¿Qué tan protegido está el Fuerte San Antonio de Ancud?
Hechos delictuales han expuesto la vulnerabilidad con la que cuenta este sitio histórico para la provincia de Chiloé. Entidades gubernamentales y el municipio local, repasan acciones sobre el cuidado y resguardo de la fortificación.
Los actos de vandalismo contra el Fuerte San Antonio de Ancud hace unos días, han vuelto a poner en discusión lo expuesto que se encuentra este histórico lugar ante flagelos de este tipo. Una escasa seguridad, principalmente en lo que respecta a sus accesos, ausencia de cuidadores por las noches y falta de iluminación, han sido parte de los problemas dejados en evidencia en el último tiempo.
Los hechos se remontan específicamente al martes 4 del mes en curso, cuando desconocidos efectuaron una serie de rayados que afectaron principalmente a los cañones y al monolito que recuerda la anexión de Chiloé al territorio continental, ocurrido en 1826. También fueron pintados con espray los antiguos murallones de cancagua que rodean a la fortificación española, única de su tipo emplazada en el sector urbano de la ciudad (calle Lord Cochrane con San Antonio).
Tras lo ocurrido, el debate se ha centrado por estos días en la búsqueda de fórmulas que permitan en un mediano plazo poder restaurar estos daños. La única alternativa que existe actualmente es la presentación por parte del municipio local de un proyecto que deberá ser visado por el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN).
Historia
Para entender correctamente los pasos a seguir, es fundamental conocer la historia de este turístico lugar. De acuerdo a los libros, el Fuerte San Antonio, también conocido como Batería de San Antonio, fue una fortificación militar que data de tiempos de la colonia española.
Desde 1767, cuando Chiloé pasa a depender directamente del Virreinato del Perú, se inicia la construcción de una serie de fortificaciones con el objetivo de proteger el borde costero de la amenaza de piratas y de otras potencias extranjeras. Es en este contexto que se funda el Fuerte de San Carlos, núcleo de la futura ciudad de Ancud, y las baterías marítimas de Poquillihue, El Muelle (o El Carmen), Campo Santo y Tecque.
Esta última instalación sería encargada por Manuel de Zorrilla y construida en la Punta de Tecque entre 1770 y 1780, con capacidad para cuatro cañones. Este es el antecedente inmediato de la actual Batería de San Antonio. Al igual que las demás fortificaciones de Ancud, San Antonio tuvo un rol importante en la defensa de la ciudad durante la guerra de independencia hasta 1826.
En enero de ese año, producto de la ya extensa resistencia en solitario como último bastión de España en Sudamérica, la ciudad fue finalmente rendida a las tropas independentistas, y los milicianos realistas se replegaron a zonas rurales, donde finalmente fueron vencidos en las batallas de Pudeto y Bellavista.
A la fecha, según lo detallado por el destacado historiador ancuditano José Ulloa, "su calidad legal hoy es sitio arqueológico, propiedad del Estado a través del Ministerio de Bienes Nacionales. Separado del sitio del Polvorín-Fuerte Real que tiene rango de Monumento Histórico Nacional", precisó.
Gobierno
Lo anterior cobra cierta relevancia, puesto que ha existido cierta equivocación referente a la verdadera categorización de este sitio.
A modo de resumen y tal como hacía mención el profesor de Historia y Geografía, aquí aparece el Fuerte San Carlos, también conocido como Polvorín, recinto que también es parte de la red de fortificaciones iniciadas en Bahía Lacuy en 1768, con el propósito de asegurar el tránsito de las naves de comercio de las colonias de España en América. A diferencia del San Antonio, este espacio ubicado en calle Baquedano, está catalogado como Monumento Histórico por parte del CMN.
"Efectivamente este lugar esta amparado y está declarado como Monumento Arqueológico; en ese sentido, dentro del plano regulador que tiene la comuna de Ancud está declarado como Sitio de Interés Histórico, y es por esa razón que el municipio ha tomado en cierto sentido la administración de este Monumento Histórico, entonces ahí está esta nebulosa", explica Jorge Moreno, seremi de Bienes Nacionales.
Igualmente, el personero señala que "de partida nosotros no tenemos la administración de este inmueble, también porque está dentro de la línea de los 80 metros que administra la Armada, entonces ahí tenemos dos interesados en la administración, la Armada y la municipalidad, que a través de su plan regulador lo ha declarado como Sitio de Interés Histórico".
Por su parte, la Seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio en la Región de Los Lagos, Paulina Concha, comenta que se iniciará una labor conjunta entre su ministerio y el de Bienes Nacionales "a través del Consejo de Monumentos se va a hacer un levantamiento de esta información; este es un sitio que no ha sido declarado como Monumento Nacional. Haremos un trabajo en conjunto".
Municipalidad
Repasando algunos conceptos y solo mediante un proyecto que deberá ser visado por el mencionado Consejo de Monumentos Nacionales, la Municipalidad de Ancud tendrá que ir en búsqueda de las alternativas para subsanar el perjuicio ocasionado en el Fuerte San Antonio.
Nicolás Olave, encargado de la Oficina Municipal de Turismo, consigna que al tratarse de una infraestructura propiedad del Ministerio de Bienes Nacionales, se dificulta todo tipo de intervención directa de sus instalaciones.
"Ya se cruzó información con Monumentos Nacionales y Bienes Nacionales con respecto a este tema, se está trabajando en coordinación con Monumentos Nacionales para así ellos darnos los mejores lineamientos y así nosotros como municipio realizar las reparaciones. No es pasar una lija, un par de brochas y problema solucionado, si no que el problema va más allá", aclara.
Agrega que "nosotros como dirección de Turismo y Fomento Productivo, tenemos como objetivo conseguir la administración efectiva como municipalidad de estos espacios, por lo tanto vamos a contar con un plan de gestión general de los fuertes, esto siguiendo las recomendaciones que nos hizo Monumentos Nacionales".
En cuanto a las demandas de la ciudadanía por la seguridad in situ del lugar, el profesional indica que "eso nosotros lo queremos plantear dado lo ocurrido ahora, queremos sumar estas nuevas acciones. Aparte de que hay que arreglar lo que queremos incluir estas nuevas solicitudes de luminarias y de guardias en el lugar, por lo menos lo de guardias en el lugar pasa más por una voluntad del municipio, y con esa voluntad se cuenta".
Por su parte, el secretario ejecutivo de la Corporación Cultural de Ancud, Andrés Peña, también interpretó algunas de las acciones que se están desarrollando en pro de la fortificación.
"Estamos consiguiendo algunos servicios, cotizando algunas reparaciones y limpieza del lugar y también estamos a la espera de que se pueda apersonar el Consejo de Monumentos Nacionales y Bienes Nacionales, que son dueños por así decirlo de este espacio. Básicamente estamos a la espera de eso, son ellos quienes tienen la última palabra", argumenta.
"A través del Consejo de Monumentos se va a hacer un levantamiento de esta información; este es un sitio que no ha sido declarado como Monumento Nacional".
Paulina Concha,, Seremi de las Culturas.
"No es pasar una lija, un par de brochas y solucionado, si no que el problema va más allá".
Nicolás Olave,, Oficina Municipal de Turismo.