minutos recorre un bar gay para cazar a su próxima víctima. Murphy sigue con detalle ese encuentro con el fin de generar incomodidad, tensión y suspenso. Es su especialidad. No intenta, sin embargo, empatizar con el asesino ni narrar la historia desde su punto de vista. Esta es una fábula oscura sobre una bestia contada con distanciamiento.
Especialidades de Murphy son también la creación de atmósferas y el uso de canciones pop de época. En este caso, suenan Enigma, Crystal Waters, KC and The Sunshine Band y una pieza especialmente escrita e interpretada por la magistral dupla compuesta por Nick Cave y Warren Ellis.
"Dahmer-Monstruo: la historia de Jeffrey Dahmer" brilla también por la actuación de Evan Peters, actor fetiche de Murphy, quien comparte créditos con Richard Jenkins y Molly Ringwald, la gran musa del cine adolescente de los años '80.
"Teníamos una regla dictada por Ryan: que nunca contaríamos esto desde su punto de vista", confesó el actor en una entrevista reciente. "Como audiencia, no estás realmente simpatizando con él. Lo estás mirando desde afuera", sumó.
Esa es quizás otra característica de la obra de Murphy: su mirada es siempre desde afuera porque, y él lo sabe, el streaming es un territorio de shows adictivos para consumir mientras la vida pasa. ¿Superficial? Tal vez, pero dentro de ese mundo se ha consolidado como uno de los artífices más hábiles e ingeniosos. Ryan Murphy es el Hitchcock de la televisión digital.