Joven murió por descarga eléctrica en Dalcahue
Mientras limpiaba un ducto en el techo de su casa, el vecino habría tocado con un fierro el cableado eléctrico.
Un trágico final sufrió un joven trabajador dalcahuino tras recibir una fuerte descarga eléctrica mientras efectuaba faenas de limpieza de un ducto de humo sobre el techo de su vivienda.
El suceso se registró alrededor de las 17 horas de ayer en momentos que Héctor Ojeda Barrientos (36) realizaba trabajos en altura limpiando el caño de su domicilio, ubicado en la avenida Mocopulli en la 'Ciudad de las Dalcas'.
Según lo mencionado por el jefe (s) de la Tenencia de Carabineros, suboficial Carlos Bravo, el hombre "se encontraba realizando labores de limpieza de su caño en su inmueble y este habría tocado con un fierro que estaba limpiando con un cable que le produjo la descarga eléctrica".
El uniformado aseveró que el joven sufrió una violenta descarga cayendo inconsciente desde unos cuatro metros de altura, ante lo cual los funcionarios de servicio de la policía "procedieron a realizarle maniobras de reanimación cardiopulmonar mientras llegaba el personal del Cesfam de Dalcahue, que posteriormente lo trasladó a este recinto".
A las tareas ya desplegadas por el personal del establecimiento de atención primaria, se sumó el Servicio de Atención Médica de Urgencia desde Castro, antes que el malogrado trabajador falleciera debido a la gravedad de las heridas.
baeza
Así lo señaló el jefe provincial del SAMU, Gonzalo Baeza, al sostener que "el móvil del SAMU llegó a apoyar las maniobras de reanimación que ya la estaban haciendo el equipo del consultorio (…), destinamos cerca de 40 minutos".
Una vez constatada la muerte del dalcahuino en el Cesfam, se informó al Ministerio Público de Castro que dispuso la presencia de detectives de la Brigada de Investigación (Bicrim) de la capital provincial para realizar las pesquisas que rodearon el accidente y la muerte misma del hombre.
A su vez, se instruyó el envío del cuerpo del trabajador hasta el Servicio Médico Legal (SML) para ser sometido a los exámenes tanatológicos de rigor.
36 años, según Carabineros, tenía el malogrado trabajador dalcahuino.