Caso de violencia de género en Quellón pone a prueba a la red de apoyo isleña
Vecina ha denunciado cerca de una veintena de delitos de VIF contra su expareja.
Impacto ha generado el caso de una vecina de Quellón víctima de 19 delitos encausados contra su expareja (desde el 2016), todos en contexto de violencia intrafamiliar (VIF). Los últimos seis -incluye un porte ilegal de arma blanca- formalizados el domingo, gatillaron que el imputado quedara en prisión preventiva y que la red vinculada a este flagelo prendiera las alarmas.
Por dos desacatos, amenazas, daños y violación de morada está siendo indagado el pescador de iniciales M. E. M. N. (33), quien irrumpió en el domicilio de la mujer de 41 años, emplazado en el sector costero de la ciudad, quebrantando una prohibición de acercamiento por sentencia del 26 de febrero pasado, por tres lesiones menos graves y tres desacatos, todos en contexto de VIF.
Más allá que el hombre de mar se encuentre ahora preso en la cárcel de Castro, la institucionalidad se ha movilizado para reunir antecedentes y prestar apoyo a la afectada. Eso sí, tiene que lidiar con una problemática que es constante en estos sucesos: la falta de adhesión de las ofendidas.
Tal como explicó en su momento Carolina Vargas, coordinadora del Centro de la Mujer de Chiloé, "existió una derivación de Carabineros a nuestro organismo en marzo" del año pasado, relativa a una serie de episodios de violencia de género. Sin embargo, la mujer nunca se comunicó con las profesionales del organismo con sede en la capital isleña.
Bajo este escenario, la idea es "mantenerse siempre atentos", como explicó Kattia Galindo, directora de Servicio Nacional de la Mujer y Equidad de Género (SernamEG) en Los Lagos, con el objeto de ofrecer el apoyo jurídico y reparatorio que las víctimas requieran.
La gran meta, como especificó la personera, es "romper los círculos de violencia, que en la mayoría de las veces se extienden por años". Un claro reflejo es lo que sucede con esta isleña que por más de un lustro ha sufrido las embestidas de su exconviviente.
Para conseguir este resultado, la profesional relevó la importancia de la denuncia. Señaló que "es el paso inicial" para una posterior intervención, "que pretende reconstituir desde lo emocional y psíquico" a las afectadas. "También se ofrece representación jurídica ante los tribunales para evitar la retractación, la revictimización y poner fin a la impunidad", añadió.
En cuanto al incumplimiento de medidas de protección por parte de los encartados, la directora sostuvo que "en esto se requiere el apoyo de todos a esa mujer que ha sufrido violencia, de sus familiares, vecinos y amigos, que puedan dar cuenta de estos acercamientos y llamar a las policías para que el desacato sea investigado y sancionado".
Alternativas
Hay coincidencia en lo complejo del fenómeno. Pero existen alternativas para abordarlo y prestar respaldo a las afectadas. Y en el sur de la Isla no están solas. Junto a la cobertura que entrega el Centro de la Mujer, está el Centro de Atención de Violencia Intrafamiliar en Reparación Breve (Cavif) Quellón.
Su coordinador, Carol Barría, detalló que tienen 60 usuarias y que funcionan con una metodología que incluye inicialmente la primera acogida. "Se diagnostica el daño de la persona, tanto en el ámbito de la violencia física, sicológica, sexual y económica. Luego, al entrar al programa se ofrece contención y la intervención correspondiente", apuntó.
Explicó el trabajador social que, según el impacto de las agresiones, se puede derivar a las usuarias a otras instancias (SernamEG, además está el Centro de Apoyo a Víctimas de Delitos del Ministerio del Interior, con sede en Castro). Incluso, igual trabajan con los agresores en talleres de reflexión de conductas o solicitan tratamientos de consumo de alcohol y drogas, como de control de impulsos.
Alcances
Por derivación de la red de intervención y salud, por tribunales y demanda espontánea llegan las víctimas al Cavif, quienes reciben respaldo social, sicológico y jurídico. Eso sí, la base del apoyo legal está centrado en materias de Familia, aunque igual pueden abarcar la asesoría penal. "Cuando las usuarias logran una adherencia con el programa hay que mantenerse. Además, los programas no son excluyentes", señaló Carol Barría, insistiendo en el llamado a denunciar estos casos y acercarse al centro.
41 años tiene la mujer víctima de los ataques en Quellón.
60 usuarias atiende el Cavif de la comuna de Quellón.