Joven de 21 años concreta su primer vuelo sin sus instructores en Castro
Tras 20 horas de preparación, la aspirante a piloto privado realizó esta prueba de forma positiva y fue bautizada en el recinto del sector Gamboa.
A sus 21 años Emilia Amado Valdevellano dio un paso clave en su objetivo de convertirse en una piloto profesional: tuvo su primer vuelo sola. Fueron cerca de 15 minutos que consideró dos despegues y dos aterrizajes como parte de su proceso de instrucción que realiza en el Club Aéreo de Castro.
Desde el 2017 que la institución que tiene su sede en el sector de Gamboa no contaba con un alumna femenina que completara esta fase de la instrucción tras 20 horas de vuelo, mismo tiempo en el aire que la joven necesita para completar el proceso y optar a la licencia de piloto.
Tras su primer vuelo sin sus instructores acompañándola, en el recinto del club se produjo una ceremonia que viven los aviadores tras pilotar solos: el bautizo. Un baño de aceite de aviación quemado marcó el ritual en el que participan los instructores de la joven y que representa una bienvenida a este tipo de actividad.
"Desde pequeña me gustó el tema de los aviones, pero nunca indagué mucho en esto. Mi papá tuvo un vuelo este año y le ofrecieron desde el Club Aéreo de Castro que ellos impartían el curso, entonces lo vio como una oportunidad y yo la tomé", relató la joven.
Además, expuso que "nunca me había subido a un avión pequeño antes y me encantó y pensé en dedicarme o como hobby pilotear. Hasta ahora tengo 20 horas de vuelo y a las 20 volé sola, pero el curso cuenta con 40".
Ignacio Tapia y Jaime Cárdenas son los instructores de esta aspirante a piloto que aún requiere de otras 20 horas de vuelo para presentar su examen ante la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) y recibir su licencia de piloto privado en el caso de aprobar.
"Tuve mi primer vuelo sola, fue una experiencia muy linda, tremenda, muy emocionante y liberadora poder volar sola. En minutos pudo haber sido un vuelo de 12 minutos, pero con dos despegues y dos aterrizajes y volar en Chiloé es otra cosa, tiene viento, turbulencia, tiene más y uno aprende mucho más", afirmó la aspirante a piloto.
Igualmente, señaló que "me gustaría ser piloto comercial y para eso debo tener como mínimo 200 horas de vuelo y tengo que hacer el curso de instrumentos y de piloto comercial también, son dos cursos más y espero lograrlo en tres años".
De acuerdo a los registros del Club Aéreo de Castro, la primera mujer piloto de la institución fue Dorys Siater (1955), tras ella vinieron Magda Quintana Sánchez (1966), María Eugencia Seguel (1966), Teresita Ruiz Torres (1966), Nadia Cárdenas Araya (1966). A ellas se sumaron Susana Muñoz Sctwarsenberg (1998), Lorena Orellana (2005), Tania Silva (2011), así como las alumnas Trinidad Hein (2013) y Jessica Armijo (2017).
"Hasta ahora tengo 20 horas de vuelo y a las 20 volé sola, pero el curso cuenta con 40".
Emilia Amado,, aspirante a piloto privado en Castro.