Médica del Hospital de Castro es récord nacional de atletismo
Otorrinolaringóloga de 29 años acaba de pulverizar el registro femenino adulto en los 3 mil metros planos que estuvo vigente por tres décadas. Además, también campeonó en 1.500 hace unos días en Concepción. En Chiloé debe ingeniárselas para compatibilizar sus tiempos y entrenar en una provincia que tiene mucha menos infraestructura que las grandes ciudades. Esta semana competirá en Argentina representando a Chile.
La risueña Josefa Quezada Morales es todo un símbolo de sacrificio deportivo. Con sus 29 años, esta médica otorrinolaringóloga se mantiene vigente en otra de sus pasiones, el atletismo, a pesar de las adversidades para desarrollar esa disciplina en tierras insulares.
Si bien nació en Santiago, su infancia y adolescencia las vivió en Chillán, Ñuble, de donde son sus padres. Y ahora como profesional del Hospital de Castro, debe adaptarse al clima y a las condiciones que no son las mismas para mantener su emergente carrera como corredora, siendo el más reciente logro, el pasado 17 de marzo, nada menos que romper el récord nacional de velocidad que estaba vigente hace tres décadas en los 3.000 metros planos de adultos en damas.
En la prueba de fondo efectuó una marca de 9 minutos, 13 segundos y 72 décimas, doblegando el registro que ostentaba Alejandra Ramos, quien lo impuso el 28 de junio de 1992 en Valencia, España. La hazaña ocurrió en el Campeonato Nacional de Fondo y Medio Fondo realizado en la pista del Estadio Ester Roa Rebolledo de Concepción.
En la ciudad penquista la profesional de la salud también se coronó en los 1.500 metros y alcanzó su mejor registro personal con un crono de 4 minutos y 18 segundos. El certamen lo organizó Fedachi (Federación Atlética de Chile) y la Asociación Deportiva Regional Atlética del Biobío.
"devolución"
-¿Cómo llegaste a Chiloé?
-Saque mi especialidad de otorrinolaringóloga en la Universidad de Concepción con becas ministeriales, las que después de completar hay que hacer la devolución al sistema público y me tocó en Chiloé, en Castro. Llegué en agosto del año pasado, en invierno. A mí me gusta mucho vivir en la Isla; eso sí, ha sido un poco inhóspito para poder entrenar y por las condiciones también. Como vivo en Castro, no hay pista atlética y tengo que entrenar en caminos de tierra, en ripio, campos, y a Ancud vengo solamente los días sábado por tiempo, allí puedo hacer un trabajo más específico (en el Estadio Joel Friz) y para no olvidarse de lo que es correr en la pista.
-¿Desde cuándo que estás vinculada al mundo del deporte?
-Siempre me ha gustado el deporte. Cuando estaba en el colegio (en Chillán) siempre hacia harto deporte, me ha gustado siempre correr. Y en la universidad comencé a hacer un poco más de atletismo. Y después cuando llegué a Concepción a la especialidad, el segundo año que estuve allí, que fue el 2019, conocí a mi entrenador actual que es Jorge Grosser (exfondista olímpico) y me invitó a entrenar. Es muy buen entrenador, muy dedicado, creo que es una de las personas más apasionadas que conozco del atletismo.
-En comparación de lo que entrenabas allá, ¿cómo ha sido tu experiencia en Chiloé?
-Ahora tengo un poco más de tiempo. Aquí trabajo lo que corresponde a mi jornada laboral; y después, me dedico a lo que es entrenar. Y sí, al comienzo fue duro. Me costaba entrenar acá porque cambié totalmente de superficie, no me alcanzaba a recuperar. El primer mes entrenaba día por medio, estaba muy cansada. Y después cuando me adapté, comencé a entrenar todos los días. Y actualmente estoy entrenando todos los días en Castro y los sábados en Ancud.
-Si a nivel nacional el atletismo es difícil, en Chiloé ser atleta profesional es el doble…
-Sí, pero yo no me considero profesional; no vivo del atletismo. Para mí, el atletismo es como un pasatiempo y es como un hobby, porque yo lo paso bien en realidad; yo no gano nada con el atletismo, a mí no me pagan, no recibo ninguna beca, en realidad nada. Esto yo lo hago porque me gusta y me apasiona. Por eso yo no me considero como una atleta profesional, principalmente, porque no me puedo dedicar al cien por ciento, porque no se puede vivir de eso.
"un poco increíble"
-Ya estando en Chiloé, rompiste un récord nacional en Concepción…
-Suena un poco increíble porque efectivamente cuando comencé con mi entrenador jamás se me pasó por la mente ni ser parte de la selección nacional ni mucho menos realizar un récord. Porque, en realidad, en ese momento yo estaba pasando un momento emocional no muy bueno, entonces comencé a hacer atletismo de nuevo porque quería mantenerme activa y quería hacer algo como para mantener mi salud mental mejor. Mi entrenador siempre tuvo mucha fe en mí, pero yo no me lo sentía tan así. Entonces, de a poco, me ido demostrando de que puedo hacer mejores carreras.
-¿Cuáles son tus próximos desafíos?
-Este miércoles viajo a Argentina a participar de los grand prix que son suramericanos en la ciudad de Concepción del Uruguay, y compito el viernes los 1.500 y el domingo, de nuevo, en los 3.000.
Y después de eso, viene el nacional federado, que es como el nacional de todas las especialidades, que es en Temuco. Y después de eso, hay que esperar la confirmación si puedo ir al Iberoamericano (de Atletismo, en Huelva, España) para poder preparar ese torneo.
-Se viene difícil y entrenando igual en condiciones que no son las óptimas…
-Por mi trabajo no me puedo dedicar cien por ciento al atletismo. Como que me gustaría poder hacerlo, pero es lo uno o lo otro. Porque si dejo de trabajar, no tengo ingresos, entonces igual tengo que trabajar. Y ahora en el invierno me pedí un permiso sin goce de sueldo para poder entrenar mejor en Concepción, porque en el invierno de acá la luz del día se acaba más temprano y ahí voy a tener un poco más de tiempo para entrenar. Pero son solo tres meses.