Pedro Bárcena González

"La esperanza es lo último que se pierde, pero con todo el tiempo que ha pasado y los nulos resultados ya todo es difícil, parece que nunca sabremos lo que le pasó a mi hijo". Así resumió Elena Manquemilla, madre de Claudio Manquemilla (23), su sentir al cumplirse nueve años de la desaparición del joven. Una confusa noche de 6 de julio del 2011 que marcó el inicio de uno de los casos policiales más enigmáticos de la provincia. Y pese a hallarse el cuerpo del isleño 11 días después, las dudas de su fatal desenlace se mantienen vigentes.

Desolada desde que el calendario se acercaba a esta fecha y tratando de convivir con el impacto de la pandemia por el Covid-19, que no la deja movilizarse ni al cementerio para ver a su ser querido, se mantiene la vecina del sector Terao, comuna de Chonchi. Hasta con dolores de huesos reconoce estar la pobladora, que pese a los esfuerzos realizados no ha logrado vivir el luto por su dolorosa pérdida.

Los despliegues efectuados para buscar respuestas tras el accidente que sufrió Claudio junto a compañeros de trabajo en el cruce Teupa, después del cual se perdió su rastro, como las pesquisas luego de encontrarse su cadáver en el canal Yal el 17 de julio del 2011, ya están en el olvido. Lo mismo que las acusaciones por obstrucción a la indagatoria contra tres fiscales que analizaron el caso, como también contra quien fue el jefe del Ministerio Público en Los Lagos, Marcos Emilfork.

Incluso, como manifiesta esta pobladora chonchina, ya no cuenta con apoyo legal: el jurista Rubén Jerez, el mismo que presentó numerosas querellas y que poco pudo sacar en limpio de esta causa.

"Estamos solos, el abogado ya no está, quedamos a manos cruzadas, sin tener ningún antecedente de que sucedió... nadie habló, no se lograron reunir pruebas", señaló la madre de la víctima, apuntando a los colegas de su hijo, en quienes tenía cifradas esperanzas en que aportaran datos para revelar la dinámica de la muerte de Claudio.

Pese a esta realidad, la vecina sigue pensando que el joven fue asesinado. No puede creer que haya sufrido un accidente en el mar o que se haya lanzado al agua. "Todo fue muy oculto", aclaró, sumando que la exhumación del cuerpo realizada el 5 de octubre del 2015 devolvió los bríos para hallar respuestas.

Hasta el perito Luis Ravanal reveló antecedentes que por lo menos planteaban una eventual intervención de terceros. Sin embargo, hasta la fecha esta línea investigativa no ha prosperado.

fiscalía

Es más, Manquemilla reconoció que hasta la fecha "no hemos tenido ningún contacto personal en Chiloé con la nueva fiscal (Myriam Pérez), quien dijo que iba a venir a la Isla". La familia del joven si en un momento sintió el apoyo o la ilusión de obtener alguna evidencia o impulso en el caso, hoy se siente sola. "Parece que todo está cerrado", señaló Elena.

No obstante, la causa se mantiene vigente. Así fue informado desde la Fiscalía Regional de Los Lagos, donde también se indicó que previo a la pandemia por el nuevo coronavirus "se agotaron todas las diligencias pendientes. Ahora resta el análisis del conjunto de los resultados para adoptar decisiones".

Igualmente, desde la sede del Ministerio Público en la zona fueron claros en señalar que los informes y resoluciones que se adopten tras los nueve años de investigación en los cuales han pasado seis fiscales sin conclusiones hasta ahora, "serán comunicados primeramente a la familia cuando corresponda", recalcaron.

Bajo este escenario, lo único concreto que han tenido estos chonchinos en estos años deberán replicarlo: esperar. Una angustiosa y dramática dilación, mientras reviven la imagen sonriente de Claudio y anhelan estar junto a él en el camposanto de Terao, en fechas dolorosas como este lunes, recordando su extravío, o el 17 de julio cuando apareció su cuerpo, o bien el 23 de este mes, día en que habría cumplido 33 años.

"Con todo el tiempo que ha pasado y los nulos resultados ya todo es difícil, parece que nunca sabremos lo que le pasó a mi hijo".

Elena Manquemilla,, madre de Claudio Manquemilla.

A solo días de un operativo similar en la playa Rahue, comuna de Chonchi, esta vez fue en Ancud el rescate de un ejemplar juvenil de lobo de mar, conocido popularmente como "popito".

Al mediodía del sábado una persona se contactó con la Capitanía de Puerto de Ancud dando cuenta que en la Ruta W-220, en las proximidades de Quetalmahue, "había un lobo de mar juvenil extraviado cerca de unos espinillos", dijo el titular de la repartición, Miguel Ángel Bravo.

Tras ello, se dio aviso al Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca), y conjuntamente ambos organismos constataron en el lugar la presencia del pinnípedo a 5 kilómetros lejos de la costa. "Se efectuó el rescate a través de una jaula de transporte y posteriormente fue trasladado al sector de Chaumán, verificando su buen estado, por lo que fue devuelto al mar", cerró.