Rommy camufla las cicatrices con diferentes técnicas del tatuaje
Con varios años en el área, la tatuadora busca cambiarle la vida a la gente con su talento.
Karen Loreto Retamal - La Estrella
Ya no cuenta los tatuajes que tiene en el cuerpo. Solo recuerda que partió con uno pequeño, pero que -poco a poco- se fue creciendo hasta que todo se transformó en uno grande. Eso sí, la tatuadora penquista, Rommy Rosas no se tatúa a sí misma, sino que deja que otros profesionales lo hagan. "No es divertido tatuarse, duele, estás tenso para hacerlo", dice.
Con más de una década en el rubro, la artista se ha hecho un nombre en el circuito gracias a su estilo que gana más adeptos. Hoy, eso sí, está explorando un área que la motiva al 100%: el camuflar marcas de distinto tipo. "Quiero arreglarles la vida a las personas a través del tatuaje", señala.
En ese sentido, explica, "la acuarela es muy buena para tapar marcas. Por ejemplo, las flores con acuarela camuflan todo. Para cubrir otros tatuajes es bueno también".
Para ella, el colorear cicatrices de diferente tipo es un mundo nuevo y que quiere explotar al máximo, pues, comenta "la gente se acompleja bastante con eso y me gusta entrar a ayudar a que puedan superarlo".
Añade que "las mujeres se acomplejan mucho por una cicatriz, un moretón, una mancha de nacimiento o las estrías. A través del tatuaje puedo taparlas y mejorar su aspecto".
De igual modo, aquellas que se han intervenido quirúrgicamente también han llegado a que ella trabaje en sus cuerpos. "Por ejemplo, ahora he recibido mucha gente que se ha hecho abdominoplastía y les estoy cubriendo esas marcas. Es algo que me gusta mucho. Asimismo, están las cirugías plásticas mamarias o cuando se tienen que hacer la reducción por el cáncer de mama. Cuando no quedan con la marca de la areola del pezón, yo se las hago. Ese norte es el objetivo, que sea más estético", detalla Rommy, quien cuenta que en su estudio de tatuaje de igual modo han puesto sus ojos en lo cosmético, en lo que abarca las cejas y el maquillaje, algo que la motiva.
Más de una década
Rommy Rosas tiene 31 años y una hija de 6 que la acompaña siempre en su estudio. Hace 11 años entró al mundo del tatuaje. "Tuve que congelar la carrera de Ingeniería en Sonido. No sabía qué hacer, así que empecé a buscar trabajo, pero no me resultó", acota.
Como tenía aptitudes artísticas, vendió un par de dibujos y pinturas. Sin embargo, no fue suficiente para mantenerse económicamente, por lo que meditó sobre en qué era buena y que le permitiera financiar sus cosas. "Ahí se me ocurrió algo que yo nunca había hecho y que siempre había querido hacer que eran los tatuajes. Empecé a investigar, le pedí ayuda a mi papá para que me financiara las primeras cosas. En ese tiempo era caro, más que ahora. Me ayudó y lo logré", cuenta. En el intertanto, sacó su carrera de ingeniería.
Aprendió de manera autodidacta, investigando y conociendo sola las técnicas. Pero también comenzó a conocer tatuadores y aprendió de ellos. No fue fácil, es más, confiesa que el partir fue complejo, pero que gracias a su perseverancia hoy tiene un nombre en el círculo.
"Fueron cuatro años en que no tatuaba mucho, una vez a la semana. No era el gran negocio en ese tiempo. El mundo del tatuaje y de la música eran puros hombres. Ahora está posicionado el tema de la mujer. Hay hartas tatuadoras. Antes era yo solamente", reconoce.
A medida que avanzaba su carrera, empezó a buscar referentes, a investigar a otros tatuadores, estilos e imitó técnicas de otros lados, pues "acá solo había tribal y diseños antiguos. Ahí empecé a meterme en el mundo, a conocer a gente de Santiago, a juntarme con tatuadores, ir a eventos. En las convenciones y exposiciones aprendí mucho, iba harto. Ahí vi el mundo", dice.
Fue así como comenzó a tener un sello. Según comenta, antes la gente venía con una idea en la cabeza sobre lo que quería tatuarse, pero ahora le piden que ella decida el modelo, con su estilo y características. "Esa es la gracia, como somos tantos tatuadores, cada uno tiene su estilo", señala, añadiendo que el suyo se mueve por varios estilos como el puntillismo, el acuarelado, el bosquejo y "todo lo que sea medio pintado me gusta. Siempre trato de meter pintura".
-En tu cuenta de Instagram (rommyrosestatuadora) existe un tatuaje de Keanu Reeves ¿cómo surge? ¿Quién se lo tatuó?
"Me gusta él desde siempre. Puse un concurso sobre cuál personaje de película se tatuarían y cuál sería. El que me gustaba más, ganaba. Me pusieron Iron-man, pero alguien comenta "John Wick" y dije: ¡Es el momento! Un chico ganó el concurso, porque de las postulaciones, que fueron un montón, fue la que más me gustó. Aparte, siento que nadie más se lo tatuaría. Fue como él no más".
Su público es relativo. Si bien van hombres, últimamente las mujeres han llegado en masa a su estudio. Ella cree que es por el estilo que eligió. "Yo no partí tatuando lo que hago ahora, antes hacía realismo, black and grey, animales y mi público era masculino. Ahora son más mujeres. Ellas piden flores con acuarelas, flores, mascotas", comenta Rommy, quien es muy popular en redes sociales. "Tengo hartos seguidores en Instagram. Me volví un poco influencer. Me han ofrecido tantos trabajos raros. Ojalá tuviera tiempo para todo", confidencia.