El cáncer apagó voz de Aretha Flankin
La cantante falleció ayer a los 76 años en su casa en Detroit, tras varios días de especulaciones.
Aretha Franklin, "la reina del soul" que exigió "Respect" y que se erigió en una de las voces más imponentes y carismáticas del siglo XX, falleció ayer a los 76 años en su casa de Detroit, Estados Unidos.
La brillante cantante de temas eternos como "Think" o "Chain of Fools" murió rodeada por sus seres queridos tras varios días en cuidados paliativos en su residencia, debido al cáncer de páncreas que sufría, indicó su representante Gwendolyn Quinn.
Ni la diva ni su círculo cercano habían confirmado hasta ayer los rumores de que Franklin, retirada de los escenarios desde 2017, padecía cáncer.
"En uno de los momentos más oscuros de nuestras vidas, no somos capaces de encontrar las palabras apropiadas para expresar el dolor de nuestro corazón", dijo su familia en un comunicado.
"Hemos perdido a la matriarca y roca de nuestra familia. El amor que tuvo por sus hijos, nietos, sobrinas, sobrinos y primos no encontró límites", añadieron sus parientes, que no detallaron cuándo y dónde se celebrará el funeral.
Icono incomparable del soul más apasionado, referencia ineludible para las solistas en EE.UU. y emblema de las reivindicaciones feministas y raciales, el fallecimiento de Franklin fue recibido con gran tristeza por celebridades y personalidades de todo tipo.
obama
El expresidente Barack Obama (2009-2017) y su mujer Michelle Obama, que en numerosas ocasiones mostraron su amor por Franklin, aseguraron en un comunicado que su don de la música "permanecerá siempre para inspirar a todos".
"En su voz podíamos sentir nuestra historia: nuestro poder y nuestro dolor, nuestra oscuridad y nuestra luz, nuestra búsqueda de la redención y nuestro respeto ganado con tanto esfuerzo", apuntaron los Obama.
Ganadora de 18 premios Grammy, con una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood desde 1979 y con el logro de haber sido la primera mujer admitida en el Salón de la Fama del Rock and Roll, la muerte de Franklin supone la desaparición de un mito del soul a la altura, si no por encima, de otros genios del género como Sam Cooke, Otis Redding o James Brown.