Invocan 20 años de cárcel por ultrajes a niñita en Dalcahue
Operario de maquinaria enfrenta juicio oral por los delitos de abuso sexual y violación infantil contra una escolar. La menor entregó su testimonio, mientras que el acusado guardó silencio en el inicio de la audiencia.
La declaración de la víctima, que abrió el despliegue probatorio durante la jornada de ayer, se convierte en el antecedente más contundente por parte de los acusadores en un juicio contra un joven por los presuntos ultrajes contra una escolar. El sujeto arriesga 20 años de cárcel por estos delitos denunciados en Dalcahue.
En el Tribunal Oral en lo Penal de Castro se realiza la audiencia contra el operario de maquinaria, identificado con las iniciales J.S.L.C. (23), quien enfrenta cargos por abuso sexual y violación impropia contra una niñita de apenas 11 años.
Los hechos se remontan a días consecutivos del 2017. Primero, el sábado 30 de septiembre la menor dio cuenta de las tocaciones sufridas por parte de este sujeto, en los momentos en que se encontraba en la casa de su abuela. El imputado tomaba pensión en este inmueble dalcahuino.
La acusación también revela que el domingo 1 de octubre se produjo la agresión más gravosa, en plena vía pública. Un aberrante ataque que la propia menor, hoy con 13 años, detalló en la sala especial del tribunal.
Declaración
Por medio de circuito cerrado de televisión se conoció el testimonio de la escolar, quien enfatizó que esta segunda embestida ocurrió en los instantes en que el sujeto la encaminaba a su vivienda.
"Estaba en la casa de mi abuela y como era tarde ella le dice que me acompañe, ya que (el imputado) iba a comprar cigarros... en eso me toma del brazo, me lleva a una especie de cerco. Incluso, me quería llevar a unos matorrales. No podía escapar", señaló la niña, describiendo que fue inmovilizada y hasta sufrió la ruptura de un cinturón por la violencia usada para accederla sexualmente.
La víctima manifestó que por temor no reveló los hechos de inmediato a su padre. Sin embargo, la develación se produjo al día después en su colegio. "Le conté a mi mejor amiga y luego ella le dijo a la profesora", contó la estudiante como dinámica que abrió paso a la denuncia y posterior indagatoria que tiene en prisión preventiva al acusado.
El fiscal de la causa, Enrique Canales, valoró el testimonio de la menor, recalcando que "entrega antecedentes eficaces y válidos para describir lo sucedido". Agregó que esta prueba se complementará con elementos de corroboración, como testigos y peritos para sustentar la existencia de los delitos, como la intervención del operario.
Penas de 10 años de cárcel por la violación infantil y otros 5 años por los abusos sexuales invocó el persecutor; mientras que el abogado querellante, Tomás Gómez, del Programa Reparación y Justicia, fue más severo en su solicitud. Coincidió en los 5 años por el ilícito menos grave, pero pidió 15 años de presidio por la violación.
"La víctima tenía apenas 11 años cuando ocurrieron los hechos. En su relato no existe ánimo de perjudicar al imputado, además su declaración se sustenta con los otros informes forenses y periciales", expuso el abogado.
La audiencia se retoma este lunes con los alegatos de clausura y el eventual veredicto de la sala presidida por la magistrada Angélica Monsalve.
"(La víctima) Entrega antecedentes eficaces y válidos para describir lo sucedido".
Enrique Canales,, fiscal de la causa"
Absolución
El abogado particular Roberto Cuevas, con oficina en Valdivia, representa al acusado por este caso. El profesional no dudó en invocar la absolución de su cliente durante sus alegatos de apertura. El profesional recalcó que "existen testimonios contradictorios, como el de la propia víctima, quien no es precisa al contar los hechos". Una postura que dejó en claro después de la declaración de la menor, buscando refutar la dinámica de lo revelado. Asimismo, manifestó que "la prueba en general no es suficiente para acreditar los delitos". Bajo este escenario avanza la postura de la defensa en espera de la resolución de los sentenciadores, lo que abrirá paso -de ser condenatorio- a la exposición de circunstancias modificatorias de responsabilidad. Hasta el momento la única atenuante reconocida es la irreprochable conducta anterior.
11 años tenía la pequeña al momento de denunciar los ataques sexuales.
15 minutos duró el primer episodio abusivo según el relato de la propia niña.