Indagan a obrero por intentar matar a su familia en medio de espiral de violencia
Fiscal indicó que el sujeto buscó hacer explotar un balón de gas en casa de Quellón.
Reflejando el impacto que tiene el fenómeno de la violencia intrafamiliar (VIF) en el sur de la Isla, durante la jornada de ayer quedó en prisión preventiva un sujeto formalizado por cinco delitos de esta naturaleza. Incluso, se le imputa la intención de querer atentar contra la vida de su familia, buscando la explosión de un balón de gas al interior de una casa en Quellón.
La escalada de ataques queda de manifiesto, luego que el obrero en mayo fuese condenado por 2 ilícitos de lesiones menos graves, 2 amenazas y un desacato, todos en contexto de VIF y en perjuicio de su cónyuge. Una espiral de maltrato que se repitió en las últimas horas, sumando ahora, incluso, a los propios hijos en común.
Tal como expuso la fiscal Karyn Alegría, los hechos se habrían registrado en el momento en que el encartado llegó en estado de ebriedad hasta el domicilio de su esposa, quebrantando una prohibición de acercarse a ella.
"La mujer se encontraba en compañía de sus dos hijos menores de edad, cuando el imputado procede a golpearla y amenazarla. Luego, la traslada hasta una habitación junto a la hija que tienen en común -de apenas 4 años-, donde las encierra", sostuvo la persecutora.
Continuando con la dinámica de este aberrante caso, la abogada detalló que el delincuente ingresó a dicha pieza, "premunido de un balón de gas que abre e intenta en reiteradas ocasiones prenderlo con un encendedor para provocar una explosión, diciendo que los iba a matar a todos".
El mechero no funcionó y, como especificó la jurista, ante los gritos desesperados del otro hijo, el antisocial emprendió la fuga.
Pese a escapar, Carabineros de la Sexta Comisaría porteña logró la rápida aprehensión del encartado, quien fue puesto a disposición del Juzgado Mixto local.
Durante la audiencia, el defensor Darwin Loreto, incidentó la legalidad del procedimiento, enfatizando que "no se cumplieron con todos los requisitos legales al momento de realizar la detención, puesto que no se informó de esta actuación al defensor o a un abogado de confianza (del imputado), solo hasta la mañana de hoy (ayer), casi un día después del dispositivo".
Más allá de estos argumentos, el magistrado Pablo Farfán decretó el operativo como ajustado a derecho, en especial por configurarse la hipótesis de flagrancia.
En la misma sesión judicial, la fiscal Alegría formalizó una indagatoria contra el sujeto por femicidio tentado, lesiones menos graves, amenazas y desacato (estos tres últimos en contexto de VIF), en perjuicio de su exconviviente; sumando el cargo de parricidio tentado contra su hijita.
La persecutora invocó la cautelar más intensiva, en virtud de la gravedad y número de delitos encausados, como también la reincidencia específica del encartado. Una serie de argumentos "que demuestran que para proteger la integridad de la víctima, la única medida es la prisión preventiva", remarcó.
Accionar
Por su parte, el defensor penal se opuso a esta precautoria, alegando que "la conducta desplegada por mi representado no era la adecuada para causar el eventual resultado de muerte en las personas". Recalcó que su accionar no habría llegado a provocar la explosión.
Junto con cuestionar la existencia de los ilícitos más gravosos, el profesional igual explicó que "no se presentaron antecedentes objetivos para configurar las amenazas".
El juez desestimó estas argumentaciones y dictó la prisión preventiva, confirmando el riesgo que significa la libertad del obrero para la seguridad de las afectadas y la sociedad.
90 días se decretaron para el desarrollo de las pericias indagatorias por esta causa.
10 delitos, tanto con condena como formalizados, suma el obrero en tres meses.