Nadal crítica a 'Nole' y su padre encabeza protesta en Serbia
"Ha tomado sus decisiones, pero hay consecuencias", aseveró el hispano. La familia de Djokovic habló y su progenitor lo comparó con Espartaco.
Nicolás Labra G. - Medios Regionales
Crisis con tintes diplomáticos. El rechazo al ingreso de Novak Djokovic a Australia, y la demora en la definición de su situación a la espera de la labor de sus abogados para saber si podrá disputar el Australian Open en Melbourne o si finalmente será deportado a Europa, ha ampliado las repercusiones del caso a cada minuto.
Ayer fue Rafael Nadal, quien está justamente en Melbourne disputando el ATP 250 Summer Set en esa ciudad, el que dio su opinión sobre el tema y fue tajante en no entregar un respaldo explícito al serbio.
"Si quisiera, estaría jugando sin problemas en Australia. Él ha tomado sus propias decisiones y todo el mundo es libre de tomar sus propias decisiones, pero entonces hay consecuencias", aseveró el manacorí a propósito de la poca claridad de Djokovic respecto a si está vacunado o no contra el coronavirus.
Nadal insistió en que "él (Djokovic) sabía las condiciones desde hace meses, así que ha tomado su propia decisión", y añadió en tono firme que "el mundo ha sufrido suficiente, hay que vacunarse".
Habló el padre
Los dichos de Rafa no los comparte para nada el padre de Novak, Srdjan Djokovic, quien junto a su esposa Dijana y el hijo menor, Djordje, dieron una conferencia en Belgrado (Serbia) dando el apoyo total al deportista, a quien incluso comparó con dos figuras históricas.
"Mi hijo es el Espartaco del nuevo mundo que no tolerará la injusticia, el colonialismo y la hipocresía. Está preso pero nunca ha estado más libre. Se ha convertido en el símbolo y en el líder del mundo libre", afirmó Srdjan, que en otras declaraciones lo comparó con "Jesucristo, a quien crucificaron", y que por eso ahora algunos lo quieren "crucificar, humillar y echar de rodillas".
El padre, que encabezó las protestas pidiendo su liberación del hotel de tránsito en que se encuentra, mencionó que su retoño no violó ningún protocolo, y que su situación es "el mayor escándalo deportivo diplomático de la historia". En Australia, sus abogados reúnen la documentación para presentarla en la audiencia del lunes ante el juez Anthony Kelly.