Pedro Bárcena González

Ante una quincena de familiares y cercanos de la víctima, ayer comenzó el juicio oral contra el adolescente acusado de ultrajar y asesinar a una conocida líder social de Chonchi. Una audiencia en la que se espera presentar y analizar más de 80 evidencias, para determinar el grado de responsabilidad del menor en este caso.

Con los alegatos de apertura y la exposición de uno de los pensionistas que vivía en la casa de Jacqueline Oliva Carrillo (51), se inició el debate por la muerte de esta dirigente vecinal, quien fue ultimada al interior de su dormitorio la madrugada del 17 de octubre del 2017. Su cuerpo presentaba 14 estocadas en el rostro, tórax y extremidades, como también múltiples traumatismos producto de una golpiza. Además fue estrangulada en su propia cama.

El estudiante de 17 años arriesga 10 años de internación en régimen cerrado -es juzgado por la Ley de Responsabilidad Penal Adolescente- por el delito de violación con homicidio, y otros 540 días de libertad asistida por el hurto reiterado.

El fiscal Luis Barría no dudó en calificar estos hechos como "uno de los crímenes más atroces cometidos en Chiloé". Y apuntó a las circunstancias de comisión y el contexto que marcaron el desarrollo del caso.

El persecutor explicó que el acusado "aprovechando que tomaba pensión en la casa de la víctima ingresó a su dormitorio con un cuchillo para agredirla".

Cinco días después el alumno de primero medio del Instituto del Mar Capitán Williams fue detenido por un detective de la Brigada de Homicidios (BH) de Puerto Montt, entidad que se encargó de las pericias, en conjunto con los especialistas del Laboratorio de Criminalística (Lacrim). Un cúmulo de antecedentes periciales que se complementa con 31 informes y 18 pruebas materiales.

Con esta evidencia, como especificó el representante del Ministerio Público, se busca "establecer la existencia de los delitos y la participación del imputado".

Es más, la fuente recalcó que el acusado tiene "una alta peligrosidad", argumentando para esto antecedentes escolares y pericias sicológicas, "donde no muestra arrepentimiento", agregó.

Por su parte, el abogado del Servicio Nacional de la Mujer y Equidad de Género Los Lagos, Marcelo Urra, quien representa a la hija de la víctima (Marina Núñez Oliva), manifestó que con los datos que están presentando "se acreditarán los ilícitos que llevaron a la muerte de una gran dirigente social de Chonchi, quien fue atacada mientras dormía".

El querellante resaltó la extensión del mal causado y apuntó al concurso de cinco agravantes: alevosía, ensañamiento, abuso de la superioridad de las fuerzas y de confianza, como también ejecutar el hecho con desprecio del respeto por la dignidad y sexo de la ofendida.

En tanto, el defensor Luis Mora, expuso que su representado tiene "amnesia del día de los hechos", por lo cual no declaró en la indagatoria y guardó silencio en el inicio del juicio ante la sala presidida por la magistrada Angélica Monsalve.

Su teoría del caso está enfocada en la existencia solamente de un asesinato, desechando la violación. "No hay medios de prueba para establecer el delito sexual, no hay evidencia científica, ni lesiones compatibles a esta dinámica", aclaró.

Hipótesis

Incluso, dentro de las hipótesis que se podrían conjugar, según el jurista, está un acceso carnal "consentido o post mortem". Por ello, invocó una recalificación a homicidio simple.

En la fase probatoria, el primero en declarar fue uno de los pensionistas que vivían con la "Jacqui", como era conocida la víctima. El menor testificó en la sala especial del Tribunal Oral en lo Penal, señalando que la noche de los hechos "escuche un fuerte golpe proveniente de la pieza de la tía… como que le faltaba el aire. No me levanté por una sensación de miedo".

Asimismo, el liceano confirmó que fue a la pieza del imputado y halló rastros de sangre, aclarando que pidió ayuda a un vecino quien halló del cadáver de Oliva Carrillo, denunciando el caso que se encuentra en su etapa judicial decisiva, que continúa hoy en el tribunal castreño.