Michael Seguel P.
Son frases que provocan incomodidad. Afirmaciones dichas en momentos en que nadie las espera y que generan un silencio luego de ser pronunciadas en la oficina.
Para los jefes puede ser un indicio de que algo anda mal con ese subordinado y para los compañeros de labor un aviso de que están sentados junto a un desubicado. En ambos casos, es algo que enrarece el ambiente laboral.
Para que tenga claro cuáles son esas frases que lo pueden meter en problemas, La Estrella consultó a expertos para que, parafraseando al profesor Banderas de la década de 1980: ¡Usted no lo diga!
Doble sentido
Lo primero que recomiendan los expertos es evitar las bromas sexuales en la oficina. Los chistes de doble sentido pueden exponerlo a una acusación de acoso y, aunque no llegue a eso, es algo que lo dejará en mal pie en su trabajo.
"Las frases que pueden arruinar un buen ambiente son todas las que tengan connotación sexual, inciten la discriminación o hagan burla de alguna característica personal de nuestros compañeros de trabajo", afirma Macarena Salosny, directora de Admisión de Human Performance Institute (HPI).
Los expertos también recomiendan evitar los rumores, puesto que tarde o temprano los chismes podrán jugar en su contra.
Hablar del sueldo
Conseguir un aumento de sueldo es un motivo de alegría, pero no un tema para divulgar sin filtro con sus compañeros, que podrían considerar que se está jactando frente a ellos.
Manuel Cornejo, encargado de candidatos de Adecco Chile, dice que también se debe tener cuidado al solicitar el aumento.
"Si una persona dice: 'vengo a pedir un aumento porque me lo merezco', no hay muchas posibilidades de éxito. Debemos ir con cosas más concretas, como 'yo estimo que, de acuerdo al mercado, debería estar ganando más' y demostrar el valor que uno aporta al equipo y a la compañía", aclara Cornejo.
Añade que "tampoco es aconsejable decir 'trabajo mucho y me pagan poco', porque aunque el punto puede ser válido, se debe ser más formal y dar argumentos sólidos".
Reclamar por todo
Salosny indica que otras frases desaconsejables son "no valoran mi esfuerzo" y "sin mi la empresa no es nada". Los expertos aconsejan evitar este tipo de afirmaciones generales, puesto que no son útiles.
"Lo primero que tenemos que ver es cómo se debe abordar: debe ser en una cita privada con el jefe, y que no sea una imposición", acota Cornejo.
las Comparaciones
Las comparaciones también son odiosas. "Aquí el único que trabaja soy" o "soy mejor que mis compañeros" son dos afirmaciones que es mejor sacar de su lista de frases en el trabajo.
Salosny expone que, si tiene problemas con algún compañero, es mejor hablar directamente con él, en vez de soltar frases indirectas que arruinarán el ambiente de la oficina.