Atención especial
Un tatuaje es un compromiso, literalmente, para toda una vida; así que su cuidado y mantención deben ser rigurosos y responsables. Los días después de hacerse un dibujo sobre la piel, debe lavarse profundamente con jabón antiséptico, ojalá neutro. No se debe exponer ni al sol, ni a la piscina ni al mar. Evitar el contacto con cloro y pintura. Aplicar una crema dérmica que no contenga óxido de zinc durante varios días. El cuidado para los años siguientes busca preservar el color del tatuaje, como cubrirlo siempre con protector solar cuando se expone al sol y trabajar con buenos artistas, en el caso de retocarlo.