Hasta $5 mil costaría chequear su visión dentro de una óptica
Fallo del TC que permite a los locales de venta de lentes entregar recetas bajaría los precios de las consultas, según el gremio. Oftalmólogos prevén riesgos sanitarios.
Diego Gotelli C. - Medios Regionales
La larga disputa entre el gremio de oftalmólogos y las ópticas por la idea de que estas últimas den recetas médicas llegó a su fin. Y es que pese a la oposición de los profesionales de la salud visual, ayer el Tribunal Constitucional dictaminó que se elimine un artículo del Código Sanitario que prohibía a los locales de ventas de anteojos a instalar consultas médicas dentro de sus recintos y, con ello, emitir sus propias recetas, sin la necesidad de pasar por un oftalmólogo.
La medida fue considerada inconstitucional por el tribunal, aludiendo a que infringía el artículo 19 que señala que "ni la ley ni autoridad alguna podrán establecer diferencias arbitrarias" en el mercado. Como respaldo, el año pasado el TC ya había respaldado a dos ópticas en casos particulares permitiendo su operación con optómetras, fallos que abrieron el camino para esta decisión que da de baja definitivamente la restricción.
"Esta decisión consolida el libre ejercicio en las ópticas de nuestros profesionales tecnólogos médicos, tal como sucede en el mundo. Todos los países OCDE (excepto Francia) cuentan con estos profesionales en las ópticas que prestan un servicio de salud visual y ocular primario lo que, sin duda, es un tremendo aporte para el país", valoró la presidenta del Colegio de Ópticos, Contactólogos y Optómetras de Chile, Ana Luz Vergara.
Los tecnólogos a los que alude el gremio es una profesión ejercida por un especialista no médico con formación universitaria de cinco años que se encargan del cuidado primario y protección de la salud visual de las personas. Ellos, desde que se publique el fallo en el Diario Oficial, podrán comenzar a atender legalmente en las ópticas.
Según Marco Antonio Núñez, presidente de Ópticas de Chile, los tecnólogos médicos que operen en las ópticas se centrarían en el diagnóstico de males comunes a la vista, como miopía, hipermetropía, astigmatismo y presbicia, pudiendo extender una receta con la gradualidad requerida de ser necesaria la compra de anteojos, los que podrían adquirirse en el mismo local o ir a otra tienda. Pero en caso de detectar enfermedades a la vista los pacientes deberán ser derivados a hospitales u clínicas oftalmológicas.
El representante gremial estima que las consultas en las ópticas rondarían hasta los $5 mil, y de tener disponibilidad se podrían realizar sin previa reserva. "A partir de ahora no hay que esperar un año y medio para la atención de salud visual en un hospital, ni tampoco hay que desembolsar unos $40 mil para atenderse en la salud privada", enfatizó.
Por su parte, la Sociedad Chilena de Oftalmología lamentó el fallo afirmando que se está "abriendo la puerta a la desregulación" y que la medida "tendrá impactos negativos en la salud pública".
Mediante un comunicado la agrupación señaló que el acabar con la norma "expone a la población a riesgos sanitarios reales" pues la proliferación de consultas dentro de ópticas conllevarían un menor control y fiscalización a su operación, lo que incrementaría la probabilidad "que patologías de alta prevalencia no se detecten a tiempo, con un daño irreparable para miles".