Visión Acuícola
Si bien no existen cifras oficiales en Chile, algunos estudios internacionales han indicado que, para poblaciones de determinadas áreas, hasta 1 de cada 3 ballenas encontradas muertas presentan signos de haber sido impactadas por navíos, según un artículo publicado por la organización mundial Whale and Dolphin Conservation.
Pues bien, justamente para abordar esta problemática, es que Fundación Meri y la Gobernación Marítima de Castro trabajaron este último año en una normativa que busca regular la navegación de embarcaciones en la Patagonia Norte y así reducir el riesgo de colisiones con cetáceos, especialmente ballenas.
La iniciativa, consagrada en diciembre pasado con la firma de un acta, fue la culminación de un año de trabajo entre las dos instituciones, que ha tenido como fin disminuir una de las principales amenazas a la que están expuestas las ballenas en los mares de la región.
Este trabajo se tradujo en el Ord. N° 12.600/339 VRS, emitido por la Gobernación Marítima de Castro el pasado 26 de noviembre.
Entre las sugerencias que incluye el documento están el que las embarcaciones que naveguen en estas aguas incorporen vigías capacitados para identificar las distintas especies de cetáceos, la notificación de avistamientos vía radial a la autoridad marítima chilena y máximos de velocidad diurna y nocturna de 10 y 8 nudos, respectivamente.
Protección
La regulación, la primera de su tipo en el país, fue desarrollada por ambas entidades a partir de un trabajo conjunto que incluyó el análisis de la evidencia científica. Fundación Meri realizó capacitaciones en educación ambiental donde los funcionarios de la Gobernación y capitanías de puerto dependientes aprendieron sobre el comportamiento y la biología de las ballenas, las amenazas que las afectan y el rol fundamental que cumplen sus instituciones para reducir amenazas como la colisión con embarcaciones. Desde esta colaboración inicial surgió la elaboración de la normativa.
"En Fundación Meri veíamos con preocupación la gran cantidad de colisiones entre cetáceos y embarcaciones en la zona, que pueden provocar desde heridas en las aletas hasta la muerte del animal. En este sentido, este trabajo colaborativo es un primer gran paso para la conservación efectiva de las ballenas que no solo reducirá las colisiones, sino que impactará directamente en la conservación del ecosistema de Chiloé y en su potencial turístico y económico", destacó la directora ejecutiva de Fundación Meri, Ana María Molina.
Por su parte, la teniente segundo Natalia Martínez, jefe del Departamento de Intereses Marítimos de la Gobernación, señaló que la iniciativa le interesó a la repartición y que gracias a antecedentes científicos aportados por la fundación, se desarrolló una resolución local en la que "se informa los riesgos de colisión entre naves y ballenas, de los problemas de conservación que estos eventos conllevan para estas especies y de las medidas necesarias para evitarlos, teniendo en cuenta también que estas no afecten la seguridad de la vida humana en el mar".
Tras la firma del acta de trabajo, la Gobernación Marítima de Castro envió la resolución a sus capitanías de puerto para la difusión de estas medidas entre navieras y otras empresas con actividades marítimas en el área, además de ser publicada en la página web Directemar.