El obispo de Rancagua, Alejandro Goic, pidió perdón este sábado luego que se conociera la denuncia de una excoordinadora de pastoral juvenil, quien acusó que al interior de la Diócesis existiría un grupo de religiosos que habría incurrido en conductas sexuales impropias y eventuales abusos.
En un reportaje dado a conocer por Canal 13, Elisa Fernández indicó que éstos tenían prácticas que no se conllevan con su condición de curas, entre ellos estaba el párroco de Paredones, Luis Rubio, quien reconoció el envío de fotos a un menor en las que aparecía semidesnudo.
"Quiero pedir perdón por mi actuar en este caso. Reconozco que le di acogida a esta joven que aparece en el reportaje y que actué eventualmente sin la agilidad adecuada en el proceso indagatorio del sacerdote Luis Rubio y otros presbíteros mencionados por ella", expresó Goic en un comunicado.
El obispo había manifestado a T13 que no hubo una investigación porque no hubo una denuncia formal. "No estudié para ser detective, estudié para ser pastor", agregaba. Sin embargo, este sábado manifestó que valoraba el trabajo realizado por el anterior mencionado medio de comunicación ya que le entregó elementos que él desconocía.
"Hemos hecho una denuncia a la fiscalía de Rancagua, con los antecedentes que ha proporcionado Canal 13, sobre Luis Rubio Contreras. En el aspecto canónico se mandarán todos los antecedentes de los que disponemos a la Santa Sede durante esta semana", continúa el comunicado.
El prelado aseguró que las personas que fueron mencionadas en la investigación les pedirá la suspensión de sus actividades sacerdotales "temporalmente mientras se efectúa la revisión de cada caso particular, en el más breve plazo".
"Lamento profundamente cualquier acto o situación que atente contra los valores y principios que sustentan a nuestra Iglesia Católica y quiero manifestar mi disposición clara para colaborar en cualquier tipo de procedimiento que se derive del conocimiento de estos hechos", expresó.
Estos hechos denunciados se dan a conocer a sólo días de la reunión del Papa Francisco con toda la Conferencia Episcopal chilena -en la que los religiosos pusieron sus cargos a disposición- para abordar los abusos sexuales y encubrimientos en la Iglesia Católica. Esto, a raíz de los testimonios entregados por las víctimas del expárroco de El Bosque, Fernando Karadima.
Vergüenza
En tanto, en el marco del X Sínodo de la Arquidiócesis de Santiago, titulada "Jóvenes, fe y discernimiento vocacional", algunos obispos que participaron en las reuniones con el Papa en el Vaticano abordaron su visita a Roma.
Durante la primera jornada de sínodo, que se prolongará hasta el lunes en el Colegio Sagrados Corazones de Santiago, los religiosos manifestaron sus impresiones luego de retornar a Chile.
Cristián Roncagliolo, obispo auxiliar de Santiago, indicó que "en la meditación del Papa sentí vergüenza, debo decirlo con toda claridad, me dio vergüenza que lo que dice el Papa ocurriera, especialmente en las notas finales, que hablan de que claramente ha habido actos de corrupción, y que han dañado a la iglesia".
Su par Jorge Concha se inclinó por las responsabilidades compartidas: "Esto que ha venido a explotar, tiene larga data, y no es solamente un asunto de los obispos, es asunto de toda la Iglesia, también de las congregaciones. En los primeros titulares siempre aparecen los obispos, pero aquí hay una responsabilidad compartida".
Por otra parte, el obispo Pedro Ossandón se refirió a la presentación de su renuncia. "Por eso he presentado al Papa mi plena disponibilidad. Si él quiere lo que quiera de mí, yo se lo entrego y no busco nada", afirmó.
El arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, también participó de la primera jornada de sínodo, pero evitó referirse al tema.