"La expectativa que tengo es que el público chilote se sienta identificado"
El largometraje animado ya se encuentra en salas nacionales y de Castro, y plantea una historia con desafíos, aventuras y mitología chilota.
Germán llegó al Archipiélago junto a su familia hace 10 años. El santiaguino vino de visita y recorrió Quellón, Dalcahue, Curaco de Vélez, Cucao y Chonchi y la historia de su opera prima que acaba de estrenarse en los cines nacionales, "Nahuel y el libro mágico", comenzó en el Archipiélago.
Inicialmente, Acuña contó que las inspiraciones para esta cinta animada comenzaron en este viaje a Chiloé. "Las inspiraciones fueron varias cosas, yo creo que, por un lado, los paisajes y las situaciones, es decir, toda la experiencia estética de estar allá en Chiloé junto a mi familia e hijo. Y también las conversaciones porque tuve la oportunidad de conversar con un profesor de lenguaje de una escuela rural que me contó algunas historias que para mí fueron súper impactantes", relata al teléfono desde Santiago.
"Por ejemplo -detalla-, la historia de una abuelita que había decidido mover su casa a la colina del frente porque ella consideraba que en su casa había mal de ojo, por lo que estaban pasando cosas malas en su familia. Entonces, para combatir eso, su decisión fue mover la casa. Y eso, como una persona no chilota, me llamó mucho la atención porque lo encontré como una especie de realismo mágico y que la gente viviera a ese nivel de profundidad estas creencias que unen lo mágico, cultural y mitológico", dice el director.
La película gira en torno a Nahuel, un niño de 12 años que vive con su padre, un pescador. Sin embargo, este protagonista le tiene miedo al mar, por lo que es objeto de burlas de sus amigos. Su vida también está marcada por la prematura pérdida de su madre. En la historia su progenitor es capturado por un brujo y para rescatarlo, el menor debe enfrentar sus miedos con la ayuda de su amiga Fresia y otros compañeros de batalla. En este punto se entrelaza la mitología chilota con un punto de realidad: la unión familiar.
-¿De qué modo tú propia historia se relaciona con la de Nahuel? ¿Existe algún vínculo?
-Yo creo que en el fondo para cualquier realizador o creador de contenido es un poco imposible escapar de lo personal y volcarlo un poco en la obra. Finalmente son las cosas que uno tiene para echar mano, es decir, las propias experiencias, vivencias, miedos, frustraciones, traumas, etcétera. Entonces hay muchas cosas que son personales y que están en el guion. Yo pienso que, quizá, un punto importante que era común para mí y para Juan Pablo Sepúlveda (coguionista) fue que ambos tenemos relaciones distantes con nuestros padres, entonces, eso fue marcando un poco la temática de la película.
Oscarizado
La cinta de animación 2D (comparada a los renombrados filmes del Studio Ghibli de Japón) llega de la mano de los productores Sebastián Ruiz y Pato Escala, ganador del Óscar por el corto animado "Historia de un Oso". Una obra original de la productora nacional Carburadores, en coproducción con Punkrobot, también chilena, y Levante de Brasil.
-¿Fue difícil contar con todo el financiamiento para la producción completa del filme? ¿Cómo llegó esa alianza con Brasil? En entrevistas anteriores dijiste que hacer una película en Chile "es sangre, sudor y dinero", ¿sigues pensando lo mismo?
-El financiamiento siempre es difícil y conseguir dinero para un largometraje de animación es bastante más caro porque son procesos lentos de producir. Nahuel fue una combinación de diferentes fondos estatales: del Fondo CNTV, Fondo Audiovisual del Ministerio de las Culturas, tuvimos el apoyo de Corfo y de ProChile para la etapa de asistencia a festivales. Y mucha inversión propia (de Carburadores, la productora) y la coproducción con Brasil que, de todas formas, fue minoritaria porque Brasil solo tiene el 20% en la participación de la película y el otro 80% fue levantando en Chile. Además, nosotros como productora tuvimos que redirigir muchas de nuestras ganancias hacia la producción por varios años y eso significó una decisión que tomamos como productora que, de alguna forma, igual nos puso en una situación más frágil financieramente.
Según Acuña, "fueron cinco años en total de producción y desde su origen, es decir, desde el nacimiento de la historia de Nahuel, fueron diez años. Por lo tanto, durante todo ese recorrido tuvimos que pulir mucho". De hecho, en el primer guion incluyeron a otros personajes mitológicos que se escapaban de la historia.
"Nos dimos cuenta que las primeras versiones del guion tenían una característica de un guion mucho más épico, muy tipo 'El Señor de los Anillos'. Como de un grupo de personajes mitológicos enfrentados a un grupo de personajes 'reales'. El conflicto era mucho más amplio y, obviamente, nos fuimos dando cuenta que eso nos hacía perder foco en Nahuel, nuestro protagonista. Siempre en el proceso de escritura de guion hay una etapa que se le llama "sacar la grasa", es decir, que uno va limpiando las cosas que no son esenciales para la historia y dejamos lo más importante para la trama principal", menciona el artista.
"mucho respeto"
¿Cómo crees que sea el recibimiento del filme para la comunidad chilota?
-La expectativa que tengo con Nahuel es que el público chilote se sienta identificado con esta historia. Que entiendan que la película se hizo con mucho respeto y, obviamente, es una ficción animada por lo que no es 100% literal y no buscamos en ningún caso ser realistas, sino que es una ficción e interpretación que se hace a partir del universo chilote, pero se hizo con mucho cariño y respeto.
"Nahuel y el libro mágico" ya puede verse en alrededor de 70 salas de cine -entre ellas, Cinépolis en el mall Paseo Chiloé de Castro- a lo largo de todo el país. Calificada, según sus productores como el "mejor ejemplo del animé latino", Acuña adelanta que su próximo largometraje -"La veta del diablo"- se encuentra en la etapa de preproducción y ya tiene toda la parte artística completa. Ahora su desafío es poder conseguir los recursos para producir su próxima obra cinematográfica.