El riesgo físico de volver
En Europa son varios casos en que futbolistas sufren las consecuencias del confinamiento, expertos advierten que se debe trabajar con equipos multidisciplinarios para evitar lesiones.
El salto de los clubes europeos a la cancha trajo un nuevo aire al deporte rey. Pese a que fueron semanas en pausa, lo cierto es que la actividad en el Viejo Continente es seguida por varias escuadras que aún no ven una fecha de retorno y toman nota.
Pero no todo ha sido color de rosa en los pastos, la inactividad y los cambios de rutina por la pandemia del Covid-19, saca cuentas preocupantes en lo que respecta de las lesiones. Si se lleva a cifras, según lo publicado por TyC Sports, los 67 días sin entrenar en Inglaterra ha significado 45 jugadores lesionados, en Italia, fueron 57 jornadas de inactividad que trajo 51 deportistas con molestias, así, los casos suman y siguen, donde la rotura de meniscos de Sergio Agüero fue solo una de los 45 casos que anota el fútbol inglés.
Según explica el kinesiólogo Gonzalo Pavez, docente de la Universidad Andrés Bello, dadas las características del confinamiento son varios los factores que se unen y terminan en lesiones, el primer punto es de tipo hormonal dado por los ciclos de sueño.
Según explica el experto "se generan alteraciones porque la musculatura tiene un equilibrio no solo por la contracción voluntaria, sino también por equilibrios hormonales. Eso genera un riesgo cuando la persona intenta hacer ejercicio al mismo nivel o intensidad de siempre porque el músculo no está en su mejor condición".
Al tema hormonal se suman los espacios utilizados durante este tiempo en casa. Según complementa el kinesiólogo, el encierro implica que los movimientos sean más cortos y se conviertan en un riesgo, pues "cuando hacemos actividad al aire libre, nuestro esquema corporal y mental se ve alterado. Por ejemplo, lo vemos en algo tan simple como caminar por la calle, si viene alguien lo esquivamos inconscientemente por nuestro esquema, al estar encerrados esto podría tener una adaptación y dar una menor capacidad de respuesta, lo que podría generar una esguince".
Junto con el diagnóstico que realiza Pavez, la kinesióloga y magíster en Fisiología del Ejercicio, Pía Vallejos da cuenta de otros aspectos que viven los deportistas con el confinamiento y es que "en el deporte más competitivo la musculatura, los tejidos blandos, tendones y ligamentos necesitan tener cierto estrés para mantenerse preparados para una situación. Cualquier deporte al estar entrenando en casa no está recibiendo esta carga, lo que provocará que al volver a la normalidad los jugadores, correrán, chutearán, empujarán y el tendón que estuvo cuatro meses trabajando en una carga menor, tenderá a cortarse o inflamarse producto que las cargas son menores a lo que estaremos expuestos, al menos ese es el caso más común en Europa, donde los índices de lesión son mayores".
El retorno
Si bien los especialistas coinciden en que los planes de entrenamiento para los deportistas de alto rendimiento no se han detenido, lo cierto es que no es suficiente para un retorno seguro. Pavez, apunta a los tiempos de preparación y asegura que "en las pretemporadas, al deportista se le exige con el fin de evaluar las respuestas fisiológicas y la adaptación al ejercicio según sus capacidades. Por lo general, las pretemporadas van entre uno y dos meses, pero ahora debería considerarse un tiempo mayor o en su efecto plantear que las cargas y esfuerzos que se somete a la persona sean más pausada, una progresión más lenta".
Por su parte, Vallejos manifiesta que lo importante es considerar que cada persona es diferente en sus capacidades y por ello, hace hincapié en la planificación. "Es necesario que exista un equipo de trabajo, que hayan kinesiólogos en esta vuelta a entrenar en cancha, también con nutricionistas porque todo eso implica la respuesta de los tejidos. Se necesita un grupo multidisciplinario, muchos profesionales que puedan aportar en la planificación tanto en su casa como cuando haya fecha para entrenar, además hay que considerar que en Europa se programaron muchos partidos en poco tiempo, lo que exige una adaptación del organismo para responder a esa carga alta", cierra.
Segunda pandemia
Una de los puntos que abarca la kinesióloga es como la inactividad se podría definir como una segunda pandemia detrás del Covid-19, dado que las personas en sus casas están más quietas y con ello, al volver a la rutina, se habrá perdido niveles de activación muscular. "La inactividad es la pandemia escondida detrás del coronavirus y por lo mismo, no hay que olvidar que el sedentarismo es la cuarta causa de muerte a nivel mundial, estamos sumando eso a una pandemia pero la inactividad física nos puede llevar a que cuando volvamos a la normalidad estemos más enfermos, más hipertensos y con más diabéticos".
Sofía Navarro Martínez
cronica@laestrellachiloe.cl