Salud rural en Chiloé: todo un ejemplo en tiempos de pandemia
Las complejidades que ha acarreado el covid-19 en todo el mundo, golpeó con mucha más fuerza a los sectores campesinos, donde se debieron redoblar esfuerzos sanitarios para cumplir con la población más aislada.
La pandemia del covid-19 en Chiloé ha visibilizado lo que ocurre en la ciudad, pero muchas veces se desconoce lo que sucede en los campos, en la ruralidad de las comunas, tendiéndose a pensar -en un comienzo- que el efecto de esta contingencia sanitaria llegaría de manera más disminuida a estos sectores.
Sin embargo, la realidad es otra y efectivamente los contagios han ocurrido con brotes importantes en dichas localidades. ¿Qué ha pasado por ejemplo con la amplia zona rural del Archipiélago respecto a infecciones por coronavirus, la ayuda a la comunidad y la labor de los equipos de salud de esta área?
Testimonios
Para responder esta interrogante sobre la labor que se desarrolla a diario en distintas áreas campesinas de esta parte del país, hemos podido recoger testimonios de quienes están a cargo de esta labor, no menor, considerando la alta población chilota que no reside en la urbe.
A casi dos años desde el arribo de la pandemia a la Isla Grande y áreas del mar interior, se ha realizado un levantamiento de los requerimientos más urgentes, coordinando con diferentes instituciones el modus operandi.
"La atención primaria sobre todo en las postas de salud, ha estado en todo momento funcionando producto de esta pandemia; han estado vacunando, han estado atendiendo a los usuarios, los tens de las postas son los residentes de cada localidad rural, ellos se han mantenido ahí cuidando a su población, a su familia que forman parte de estas postas de salud rural", indicó Maritza Torres, referente del Programa Equidad en Salud Rural del Servicio de Salud Chiloé.
A pesar de la logística, las funciones del personal no han estado exentas de dificultades. Precisó la profesional que "producto de la pandemia se dejaron de hacer acciones de salud como es la promoción, la prevención en salud se vio afectada también, porque obviamente el equipo tuvo que dedicarse a combatir lo que es el covid-19".
En cuanto a las proyecciones del trabajo, sostuvo que "han pasado casi dos años y los equipos ya han podido reactivar la atención primaria, volver a tomar algunas acciones que se habían dejado de hacer. Yo creo que hasta el momento vamos bien en cifras, si bien ha aumentado (la actividad), al momento las comunidades se mantienen haciendo sus rondas médicas. Igual hay equipos de refuerzo que desde sus departamentos se les proporcionó a otros establecimientos para que puedan apoyar a las postas".
De acuerdo a datos otorgados por la misma fuente, el número de familias en Chiloé que son parte de los establecimientos de salud rurales asciende a casi 20 mil, siendo Quellón la comuna que más población agrupa con 14 postas de las 71 que existen en la zona chilota, alcanzado un grupo de 2.600 beneficiarios.
Justamente, haciendo escala en Quellón, el encargado de la salud rural en la comuna del puerto, Martín Ñancupil, también describió las funciones que han debido adoptar para enfrentar la emergencia sanitaria del nuevo coronavirus.
"El análisis es muy amplio, podemos comenzar desde el inicio porque ha sido muy diferente a como estamos hoy. Al inicio de la pandemia hubo mucho temor por parte de los funcionarios y toda la población, porque estábamos frente a un virus que efectivamente no sabíamos más allá su incidencia, que había que aislarse", remarcó el personero.
Sumó el profesional que "la gran mayoría de los funcionarios del sector rural durante ese tiempo nos abocamos a una barrera sanitaria que hubo en la comuna (sector Molulco) y en esa barrera sanitaria participaban los funcionarios rurales".
En cuanto a la actualidad, Ñancupil recalcó que "retomando las acciones propiamente tal, nosotros seguimos funcionando con médicos, enfermeras y matronas, para ver las situaciones puntuales en el sector rural, para no abandonar ni dejar de lado las atenciones, porque teníamos que seguir atendiendo, dándole importancia a algunas atenciones por sobre otras, porque hay cosas que no se pueden dejar de ver".
Añadió que "hoy día esa situación ya ha cambiado por las constantes vacunaciones que ha tenido que realizar el departamento de salud por instrucción del Ministerio de Salud, ya la gran cantidad de gente está vacunada, está inmunizada".
Al norte de la provincia, en el sector de Degañ, la coordinadora del Centro Comunitario de Salud Familiar (Cecosf), Camila Elizalde, también enfatizó en la coordinación que ha existido para sacar adelante las tareas de atención en el periodo pandémico.
"El Cecof de Degañ está cargo de la posta Coipomó, de dos estaciones médico rurales: Chepu y Aguas Buenas. Lo más importante de todo en el inicio de la pandemia es que nuestros pacientes no tenían como trasladarse, ya que el transporte público disminuyó considerablemente, donde nosotros ahí tuvimos que apoyarlos a ellos".
En este marco dio conocer que "tuvimos que ir a entregarles medicamentos, sus leches del programa alimentario a los adultos mayores, los bebés, hacer muchas visitas domiciliarias; hubo que reducir atenciones, respetar el aforo, también aprender y enseñar a respetar el aforo".
Dentro de este mismo contexto, Elizalde detalló que son aproximadamente 2.020 usuarios atendidos entre el cecof propiamente tal, y las estaciones médico rurales antes mencionadas.
Jornada
Una jornada organizada por el Servicio de Salud Chiloé reunió a representantes de postas de salud rural de toda la provincia. En Castro fue la cita para participar de la iniciativa organizada por el Subdepartamento de Atención Primaria del organismo.
Gracias a la intervención activa de los equipos se logró cumplir con los objetivos propuestos de fortalecer redes entre los asistentes y compartir experiencias de buenas prácticas desarrolladas en pandemia.
Así lo confirmó Maritza Torres, referente del Programa Equidad en Salud Rural, quien destacó la labor realizada por los equipos que trabajaron arduamente en el cuidado y salud de la comunidad.
"Los equipos siguieron realizando sus proyectos comunales de salud rural, realizaron mucho trabajo comunitario con los usuarios del territorio, y a pesar de la pandemia hicieron prevención y promoción de salud con su comunidad. Por ello, con este encuentro se buscó fortalecer la salud mental de los equipos de salud rural, entendiendo el desgaste emocional y psicológico durante esta pandemia", puntualizó.
Contó la jornada con la presencia de la sicóloga clínica de la Universidad de Valparaíso, máster en musicoterapia de la Universidad de Nueva York, Natalie Manqui, quien estuvo a cargo realizando un bloque de músicoterapia, además de un acercamiento a los primeros auxilios sicológicos, brindando además otras herramientas de autocuidado.
Lo anterior, con la finalidad de brindar contención a los equipos que se mantuvieron muy activos al servicio de la población atendiendo morbilidad, controles crónicos, realizando talleres, promoción, visitas domiciliarias, visitas integrales a postrados, consejerías, todo con la finalidad de cuidar la salud y bienestar de la comunidad.
Ana María Zegarra, paramédico de la posta Coinco de Quellón, relató que "trabajamos 24/ 7, no paramos. No sabíamos cómo se iba a contener la pandemia, hubo un tema emocional muy fuerte, la comunidad estaba asustada, ansiosa y el trabajo de nosotros aparte de seguir atendiendo fue difícil, pero seguimos trabajando y cuidando a nuestra comunidad".
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Otra de las asistentes, Makarena Pezo, tens de la Posta Rauco en Chonchi, destacó la iniciativa que permitió compartir experiencias del trabajo realizado con la comunidad durante la crisis sanitaria.
Por su parte, Jacqueline Vargas, gestora comunitaria del Cecof Isla Meulín, relató la experiencia del trabajo con las comunidades indígenas, con quienes realizan gotas relajantes y cremas que son entregadas a los usuarios que lo requieren.
Finalmente, los asistentes agradecieron haber participado de la actividad, lo cual les permitió, luego de casi dos años, volver a reunirse y poder compartir experiencias, fortaleciendo de esta manera la salud mental de ellos y continuar cuidando la salud de su comunidad en los territorios más aislados de Chiloé.
"No sabíamos cómo se iba a contener la pandemia, hubo un tema emocional muy fuerte".
Ana María Zegarra,, paramédico de la posta Coinco.
"La atención primaria sobre todo en las postas de salud, ha estado en todo momento funcionando producto de esta pandemia".
Maritza Torres,, referente del Programa Equidad en Salud Rural del SS. Chiloé.