Pamela Serey A. - Medios Regionales

El celular es un aparato muy útil en vacaciones. Ayuda a buscar direcciones, se puede usar para retratar experiencias y paisajes veraniegos, y permite conectarse con los cercanos tanto por redes sociales como por esa antigua técnica conocida como "llamado telefónico".

Sin embargo, es un dispositivo que se vuelve especialmente sensible al verse expuesto al agua salada, la arena y el intenso sol de febrero. Es por eso que La Estrella consultó a expertos para evitar que su teléfono termine dañado o, francamente, inservible.

Ojo con el agua de mar

Uno de los mayores riesgos para la vida útil de un celular es sumergirlo en el agua del mar. Hay celulares que se fabricaron bajo la norma Normas IP67 o IP68, por lo que son a prueba de inmersión por un tiempo determinado.

El primero tiene una resistencia de un metro, por 30 minutos. El segundo puede sumergirse 1,5 metros, también por 30 minutos. "Pero no son a prueba de agua todo evento, ninguno es para agua salada. Solo se pueden sumergir en agua dulce", explica Marcelo Ponce, gerente de negocios de Kangurochile.cl.

El columnista tecnológico Nicolás Symmes detalla que "la sal tiene un efecto corrosivo que termina dañando el teléfono", por lo que advierte que las selfies bajo el mar no son una opción. Añade que estos aparatos también pueden resultar dañados si sufren el derrame de líquidos como cerveza y bebidas.

Y es que la norma de los smartphones fue creada pensando en proteger el teléfono de accidentes como la típica caída al inodoro, pero no de otros eventos.

Lejos del sol

Otro de los problemas importantes que se generan en el verano es el exceso de calor directo en el celular.

"Hemos hecho pruebas poniendo el celular donde les llega sol en el auto y llegan rápido a 45 o 50 C° y eso genera que el equipo busque protegerse y empiece a desconectar aplicaciones, para aguantar el calor extremo. El problema es que se daña la batería y va perdiendo su vida útil", consigna Marcelo Ponce.

Incluso hay casos extremos en los que el celular podría explotar. Por lo mismo, "siempre hay que tener cuidado. Guardarlo en algún bolso, donde le llegue la sombra", recalca Symmes.

Lo que no se debe hacer es cargar el celular a pleno sol o dentro de un auto, "porque le agregas más calor y eso lo termina dañando", apunta Ponce. Tampoco hay que cargarlo bajo la almohada o sobre la cama. Menos en la toalla de playa, con algún cargador portátil. "No olvidar que hay muchas lucas en las manos", enfatiza Ponce.

Sin arena

Otro de los problemas tras las vacaciones es la pantalla trizada debido a las caídas y la pantalla rayada por la arena. "Hay que usar carcasa y lámina de vidrio, que son muy económicas. Hay muchos equipos que están hechos con vidrios, entonces hay más riesgos", cierra Symmes.

"El agua de mar es lo más preocupante porque, sí o sí, en algún minuto, se va a echar a perder el celular. La sal tiene un efecto corrosivo que termina dañando el teléfono".

Nicolás Symmes,, columnista telefónico."

Accesorios para evitar el deterioro de su smartphone El mercado ofrece carcasas para sumergir cualquier teléfono en el agua. También hay otras que amortiguan las caídas y existen aplicaciones que advierten del exceso de calor.

Hay fundas impermeables para todo tipo de celulares. Con ese accesorio se puede sumergir un teléfono, incluso los que no fueron fabricados bajo la norma IP67 o IP68. Son flexibles y herméticos. Su función es proteger el equipo del agua, líquidos y también del polvo y la arena. Es decir, ideal para llevarlo a la playa. Permite tomar fotografías, grabar, hablar por teléfono y escuchar música con la funda impermeable, cubriendo el smartphone.

Las láminas de vidrio templado son muy útiles para proteger la pantalla del teléfono.

En caso de algún golpe directo, la lámina se encarga de amortiguar el golpe. Incluso se puede quebrar, pero la pantalla del celular se mantiene intacta, salvo en golpes muy fuertes.

Hay distintas aplicaciones que prometen enfriar el teléfono y así evitar que la exposición al sol dañe la batería del celular. Se pueden descargar apps que envíen alertas para informar que es necesario poner el teléfono en un lugar fresco. Por ejemplo, está Cooler, la que además de vigilar y controlar la temperatura, detecta y cierra aplicaciones consumidoras de recursos pesados, para así reducir el uso de CPU y bajar la temperatura del teléfono.

Las carcasas antigolpes también son un buen aliado. Son duras casi como una roca. Hay algunas de plástico transparente y también de colores. Aunque este accesorio le quitará estilo al celular, logra amortiguar golpes otorgando una mayor resistencia ante las caídas. Hay algunas que también evitan que ingrese arena al celular.