Experto critica las medidas anunciadas por el Gobierno para la economía
Jorge Weil, economista de la U. de París y académico de la ULagos, asevera que "no tienen profundidad ni dan cuenta del grave momento".
"Estamos al inicio de una situación desconocida, como si esperáramos el apocalipsis con la esperanza de salir vivos de ella. Lo que viene después de esta recesión mundial es difícil de imaginar. Nuestro sistema económico, nuestra convivencia social y nuestra relación con la naturaleza serán muy diferentes a lo que estábamos acostumbrados".
El análisis es parte de la reflexión que compartió el economista y académico de la Universidad de Los Lagos Jorge Weil, quien desde su disciplina vislumbra lo que se viene para la región y el mundo después de la pandemia del Covid-19.
El docente formado en la Universidad de París enfatiza en que lo que vivimos en la actualidad no es un paréntesis de tres meses de aislamiento "después de lo cual se reinicia un período similar al anterior. Después de esta paralización de los sistemas productivos, nuestras sociedades tendrán muchas bajas y los esfuerzos necesarios para remontar la crisis económica serán muy similares a los de una economía de guerra".
-¿Cuáles son los orígenes de la crisis en que nos encontramos?
-En la situación actual confluyen tres grandes vectores que empujan esta situación de crisis a una profundidad inédita. En primer lugar, el modelo económico en su impacto sobre el medio ambiente hace que los virus se transmitan y muten con daños sanitarios mayores cada vez. Ligado a ello, el fracaso de la globalización nos deja indefensos frente a la extrema dependencia de las dinámicas económicas del país frente al resto del planeta sobre las cuales no tenemos ninguna incidencia.
En segundo lugar, el estallido social de disconformidad de los ciudadanos que se rebelan en contra de la exclusión de un trabajo digno, malas pensiones, débil sistema de salud pública, educación mercantil, privatización del agua y el borde costero, etcétera. Ello coloca a la orden del día un cuestionamiento a las reglas de organización de la convivencia en Chile. Eso se llama nueva Constitución. Y el tercer componente es la crisis sanitaria del contagio por el Covid-19 de la población chilena. Esta paraliza el sistema productivo y desorganiza la cadena de distribución de productos y servicios.
efectos en la región
-¿Está en juego la continuidad de la globalización económica con esta crisis?
-El modelo de civilización en su forma de producción y modo de consumo no será el mismo después de esta crisis. Requerimos repensar el sistema económico y el rol de los Estados en la administración del bienestar.
-¿Qué escenario proyecta usted para la región, si es que el plan del Gobierno no logra efectos profundos en esta crisis?
-El tejido económico de las 30 comunas del territorio está conformado principalmente por microempresas, pequeñas empresas y emprendedores familiares de origen silvoagropecuario, del mar, industrial, comercial, gastronómico y turístico. Los enclaves de grandes empresas que realizan su producción en el mercado mundial son escasos en la región, tienen poca relevancia en la reinversión de sus ganancias en el territorio, son automatizadas y, por lo mismo, generan poco empleo en relación al capital y las ganancias que perciben.
Por lo tanto, el punto álgido de la crisis y el foco de preocupación en la región es la fragilidad de las micro y pequeñas empresas que no están en condiciones de resistir sin producción y ventas durante un mes con un arrastre anterior de disminución drástica de sus ventas en 2019. Necesitamos que el crédito fluya a las distintas empresas y que ellas sigan vivas al final de la pandemia.
Estimamos que un 40% de este fragmento de las mipes estará en quiebra o anestesiada al completar el mes de abril si no hay un viraje radical en la política pública y privada de la oferta financiera. Si el Estado de Catástrofe continúa sin alteración por los 90 días que fueron decretados y junto con él se mantiene el cierre obligatorio de todo el comercio considerado "no esencial", la destrucción del tejido económico y comercial de este segmento en la Región de Los Lagos bordeará el 65%, lo que no será muy diferente a lo que ocurra en el resto del país.
-¿Cuáles serían las medidas para que este "apocalipsis económico" no ocurriera?
-Lamentablemente no hay soluciones preconcebidas frente a una crisis global tan profunda y holística como la que enfrentamos. Hoy día solo podemos sugerir modificaciones a la política económica e intervención del Estado que se orienten a reducir los impactos negativos que ella genera. Limitar los daños sería la opción a priorizar en la situación actual.
-¿Podría dar algunos ejemplos?
-Las medidas económicas del Gobierno no tienen la profundidad, ni dan cuenta de la gravedad que la situación amerita hasta principios de abril. Abordaban solo temas parciales y en forma superficial. Se requiere de una política económica con intervenciones de corto plazo tendientes a resolver los problemas que afrontamos en la actualidad y los impactos que ellos generarán durante el resto del año 2020.
El Banco Central, como una medida de introducir liquidez, redujo drásticamente la tasa de interés de la política monetaria al 0,5%. Esta es una medida contracíclica de la parálisis que amenaza la economía nacional y sus territorios. Sin embargo, los bancos comerciales no han reflejado esta baja de la tasa de interés en los créditos que se solicitan, los que al día de hoy siguen otorgando en condiciones similares a las tasas tradicionales de interés, que superan los dos dígitos. Además, el espectro de cobertura es insuficiente, limitado y condicionado a la solvencia de los negocios.
Finaliza que "en este escenario y con estas 'reglas de juego' en que el Estado no condiciona la entrega de 'dinero barato' y en cuyas condiciones es la banca regula quien regula a su arbitrio el crédito, no se logrará el objetivo de salvataje al sector económico más golpeado y vulnerable en esta crisis. Como ha sido una constante, con este 'dinero barato' se favorecerá principalmente al segmento de grandes y medianas empresas las que podrán utilizar estos fondos con distintos fines contradiciendo el objetivo principal de esta medida gubernamental.