Alopecia: cuándo sí hay que preocuparse por la caída del pelo
La evidencia demuestra que es normal perder un centenar de cabellos al día, en acciones tan comunes como ducharse, peinarse o dormir. Especialistas entregan sus recomendaciones y explican los factores que inciden.
Ignacio Silva - Medios Regionales
No recuerda el momento preciso, pero Pedro Ulloa (32) dice estar convencido que fue cuando tenía 27 años que comenzó a notar una incipiente calvicie.
"Obviamente a esa edad uno no espera quedarse pelado, pero había entrado a trabajar hace poco así que se lo atribuí al estrés. Al tiempo me di cuenta que tenía algunas zonas con muy poco pelo y se iban viendo más y más despobladas, ahí me di cuenta que mi pelo nunca más iba a ser como era hasta entonces", recuerda ahora.
Pese a su sorpresa inicial, Ulloa entendió su prematura calvicie como una herencia: su padre, cuenta, también experimentó la pérdida de cabello desde joven.
Sin embargo, hay muchos factores que pueden incurrir en la aparición de la alopecia, una afección descrita como la pérdida anormal de pelo en las zonas donde existen folículos pilosos, aunque lo más frecuente es que ocurra en el cuero cabelludo.
"Si bien la cantidad y distribución normal del pelo dependen de la raza, el sexo y la edad, la pérdida de este se puede deber a factores fisiológicos como el envejecimiento y también a factores patológicos, como por daño del tallo piloso o daño del folículo piloso", advierte Carla Muñoz (@dra.carlamunoz_dermatologa), dermatóloga de la Clínica Santa María.
Según la especialista, mientras entre las causas del daño del tallo piloso se pueden contar factores como el "uso incorrecto o excesivo de productos o elementos para el tratamiento del cabello como tinturas o alisadores, así como también trastornos psicológicos como la tricotilomanía (trastorno que se manifiesta por la necesidad irresistible y recurrente de sacarse vellos de alguna parte del cuerpo)", el daño del folículo piloso se debe en general a inflamación que puede ser causada "por estrés, alteraciones autoinmunes, enfermedades crónicas, embarazo, medicamentos, hormonas o por genética".
"Pero pese a todas las causas que pueden influir en la pérdida de cabello, es importante considerar que es normal perder pelo a diario", reconoce Patricio Silva, médico cirujano y decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Central.
Muñoz coincide y agrega: "Es normal perder entre 100 y 150 pelos todos los días, ya que parte del ciclo del folículo piloso incluye crecimiento, reposo y caída".
Pelones
Cada día al bañarse, al peinarse o incluso al levantarse de la cama, Pedro Ulloa veía cómo varios de sus pelos quedaban en la ducha, el lavamanos o en su almohada.
"Sea o no normal, cuando eso pasa uno tiende a asustarse y entrar en pánico", comenta el treintañero.
Pero para la dermatóloga Muñoz, más allá de esas escenas la preocupación debe comenzar cuando la pérdida de cabello se hace evidente: "O sea, cuando notamos una disminución de la densidad pilosa habitual de nuestro cuero cabelludo o cuando se producen zonas de alopecia completa, o 'pelones', como popularmente se les llama".
Silva coincide. "Hay que estar atento a cuando la persona sospecha que está perdiendo cabello más allá de lo normal. Todos perdemos cabellos sin necesariamente ser una enfermedad, pasa a ser una enfermedad cuando la cantidad aumenta demasiado", dice el cirujano.
"En ese caso hay que consultar a un dermatólogo, es lo que corresponde. Ese especialista puede hacer un estudio que se llama trichoscan donde pueden determinar con mayor claridad el grosor y la densidad del pelo, y si hay algún tipo de problema se comienza a investigar el origen y una posible solución", agrega, para luego consignar que hoy en día existen tratamientos hormonales si fuera el caso o incluso implantes de pelo, aunque a su juicio esta última opción todavía no asegura resultados del todo positivos.
Medidas
Con el panorama claro y más allá de factores genéticos, ambos especialistas coinciden en que hay ciertas acciones que pueden ayudar a prevenir o retrasar la alopecia.
"En lo posible hay que tratar de controlar el estrés y también proporcionar las vitaminas, que se sabe que están relacionadas con esto", argumenta Patricio Silva. "En general hay que asegurarse de tener una alimentación completa y proporcionar suplementos vitamínicos. Eso siempre va a ser una ayuda", acota.
Muñoz, por su parte, detalla que las medidas concretas van a depender de la causa que provoque la caída del cabello.
"En el caso de las alopecias por daño del tallo se sugiere evitar tratamientos capilares, peinados o tics que causen tracción del tallo. Ahora, si el caso es por daño del folículo, lo ideal es consultar al dermatólogo para determinar la causa de la inflamación y realizar un adecuado tratamiento", asegura la especialista.