María Eugenia Núñez G.

Su rechazo a la propuesta realizada por la Municipalidad de Castro, respecto al nuevo límite de edificación en el centro de la ciudad, expusieron dirigentes sociales de la comuna.

Esto, tras conocer el anteproyecto de modificación del plan regulador en la zona Z-C1, vale decir, el polígono central. Con este instrumento se busca normar las alturas de las construcciones en relación al templo San Francisco, en el marco de los compromisos suscritos por el Estado de Chile ante la Unesco, considerando la calidad de Patrimonio de la Humanidad de la iglesia.

La propuesta señala que para el área Z-C1A -la más alejada del edificio religioso- los límites de construcción serán de 21 metros de altura, mientras que en la denominada Z-C1B -algo más cerca- la limitante será de 18 metros, a la vez la Z-C1C -lo circundante a la San Francisco- expone una máxima de edificación de 14 metros.

En este sentido, los líderes sociales subrayaron que si bien hay que resguardar el entorno de la iglesia, es necesario que la construcción en altura se congele en 16 metros, tal como está ahora, según regulación municipal.

"Somos como unidad vecinal (del área central) el triángulo de la gran contaminación de la ciudad, no solo acústica, también hay congestión y polución; hay un deterioro creciente de la calidad de vida", indicó Cataldo Martínez, presidente de la Junta de Vecinos Gabriela Mistral.

Sumó que "hay una presión permanente de los empresarios en hacer edificios, para que los vecinos al perder la calidad de vida terminen vendiendo sus terrenos y así ellos puedan seguir construyendo, lo cual es injusto".

Sobre esta misma línea, Martínez manifestó que "vamos a rechazar tajantemente esta propuesta, hay un consenso que la altura máxima de construcción para la ciudad debe ser de 16 metros".

Lo anterior es compartido por Nicolás Álvarez, presidente de la Junta de Vecinos Pedro Montt Segundo Sector, quien pese a vivir en una zona que no se busca modificar, consignó que la proliferación de edificios altos dañará la vida de barrio.

"Destaco la importancia de cuidar nuestro entorno, pero sí nos preocupan las alturas que están proponiendo, los barrios de la Pedro Montt son históricos y no sería bueno la llegada de edificios en altura; por lo mismo, es que consideramos que la altura máxima para edificar debe quedar en 16 metros, porque si permitimos más altura, le abriremos las puertas a las grandes empresas y de ese modo la vida de barrio se irá eliminando", tildó.

En tanto, Graciela Álvarez, secretaria de la Junta de Vecinos Blanco Encalada, puntualizó que "los 16 metros para nosotros está bien, no estamos desacuerdo con el aumento de metros, se va a perder la calidad de vida de los barrios".

"Aquí hay un tema también empresarial que quieren instalar sus edificios. ¿Y por qué no los hacen en la periferia?, ¿por qué deben seguir saturando el centro, cuando ya tenemos congestión vial, mucha densidad poblacional, entre otros problemas?", cuestionó la dirigenta, quien llamó al municipio a sumar la opinión de los bomberos, pues "ellos acuden a las emergencias ¿y podrán hacerlo en edificio en alturas?, advirtió.