Carolina Larenas Faúndez

Alimentación, vacuna, instalación de chip y desparasitación interna y externa fueron los servicios entregados a 71 perros de las comunas de Castro y Dalcahue como parte de un operativo enmarcado en el Plan Veterinario en Terreno de la Gobernación Provincial.

Junto a organizaciones vinculadas a la protección animal se realizó este trabajo que en esta ocasión estuvo orientado a canes que viven en las calles. Del total de atenciones, 37 correspondieron a Dalcahue y 34 a Castro.

Katherine Segovia, veterinaria de la Gobernación de Chiloé, explicó que "nos unimos a la ruta de alimentación de animales callejeros y comunitarios de la Agrupación Hu-manada de Castro, acompañamos en más de siete sectores a distintas mascotas sin dueños para su identificación y su desparasitación".

Asimismo, la profesional comentó que con esto se busca "cuidar el bienestar tanto de las mascotas como de las personas en sí, dando un mayor realce a la salud".

La veterinaria detalló que "los perritos comunitarios son en general mascotas que previamente tuvieron un dueño y fueron abandonados a su suerte y, por ende, como proyecto de tenencia responsable no podíamos estar ajenos a esta realidad, donde las únicas personas que se hacen responsables son agrupaciones animalistas o personas particulares".

La misma fuente también valoró el trabajo que constantemente realizan las organizaciones animalistas con este tipo de situaciones.

Ana María Barrientos, presidenta de la Agrupación Hu-manada Animal, agradeció la salida a ruta de los profesionales de la Gobernación.

"Este es un gran aporte para nosotros y estamos súper felices que se estén tomando en cuenta los perritos callejeros, los abandonados y que colaboremos entre todos a darle un poquito de dignidad. Ahora tienen su carnet al día, sus vacunas al día, ellos merecen el mismo respeto que un perrito que tiene dueño", destacó la dirigenta.

carolina.larenas@laestrellachiloe.cl

Después del resultado del plebiscito, han surgido algunas voces afirmando que el proceso constituyente debe prescindir de los partidos políticos. Y que deben ser los propios ciudadanos independientes los que formen parte de la Convención Constituyente (CC) que discutirá y aprobará la Nueva Constitución.

Lo que corresponde es preguntarse ¿si puede haber una democracia sólida sin partidos políticos?, ¿o si es posible que los movimientos ciudadanos y la sociedad civil los sustituyan?

En los partidos existe una baja confianza, lo que contribuye a que la política sea vista por muchas personas como una actividad distante. Se puede explicar por el abandono de intermediación entre la sociedad y el Estado, por la falta de reclutamiento de cuadros apropiados y formación de políticas públicas. Pareciera que la felicidad y futuro de las personas dependen más bien de la acción de cada una, y no de la acción colectiva-comunitaria.

También ha influido en esta baja de confianza, el que se hayan transformado en estructuras alejadas, poco transparentes, además de los episodios de corrupción relacionados con el financiamiento de la política, los que han tenido gran repercusión pública, contribuyendo fuertemente a su desprestigio, lo que se ve agravado, porque los partidos políticos no han sido activos en establecer normas internas en materia de transparencia de sus actuaciones y decisiones.

El debilitamiento de los partidos políticos ha permitido que algunos piensen que otros actores colectivos, como son los grupos de interés y los movimientos sociales, pueden reemplazarlos. Participando en la elaboración de las decisiones que interesen a su sector, pero sin asumir responsabilidades institucionales, porque lo que buscan es defender intereses que no necesariamente persiguen el interés general.

A pesar de la desconfianza, los partidos políticos son fundamentales e insustituibles en la política contemporánea. Las democracias que mejor funcionan en el mundo, en gran medida, son el resultado de la existencia de sólidos sistemas de partidos políticos.

Conexión

Es necesario mostrar la conexión que existe entre la idea de partido político y la representación del pueblo. Para ello, deben volver a vincularse con la sociedad civil. Fortalecer su identidad y propuesta doctrinaria e ideológica. Robustecer la transparencia en la toma de decisiones. La ciudadanía hoy exige conocer cada vez más. Y partidos con procedimientos poco transparentes o con pocos canales de participación, ya no resultan atractivos.

Los partidos políticos deben re-encantar a la ciudadanía, para lo cual deben elaborar programas con identidad partidaria y establecer mecanismos, más allá del marco legal de democracia interna (probidad y transparencia), de tal forma de facilitar el proceso de re-vinculación con la ciudadanía.

Una democracia sólida y una buena esfera pública requieren de partidos fuertes e institucionalizados. Capaces de otorgar sólida formación doctrinaria a sus militantes. Formar cuadros de profesionales y técnicos que puedan hacer buenos diagnósticos de las distintas necesidades de la sociedad donde les toca actuar. Así podrán transformar sus propuestas en políticas públicas que logren ser materializadas desde el Gobierno y también desde la oposición.

La función de un partido político consiste en articular demandas locales en un contexto mayor, a partir de un discurso político referido al interés general. Dicho rol es insustituible. Otra cosa muy distinta es que los partidos políticos actuales no estén cumpliendo ese rol, pero alguien tiene que hacerlo.

"Los partidos políticos deben re-encantar a la ciudadanía, para lo cual deben elaborar programas con identidad partidaria y establecer mecanismos, más allá del marco legal de democracia interna (probidad y transparencia), de tal forma de facilitar el proceso de re-vinculación con la ciudadanía".

Cozut Vásquez González,, expresidente regional de la Democracia Cristiana