Marcelo Águila Sandoval

Nuevamente el estero Mechai, cauce que abastece a Queilen urbano, presenta un florecimiento algal que tiñe de verde sus aguas. El fenómeno se ha presentado otros años, llevando incluso a suspender el suministro sanitario en parte de esta comuna que en la última década vivió graves problemas con el servicio por altos niveles de cloruro.

Ahora, el panorama se podría volver a repetir, según analizaron vecinos en una reunión que congregó, entre otros, a la Comunidad Indígena Kechalen y el Consejo Comunal de Salud. En la cita se denunció que en las últimas dos semanas el afluente evidencia, además del raro color, viscosidad.

"La floración de la microalga en el estero Mechai ocurre todos los años, unas dos o tres veces al año. No hay una fecha exacta, pero siempre se estima que es durante la primavera hacia la época de verano; puede ser en septiembre u octubre la primera y en enero o febrero la segunda", contó el concejal Ignacio Cárcamo (PR).

"Lo que nunca hemos entendido es por qué las autoridades del momento, es decir, Dirección de Obras Hidráulicas (DIH), no toman la determinación de sacar el agua de ahí. Sabemos que ese lugar es el único afluente que tiene la cantidad de metros cúbicos necesarios para abastecer a todo Queilen", aseveró el edil.

Sobre el eventual peligro o contaminación en el Mechai, Jenny Schmid-Araya, doctora en Biología y Ecología de la Universidad de Londres, aseveró que estudió un análisis del agua con muestras tomadas el 9 de este mes y que detectó toxinas.

"La evidencia científica de varias partes del mundo han demostrado que estas algas de color verde azuladas no pueden ser destruidas, ya sea hirviendo el agua, porque esta célula o colonia de algas produce una toxina que se llama microcistina. Entonces, al hervir el agua se produce el efecto contrario por lo que las células explotan y liberan capacidades masivas de esta toxina que se usa, después de hervirla, para que las personas prepararen té o mate y que puede generar problemas al hígado", enfatizó la experta.

Comunera

Ante estos resultados, Clara Chiguay, representante de la comunidad Kechulen, aseveró que "vamos a exigir a las autoridades competentes que nos den una solución definitiva porque no puede ser que sigamos con este mismo tema por tantos años. Esto es algo muy grave y las autoridades sanitarias y comunales tienen que hacerse presente y responsables".

Misma preocupación tiene la presidenta del Consejo Comunal de Salud de Queilen, Marisol Ramírez, catalogando que "nunca hemos confiado en la calidad del agua que se consume en Queilen, pero como la Autoridad Sanitaria dice que sí es apta para el consumo, lo hacemos. Pero el agua nunca ha cumplido con lo mínimo, es decir, no tiene que tener color, sabor ni olor y acá el agua sale con un color medio verdoso, con mal sabor y sí emana olor".

En tanto, el concejal Cárcamo recalcó que "las diferentes agrupaciones sociales de Queilen han estado en alerta desde hace mucho tiempo, van más de seis años donde la calidad del agua no es real y somos una comuna con 6 mil habitantes aproximadamente y también tenemos derecho a la misma dignidad que tienen otras comunas de Chile".

Según el político, los queilinos "no quieren que le den Alerta Sanitaria y ya no quieren volver a ocupar estanques", mencionando que algunos vecinos "están trasladando agua, en sectores rurales, en botellas varias veces a la semana para poder beber y cocinar. Y otras personas comentan que cuando se duchan después les salen ronchas o tienen problemas de picazón".

Según la lonco Chiguay, este martes se dialogó con la encargada provincial de la Seremi de Salud. "Tuvimos una reunión en Queilen con Fernanda (Matamala) y quedaron en tomar nuevas muestras de agua tratada, ya que cuestionan el informe que nos entregó la doctora (...). Además, esa agua viene de arriba, de la laguna Pío-Pío y antes que nos reunamos con Fernanda me llamó un vecino de ese lugar, quien me dijo que el agua estaba muy verde, lo que es preocupante porque esa agua desemboca al río Mechai y son los vecinos de Queilen quienes finalmente la consumen".

Alcalde

Consultado el alcalde Marcos Vargas (DC), criticó la veracidad del estudio y comentó que "no pasa a ser más allá que un comunicado de vecinos que, evidentemente con justa razón y en forma muy legítima, tienen dudas respecto al agua potable que hoy se consume en la ciudad. Además, lo que se hizo fue una muestra cruda y lo que se debería haber hecho por parte de esta profesional es tomar muestras del agua tratada y no cruda porque (...) no hay que ser epidemiológico para darte cuenta que si tomas agua natural del río saldrá con afectación".

El jefe comunal detalló que "hay sectores altos de Queilen, en algunas poblaciones puntuales, en que el agua no ha salido con buena calidad. Y en otros lugares, por ejemplo, el sector bajo, no hay mayores inconvenientes y el agua hoy día es potable ya que el sistema está más estabilizado que años anteriores". Respecto a las floraciones, mencionó que "se han abordado de muy buena manera y no han sido tan fuertes como en años anteriores".

Recalcando que el líquido de la red urbana es "potable" y que no hay prohibición de consumo desde Salud, el decé recordó que se ejecuta un proyecto de la Dirección de Obras Hidráulicas: "Son cerca de 200 millones de pesos que van a robustecer y mejorar, aún más, el sistema de agua. No digo que el sistema este bueno porque aún presenta falencias y es insuficiente, pero ha mejorado".

De acuerdo a Vargas, tal iniciativa involucra cambiar y colocar nuevas punteras, acotando que se efectuaron "las gestiones para conseguir más recursos para este proyecto que dura cuatro meses y que debería estar listo en abril de este año por parte de la empresa Alzarco".

La Estrella intentó contactar a la encargada de la Autoridad Sanitaria en Chiloé, pero no contestó nuestros llamados.

La doctora Jenny Schmid-Araya sostuvo que el "el florecimiento de esta alga verde azulada es extremadamente serio y debe ser monitoreado en cuánto a las toxinas que producen porque cualquier tratamiento de preoxidación, por ejemplo, agregarle el cloro que se hace en las APR, lleva al mismo efecto; es decir, que las células verdeazuladas se rompan y esto libera, por consecuencia, la microcistina que se acumula en toda el agua. Ahora, una de las soluciones que se usan en el extranjero es remover las células con una tecnología de ultrananofiltración, pero los filtros que tenemos en Chiloé no remueven la toxina que tiene esta agua".