Matías Gatica Lindsay

Una preocupante situación es la que enfrenta Chile en materia de drogas. Tal como publica el Duodécimo Estudio de Drogas en Población Escolar, realizado por el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda) y ejecutado por Adimark, existe un porcentaje preocupante de escolares que consume drogas desde octavo básico.

Mientras un 30,9% de los escolares de octavo a cuarto medio ha fumado marihuana en el último año, un 3% ha consumido cocaína. Si bien las cifras de 2017 muestran una baja con respecto a 2015, el público consumidor es crítico, ya que fisiológicamente no termina de desarrollarse.

Esto es lo que diferencia este tema de la discusión internacional sobre el uso de las llamadas drogas recreativas, para adultos.

Por eso es que La Estrella consultó a expertos cómo detectar cuando un escolar está consumiendo drogas.

Irritabilidad excesiva

"Muchas veces se puede confundir la rebeldía característica de los adolescentes con el consumo de drogas, porque este produce que anden más irritables y en un estado de hipersensibilidad donde todo les afecta mucho", sostuvo la directora nacional del Colegio de Psicólogos, Isabel Puga.

A sus palabras se suman las del docente de terapia ocupacional de la Universidad Central, Rodrigo Goycolea, quien dijo que "los adolescentes presentan cambios de personalidad durante ese período y tienden a alejarse de los seres queridos y por eso es difícil saberlo". Ambos coincidieron en que para distinguir qué pasa es clave mantener una buena comunicación con los hijos.

Venta de pertenencias

Otro posible síntoma de que su hijo está consumiendo drogas, comentó Rodrigo Goycolea, es la venta súbita de artículos de valor.

"Otro indicador de presunta ingesta de drogas es la venta de artículos personales de valor y, en casos más extremos, venta de cosas de la casa para poder pagar el consumo de drogas, que ya es una conducta más avanzada", aclaró.

BAJA CONCENTRACIÓN

Goycolea dijo que hay distintos indicadores para descifrar si su hijo consume marihuana o cocaína. Para el caso de la primera, el experto acotó que "se puede apreciar una sensación de relajo constante, sonrisas sin razón, problemas de concentración en el colegio, lo que podría gatillar bajas notas. Los cambios de ánimo son muy drásticos y por lo mismo se podría pasar de la tristeza a la euforia y viceversa si es que el consumo es de cannabis".

Añadió que "en caso de ser cocaína se pueden notar actitudes más arriesgadas por parte del adolescente. Se le puede ver más agresivo y con nula tolerancia a la frustración, lo que puede desencadenar en violencia".

Con respecto a cambios físicos, el experto aseguró que en el caso de la marihuana el uso constante de gotas podría ser un síntoma, puesto que la sustancia pone los ojos rojos.

En la cocaína en cambio, Goycolea afirmó que "se puede ver en casos extremos sangrados del tabique nasal y andar constantemente tocándose la nariz".

Aislamiento

Isabel Puga comentó que, otro indicador podría ser el aislamiento, pero tal como comenta "muchas veces no hay señales claras de consumo en sus inicios".

Recalcó que "familias disfuncionales también serían un detonante para entrar en las drogas".

"Otro indicador de la presunta ingesta de drogas es la venta de artículos personales de valor y, en casos extremos, venta de cosas de la casa".

Rodrigo Goycolea, docente"