Fabricantes cuentan cómo se adaptan a la ley que veta las bolsas plásticas
Desde hoy el mediano y pequeño comercio no podrá entregarlas. Empresas relatan que diversificaron sus productos, aunque la demanda se habría mantenido por excepciones a la norma. Ferias y panaderías podrán seguir usándolas.
Diego Gotelli C. - Medios Regionales
La bolsa reutilizable se convirtió en el último tiempo en la fiel compañera de todos quienes van de compras al supermercado, uno de los rubros que dejó de entregar bolsas plásticas desde que el 2018 entrara en vigencia la ley que prohíbe su uso en el comercio. A dos años de ese hito, hoy la normativa iniciará su última fase de implementación, haciendo extensiva la restricción a casi todos los negocios que hay en el país, y potenciando aún más el uso de los envoltorios de múltiples usos.
En esta tercera y última etapa, la norma establece que queda prohibida la entrega de estos implementos plásticos en el micro, pequeño y mediano comercio, quienes hasta ahora podían dar dos unidades por cliente.
Así, se diría adiós a las bolsas tipo camiseta que se suelen entregar en los almacenes de barrio, en las botillerías y las librerías, aunque sí las podríamos seguir viendo en las ferias y panaderías, siempre que sean usados para salvaguardar alimentos no envasados (ver recuadros).
"Vemos con satisfacción como muchos locales se han adelantado a la medida y no las entregaban pese a poder darlas, o no las utilizaban porque las personas llevaban su alternativa reutilizable", comentó la ministra del Medio Ambiente, Carolina Schmidt.
Según estimaciones de la cartera, en estos dos años con la ley se ha dejado de entregar 5.000 millones de bolsas plásticas en el país. Para dimensionarlo, calculan que al ponerlas una al lado de la otra se cubriría una distancia de 2,75 millones de kilómetros, que equivale a siete veces la distancia entre la Tierra y la Luna, o 68 vueltas alrededor del planeta. En peso, equivaldría a 31.680 autos juntos.
Forzados a adaptarse
Julio Ruiz vio de cerca el efecto esa reducción de bolsas, aunque desde otra vitrina. Con 38 años confeccionando productos en base al plástico bajo su empresa Junaplas, el empresario contó que en el último tiempo pasó de que las bolsas fueran el 90% de sus ingresos, a que hoy representen menos del 30%. Para compensarlo, ha diversificado sus productos, una labor que venía haciendo desde antes pero que aceleró una vez que entró en vigencia la ley.
Así, ahora en los siete locales que tiene en Santiago se pueden encontrar desde cotillón hasta envases plásticos, cuya venta va al alza por los deliveries. También desarrolló bolsas sustentables, e incluso se compró una máquina para confeccionar empaques de papel. "Los clientes nos dicen que tenemos de todo. Esa es nuestra idea", afirmó.
Pero sabe que no todos en el rubro pudieron soportar el impacto que significó la ley. Asegura que varias empresas dedicadas solo a las bolsas no pudieron reinventarse quebraron, y sus clientes han ido a parar a Junaplas. "Nuestros clientes nos piden menos, pero también tenemos más clientes. Así se compensa la pérdida", explicó.
Algo similar vivieron en Bolsas La Estrella, fábrica de Estación Central con 35 años en el rubro de confección de empaques. Desde su casa matriz dijeron que han logrado mantener sus ventas potenciando otros productos, como los envases desechables, pero también conservando clientes que aún requieren de bolsas, como panaderías o ferias que seguirán autorizadas a emplearlas con condiciones.
Pese a ello, están conscientes de que la demanda puede ir variando a futuro, por lo que producto de la ley han iniciado estudios para ofrecer líneas de productos sustentables. "Partimos con el papel hace un tiempo y ahora estamos revisando cómo trabajar con bolsas tipo camisetas biodegradables, que se venderían mucho más", comentó Maricela González, ejecutiva comercial de la firma.
Alcances de la ley
Esta última fase de la norma contempla que las bolsas plásticas en que se envasan alimentos no están prohibidas (como bolsas de arroz o fideos). Tampoco aquellas que su uso sea necesario por razones higiénicas o para evitar el desperdicio de alimentos. Así, la bolsa de la feria, que va en contacto directo con las frutas o verduras, sí se podrá seguir entregando, aunque el llamado del ministerio es a preferir llevar las reutilizables.
La ley establece multas de hasta 5 UTM ($241 mil) por cada bolsa que se entregue de manera indebida, la que va dirigida al comercio. Para la determinación de la sanción se considerarán además la conducta anterior del infractor y su capacidad económica.
"Con esta ley nos quedará un 30% del consumo original, que se concentrará en las ferias y panaderías.
Julio Ruiz,, dueño de fábrica Junaplas.