La inflación está ahogando a Chiloé
Cada día vemos como el costo de la vida golpea más a nuestros bolsillos y mes a mes el dinero alcanza para menos. Lo más complejo es que los bienes de primera necesidad, como la harina, el aceite, las frutas y verduras o los combustibles han incrementado su precio, y si preguntamos el motivo, la respuesta es una sola: la inflación.
Pero ¿qué es la inflación? Es un incremento en el valor de los productos que no se condice con un aumento en el suelo, lo que lleva a que la moneda nacional tenga menor valor. Los precios pueden subir cuando hay un aumento del consumo que supera lo que el sector productivo puede generar, o bien por alzas en los costos de producción. La post pandemia y la guerra en Ucrania han agudizado este escenario, junto a la incertidumbre económica del último tiempo.
Al final, la sensación que nos queda es que Chiloé siempre ha vivido con inflación. Todo es más caro en comparación a otras ciudades y la obtención de algunos bienes es mucho más compleja que en otras partes. El precio de la bencina está por las nubes; ni hablar de la parafina, el gas o la leña. Mismo escenario con la harina, el aceite, las papas y la carne. ¿El precio de los corderos? Mejor ni pensar en un asado.
En este escenario, es una verdadera burla la mezquindad del Gobierno a la hora de ayudar. Ciertamente el bono por carga es insuficiente, ni hablar de la ayuda a las pymes con el tema del sueldo mínimo y su constante negativa a congelar el precio de los combustibles.
Es urgente que los beneficios sean mayores en zonas como Chiloé, que siempre han vivido con inflación. Una situación muy injusta y que, por cierto, explican en parte el rezago que históricamente ha tenido nuestro Archipiélago.