Carolina Larenas Faúndez

A pocos meses del inicio de los trabajos de construcción de los hospitales de Ancud y Quellón se ha vivido una serie de conflictos. Incumplimientos a acuerdos laborales han generado tomas de las instalaciones e incluso una huelga de hambre, principalmente en la ciudad del norte de la provincia.

Con el fin de evitar que estas situaciones se sigan produciendo para no afectar los plazos de los proyectos, pero básicamente para proteger los derechos de los trabajadores, ayer se concretó una reunión con los distintos actores involucrados.

Representantes de la Secretaría Regional Ministerial del Trabajo y Previsión Social, del Servicio de Salud Chiloé, de la concesionaria Besalco, los trabajadores, entre otros, analizaron distintos elementos que han llevado a los conflictos y también establecieron algunos compromisos para evitar que estas situaciones se repitan.

Sofía Bohle, seremi (s) del Trabajo, explicó que "la idea fue reunir a todos los actores que tuvieron alguna incidencia en estas paralizaciones respecto a las obras del Hospital de Ancud y también revisar a quienes tienen relevancia respecto a las obras en Quellón".

Agregó que "nos reunimos para ver por qué nacieron los conflictos y, a la vez, tratar de evitarlos, buscar cuáles son las medidas preventivas y para esto nosotros vamos a lanzar un plan de fiscalización y asistencia técnica para prevenir estos conflictos de paralizaciones en el futuro".

En este sentido, Ernesto Morales, director (s) regional del Trabajo, detalló que "este plan apunta a cautelar los derechos de los trabajadores tanto en el ámbito laboral, previsional y condiciones de higiene y seguridad".

Igualmente, puntualizó que "nosotros nos vamos a centrar en revisiones de la empresa principal que está a cargo del proyecto conjuntamente con todas las empresas contratistas que prestan servicios al interior de la obra. Se va a revisar contrato, registro de asistencia, jornada de trabajo y todo lo que tiene que ver con condiciones de higiene".

A su vez, Cristian Vivar, secretario del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Construcción (Sintec Chile), mencionó que "nosotros estamos con base sindical en Quellón y en Ancud, con los trabajadores de ambos proyectos".

El dirigente afirmó que "felicitamos la instancia de poder conversar y plantear los temas. Ahora, nosotros tenemos una preocupación bastante grande porque son dos obras que tienen que ver con la comunidad y se necesita que se terminen luego, pero eso no puede ser a costa de la vulneración de derechos básicos de los trabajadores".

Mientras el nuevo recinto de salud para Quellón significa una inversión de más de 42 mil millones, el de Ancud es por sobre los $77 mil millones.