Alza del dólar e inflación
El alza del dólar y la inflación afectan las partidas de los estados financieros de las empresas, aumentando sus activos y pasivos monetarios, lo que tendrá como consecuencia alteraciones en la caja y sus resultados.
Si la situación se mantiene y expande a otros sectores de la economía, los efectos inflacionarios locales y apreciación del dólar darán paso a una recesión que implica para las empresas tomar decisiones respecto de sus activos y deudas financieras en moneda local y UF.
Como efecto dominó, el impacto del alza se traslada a clientes y proveedores, aumentando en los segundos los costos de traslado, logísticos y distribución indexados al dólar. Si la empresa tiene márgenes estrechos, desplazará el aumento al precio de venta, afectando al cliente final en el costo de bienes y servicios. Esto ocurrirá asumiendo el riesgo que decida no comprar o buscar sustitutos, pues el encarecimiento afecta a la ciudadanía, imposibilitando el acceso a esos bienes y servicios.
Las empresas y personas deben evaluar sus estructuras de financiamiento, en los compromisos de mediano plazo, deudas hipotecarias, consumo, entre otras, respecto a la proyección de flujos comprometidos; y analizar cómo mantener el valor de sus inversiones, para no perder valor en el tiempo, y garantizar el pago de deudas. Lo cierto y claro es que hasta el 4 de septiembre las aguas seguirán turbulentas.
Hoy, se debe aprender a leer las señales del entorno y evaluar las decisiones, bajo diferentes escenarios y no sobre una estabilidad permanente.